Kapitel 782: Nota.
En el interior de la oficina de su habitación, Alice estaba regando el tallo verde de la maceta.
"Tienes un crecimiento lento." Murmuró Alice observando el tallo y dudando, preguntó. "¿Necesitas algo más?"
El libro que tenía sobre cómo ser una buena jardinera no mencionaba demasiado sobre cuánto tiempo se demoraría en crecer esta planta.
Alice tenía una idea y había estado leyendo libros sobre jardinería y teología, pero esta clase de semilla era muy especial.
"¿Debería pedirle a James un libro de elfos?" Murmuró Alice en voz alta.
Los elfos lunares en Terra nova cuidaban a estos tipos de árboles del mundo y ellos no revelaban fácilmente sus secretos.
James tendría dificultades para conseguir lo que ella había pedido, aunque si se esforzaba podría entrar en contacto con personas de Terra nova para conseguirlo.
La Empresa Apicius ya tenía relaciones comerciales con Terra nova, así que ese pedido era posible.
"¿No está creciendo bien? Digo es un tallo cada vez más alto."
Una voz surgió desde el reloj holográfico y Alice no se inmutó, ya que el idiota del director la había molestado antes llamándola de manera seguida.
Había respondido, pero quería terminar de regar la semilla antes de hablar de otros temas.
Alice volvió la mirada al tallo y notó que se agitaba de lado a lado, como si el ser que estaba inconsciente creciendo tratara de hablar.
En lo profundo de la semilla la Guardiana estaba consciente y aunque deseaba moverse, no podía ni siquiera comunicarse.
Así que la única manera en la que podía tratar de hablar era con movimientos inconscientes en el tallo.
"Si quieres puedo visitarte y permitirte comunicarte mentalmente." Dijo Hermes y soltando una risa orgullosa, declaró. "Aunque ella solamente necesita esperar despertar y surgirá más fuerte que antes."
La Guardiana que protegió a su mundo con sus enormes raíces era fuerte, pero para ser salvada tuvo que 'caer'.
Alice con el idiota engañaron a los Zarquianos haciéndoles creer que metieron a la Guardiana en el Adansonia gigante, pero la verdad era que la pusieron en esta maceta.
La alimentaban con energía mágica líquida y a pesar de lo caro que era, ella todavía no despertaba.
Aun así, de quien estaban hablando era aquella que protegió un mundo, si bien estaba inconsciente y no podía comunicarse, en el fondo seguía siendo consciente mientras escuchaba todo lo que lo rodeaba.
Y aunque estaba debilitada, era temporalmente.
"Creo que más fácil sería entrar en sus sueños si quiero comunicarme. Aunque no me preocupa." Respondió Alice y volviéndola a regar, murmuró. "No es mucha molestia tomar la responsabilidad de cuidarla."
Ella fue quien trajo la semilla y salvó a alguien que no debería haber sido salvada… No, que no era posible salvar, al menos no por medios normales.
Sin embargo, la semilla estaba aquí y Alice tenía que cuidarla.
Al ver que el líquido era bebido por las raíces mientras el tallo verdoso se agitaba con emoción, Alice notó que su reloj holográfico vibraba.
Entonces abrió la casilla de mensajes y…
"¡Alice! Perdón por molestar. Quería saber cómo te encuentras. Tenía la intención de pedirte una cita, pero como la rechazarías decidí enviarte un mensaje de voz para ver como estabas y para escuchar tus historias."
La voz encantadora, animada y emocionada provino del reloj holográfico y Alice tuvo cierto cambio de expresión.
"Me pregunto cómo consiguió mi número personal…" Dijo Alice controlando su expresión y proyectando al idiota que estaba mirando a los lados.
Ese imbécil desviaba la mirada y esos ojos rojos vagaban sin querer mirarla fijamente.
"Me pregunto lo mismo." Respondió el idiota.
Alice no le había dado su número a Arwa el-Hossain y la única respuesta de cómo lo consiguió apuntaba al idiota que le había mencionado que esa jovencita sería una buena amiga.
Arwa era una mujer extrovertida que le enviaba varios mensajes y Alice respondía algunos, aunque no todos, ya que a veces era abrumada por los constantes mensajes.
No era tan malo conversar con ella de vez en cuando, aunque seguía mezclando esas ideas, de tener una cita dando una sensación de ambigüedad.
Aunque la verdad era que esa mujer únicamente buscaba acercarse a su propio modo.
"¿Entonces cuál es tu razón para llamar?" Preguntó Alice luego de responderle a Arwa.
El hombre estaba proyectado y al escuchar su pregunta tosió para dar una impresión de seriedad única y…
"Mi rey está agradecido con el nuevo regalo. El pobre diablo ha estado muy solo últimamente, así que una mujer le viene bien." Dijo Hermes y con una sonrisa brillante, exclamó. "Alice eres la persona perfecta para traficar ilegalmente. Si quieres trabajo, háblame."
Alice frunció el ceño y comprobó que la barrera de su oficina y la línea cifrada funcionara correctamente.
Su oficina siempre tenía una alta seguridad y tanto el idiota como ella usaba líneas de comunicación cifradas para evitar que alguien lo escuchara o interceptara la comunicación.
Si bien su hermana podía tener una idea de la identidad del hombre, a Alice le gustaba mantener sus conversaciones entre ellos y el idiota lo sabía, así que era hablador.
"Espero que no hagas nada estúpido. Si me entero de que…"
"Tranquila, Alice. Solamente la educaremos en la cultura de este mundo. Mi Rey es tímido, así que tampoco se acercara demasiado a su nueva Reina…" Respondió el idiota riéndose como un niño juguetón.
Se estaba divirtiendo con lo que estaba haciendo y con el 'suvenir' que Alice había traído en su sombra.
Quizás su madre fue la única que pudo ver a través de su sombra, pero por lo demás nadie sabía que a quien habían traído era a una persona.
Sin embargo, el asunto no era una broma, así que Alice no quería problemas.
"Una vez que la eduquemos puedes pedirle que haga unos favores por ti. Eres quien le permitió llegar a este mundo, así que te lo debe." Dijo Hermes con una sonrisa brillante.
Daba un sentimiento de amigable y amable, pero estaba ocultando la verdad en sus ojos rojos.
¿Educación? Alice soltó un bufido.
Más que educación, era control y no había nada más molesto que un mago mental que le gustaba manipular a la gente.
No, era probable que convenciera a esa mujer para que se uniera a su lado.
Al final para Alice no importaba demasiado y lo único que le interesaba era que pudiera ser útil.
"¿Te has enterado lo que sucedió con Tang Bai?" Preguntó Hermes cambiando de tema y con cierta sonrisa, detalló. "La Iglesia del Orden tomó la jurisdicción del encarcelamiento de Tang Bai. Al parecer encontraron varios crímenes extra."
Alice frunció el ceño sutilmente.
Su madre no había podido encontrar nada sobre los recuerdos de Tang Bai y lo que verdaderamente sucedió con ese hombre.
La manera que borró los recuerdos fue psiónico y chocaba con todo lo mágico o incluso con los poderes de un Primordial.
El problema de que fuera entregado a la Iglesia del Orden era…
"Así que tus juegos no funcionaran." Murmuró Alice en calma.
Ella le había dejado ese bastardo ilusionista a Hermes y por más que a Alice le desagradara, ese idiota era bueno en jugar con la mente.
Con solo mostrar lo que le hizo a Kong Tian era una prueba de lo peligroso que podía ser.
Sin embargo, cualquier semilla mental que haya dejado podía ser limpiada por la Iglesia del Orden y si la purificación del Orden no funcionaba, entonces cuando los psiónicos de esa iglesia se movieran lograrían encontrar la semilla del idiota.
"Probablemente. No me gusta el Orden. Soy más un espíritu libre y sin control. Tan tentador como increíblemente encantador." Respondió Hermes sonriendo de manera brillante.
Era simplemente un idiota… Alice se tragó ese comentario para ella misma y simplemente decidió ignorarlo.
"He investigado con quien estaba relacionado Kong Tian y Tang Bai… No he encontrado nada." Dijo Hermes logrando que ella se girara para observarlo. "Los que se mueven no son unos novatos, Alice. Son buenos o llevan tiempo en esto."
Son buenos actuando y moviéndose entre las sombras.
¿Era algún tipo de organización? ¿Un grupo de esos raritos que le gustaba juntarse? ¿O eran sectarios?
Fuera lo que fuera, quienes querían muerta a su hermana eran lo suficiente grande como para conseguir la cooperación de Kong Tian y Tang Bai.
Incluso si eran miembros movilizar rangos SS no era ninguna broma.
"La carrera de este mundo puede ser la razón. Cuando te conviertes en un rango SS, algunos se te acercan para cooperar en secreto. Patéticos tontos que creen que juntándose lograran algo." Dijo Hermes dando una sonrisa despectiva y observándola, añadió. "Aurora tiene la atención de un Primordial. Si yo estuviera en esa carrera la eliminaría."
Las profecías sobre Aurora era una de las posibles razones por la cual alguien quisiera verla muerta.
Todas las profecías eran sobre una persona… Alice chasqueó la lengua.
"¿Crees que ahora, como rango SS, yo llamare la atención?" Preguntó Alice observando al idiota.
Ese hombre le devolvió la mirada y agitó la cabeza.
"Alice eres fuerte, pero no tienes valores. No tienes objetivos. No tienes razones. ¿Por qué eliminaría alguien que no busca el poder ni tiene razones para convertirse en la Diosa de este mundo?" Cuestionó Hermes y observándola, agregó. "Sin embargo, tu hermana es diferente. Ella tiene razones. Siempre moviéndose en los portales abismales, queriendo avanzar y progresar, ayudando a los inocentes… Ella tiene razones para querer participar en la carrera. Y como si fuera poco, es la persona que levantó una ciudad de la nada."
Aquellos que investigaran bien a ambas sabrían que era Aurora quien actuaba queriendo ayudar.
Aurora era quien participaba en los portales y se preocupaba tanto por la enseñanza como por las consecuencias, buscando de algún modo proteger a la gente inocente.
Era quien tenía más razones para buscar el poder y querer involucrarse en más asuntos.
"Algunos Dioses surgen por 'Fe'. Y estoy seguro de que tu hermana tiene la confianza y fe de muchos en Zerzura." Dijo Hermes y observándola, señaló. "Aunque sería diferente si te conviertes en un rango SSS."
Algunos Dioses necesitaban Fe y se mantenían por medio de la Fe… Si leían las historias de surgimiento de los dioses, entonces encontrarían que la fe era fundamental en algunas religiones.
Y la Protectora de Zerzura, Aurora Campbell, era la persona que ayudó a levantar una ciudad y tenía el agradecimiento de muchos ciudadanos en la ciudad.
Si Aurora se hubiera convertido en Reina, ella hubiera sido más querida que el Emperador Víctor de Sudamérica.
Algo normal ya que incluso como la Protectora de Zerzura, la gente pensaba en ella cuando algo sucedía.
"Así que rango SSS…" Murmuró Alice en voz baja.
Hermes estaba mencionando que Aurora sería una mejor competidora para esta supuesta carrera que ella por la falta de razones.
No obstante, si ella ascendía de rango… Nadie podría ignorar a un rango SSS.
"Sí. Eso o pídele al Dios del Tiempo y el Espacio que de algunas profecías sobre ti." Agregó Hermes en broma.
"Prefiero hacerlo por mi cuenta. Un dios que ni siquiera puede controlar las profecías es simplemente un estúpido imbécil." Replicó Alice de inmediato y observando la planta, murmuró. "Prefiero ser yo quien llame la atención en vez de mi hermana."
Su dedo tocó el tallo que tembló por el contacto y Alice vio cómo su dedo se derretía en un líquido negro mientras la piel perdía su color y la mano se convertía en líquido negro.
"Dudó que algo pueda lastimarme en este punto." Murmuró en voz baja.
La mayor parte de su cuerpo era oscuridad y lo único que faltaba era el exterior de su cuerpo, entonces ella se convertiría en oscuridad… Una oscuridad con una fuerza que este mundo temería y que la pondría en esta supuesta carrera.
Había progresado en este último portal y solamente faltaba un poco más antes de la metamorfosis final.
Alice antes hubiera estado indecisa de dar ese paso final, pero ahora…
"Esto es lo que soy." Murmuró sonriendo mientras su mano volvía a tomar forma a partir del líquido negro.
******
Aurora caminó por el pasillo de la sucursal de la Empresa Cosmos mientras tomaba de la mano de Kairos.
Era el final de su cita y como toda cita, ella lo estaba enviando a casa, solamente que no por el Portal Cosmos que todos usaban, sino que por el portal privado de la empresa.
"Me gustó mucho la cita. Especialmente el teatro." Dijo Kairos. "Nunca había ido a un teatro."
Teatro… Aurora tampoco había ido a un teatro en toda su vida.
Sin embargo, para esta cita había decidido llevar a Kairos a un teatro y si era sincera, ella la paso bien.
La obra fue agradable y divertida, lo suficiente como para que Aurora aceptara volver a ir.
"Aunque me atrajo la cartelera de la obra del surgimiento de Zerzura. Quiero ver como representan a la Protectora de Zerzura." Dijo Kairos mientras caminaba.
Entre los carteles para las obras estaba una obra del surgimiento de Zerzura y obviamente la Protectora de Zerzura sería representada al igual que otros grandes individuos.
"Seguramente la representaran muy bien. No obstante, será difícil encontrar una actriz guapa para representarla." Dijo Aurora con una sonrisa que mezclaba orgullo falso y diversión.
"Oh, estoy seguro de que será difícil." Replicó Kairos sonriendo entretenido.
Ambos llegaron a la entrada al portal privado de la empresa y Aurora, dándole una mirada al hombre, se acercó a él y lo besó.
Si alguien estuviera observando diría que ella prácticamente lo presionó en contra de la pared y Aurora estaría orgullosa en admitir que lo hizo.
Luego del beso de despedida, ella sonrió.
"Espero que tengas una buena noche." Dijo Kairos antes de despedirse y entrar a la habitación.
"Te hablaré luego para despedirme." Respondió Aurora, entonces lo vio desaparecer.
Ella sonrió brillantemente y se dirigió a la salida sin ni siquiera tratar de controlar la sonrisa.
Estaba demasiado feliz y no le importó que los trabajadores de la empresa la notaran y abandonó el edificio por la entrada principal.
Al salir notó que la noche estaba en su apogeo y ella vaciló sobre lo que debía hacer.
"Debería llevarle algo de comida para Alice." Murmuró Aurora.
Ella estaba de buen humor y quería animar a su hermana llevándole un poco de comida… Quizás sería suficiente para sobornarla y que no bromeara con ella.
Algo que Alice probablemente haría.
Como estaba en el centro de la ciudad, se dirigió al restaurante de la Empresa Apicius que estaba cerca para hacer su pedido.
La ciudad como siempre, estaba llena de personas y más durante la noche en donde la gente iba y venía para todas partes.
Las oficinas en los edificios empezaban a apagar las luces, pero otros edificios todavía seguían brillando y en las calles los negocios seguían abiertos.
Las personas visitaban los restaurantes y los negocios todavía abiertos disfrutando de la ciudad.
Aurora se dirigió hacia el restaurante mientras caminaba.
Se había cambiado el vestido luego del almuerzo y ahora llevaba ropa ligera y más cómoda.
Quizás porque su cabello largo estaba atado en una coleta y no suelto, ella pasó más desapercibida mientras caminaba.
Desde hace tiempo no caminaba por la ciudad y menos aún desde que volvió del Duodécimo Portal Abismal.
Si bien ella no llamó tanta atención como su hermana, el duodécimo seguía siendo un evento importante.
Dirigiéndose hacia el restaurante, Aurora al llegar al cruce de la calle notó de reojo a una niña que se detuvo para agarrar algo del piso en medio de la calle.
El semáforo estaba en rojo, pero un auto no pudo frenar y se dirigía a la niña que no lo notaba.
Aurora con sus reflejos reaccionó de inmediato y corrió hacia la niña, tomándola de sus brazos antes de llegar a la calle al otro lado.
El auto activó el freno de mano y el conductor lo controló mientras pasaba por el semáforo hasta que se detuvo en medio del cruce.
"El freno… El freno no funcionaba." Dijo el conductor al salir mientras estaba pálido.
Aurora sintió el temblor en el cuerpo de la niña y también sintió que la pequeña la abrazaba.
Una pequeña niña de unos diez años con un cabello rubio la abrazó con fuerza y Aurora también le devolvió el abrazo.
"Está bien, pequeña. Todo está bien." Susurró Aurora al oído y la pequeña se calmó.
Entonces se apartó y Aurora pudo ver el rostro de la pequeña.
Tenía un largo cabello rubio y la piel era blanca suave, mientras que las mejillas eran regordetas y sonrojadas.
Estaba llevando un vestido de color rosa con algunos bordados y los ojos de la pequeña eran de color rojo profundo y anormal.
Una niña tan pura, inocente y linda… No concordaba con la sonrisa y los ojos llenos de diversión que tenía.
"Gracias por salvarme, cuñada." Dijo la pequeña sonriéndole.
Aurora se congeló por completo y su mente dejó de trabajar, logrando que la niña se riera entonces con el sonido de fuego apagándose, la niña desapareció totalmente.
Lo único que quedo fue una nota en la mano y Aurora la tomó de manera inconsciente para observarla.
Algo sucedió en la torre de tu hermano…
Esas eran las palabras que estaban grabadas en la nota.
AUTORENGEDANKEN 
Evil_Warlord
Evil_Warlord Había querido hacer este pequeño encuentro desde hace un tiempo y me gusto como quedo. Espero que a ustedes también.
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