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75.81% The Guardian [Spanish/Español] / Chapter 743: Historia Paralela La Caída Capitulo 36: Al mundo.

Kapitel 743: Historia Paralela La Caída Capitulo 36: Al mundo.

Una grieta apareció en medio de un antiguo cementerio de guerra en alguna parte de Luxemburgo y desde esa grieta de color púrpura, salió una criatura siniestra.

Era una figura humanoide femenina que llevaba un velo cubriendo su rostro y parecía fantasmagórica.

Sin embargo, no era ningún ser tipo espiritual era algo psiónico.

"Una pesadilla." Dijo Auriane Delacroix y levantando su mano manifestando la energía psiónica, explicó. "La energía psiónica estuvo presente en este mundo en menor medida. Los vestigios pasados quedan y solamente ahora están manifestándose."

Agatha que escuchó esa explicación de un tema que ella desconocía, observó la figura y…

"Así que este es una pesadilla nacida del lamento de las viudas." Murmuró Agatha al darse cuenta de la figura.

El velo que cubría el rostro, la figura femenina y ese sentimiento de tristeza y perdida que expresaba esa pesadilla fue fácil de entender.

"¡KYAAA!"

El grito de dolor envolvió los alrededores y la pesadilla ejerció tanto una fuerza física como mental que atravesó la barrera.

Era una pesadilla de rango S que podía manifestarse en el mundo real y ejercer una fuerza tangible.

"Oh, Gran Señora del Orden devuelve todo a su lugar." Rezó Auriane en voz alta.

La oscuridad de esta noche tan tenebrosa desapareció cuando un pilar de luz blanca descendió del cielo a la figura y Agatha vio que debajo del velo había miles de rostros de dolor y cansancio.

Entonces ese dolor fue reducido y Auriane movió su mano, usando la energía psiónica de tal manera que purificó la figura y la hizo desaparecer.

"Existe un plano atado a la tierra. Lo llamamos Plano Astral. Es donde se encuentra la energía psiónica y en donde todos los seres vivos de la tierra dejan su marca. A veces el dolor o las emociones generalizadas pueden dar nacimiento a estas pesadillas." Dijo Auriane y dando una mirada seria, reveló. "Lo peor no es eso. Es que hay un Velo que divide el Plano Astral Terrícola con un Plano Astral de mayor tamaño. Un 'Reino' diferente, si quieres llamarlo. Y siento que hay cosas peligrosas al otro lado. Cosas que pueden llevar a que la tierra sufra."

La mirada solemne y seria de esa mujer fue demasiado evidente y Agatha también puso una expresión igual de seria.

Estaban en mayo del año 2032 y sabía que Auriane estuvo moviéndose y trabajando en múltiples partes y accidentes que o terminaban siendo desconocidos u ocultados por los gobiernos.

"El accidente de Estonia fue causado por esto." Murmuró Agatha y Auriane suspiró.

En Estonia hubo un accidente en donde un psiónico que quería alcanzar el rango S se volvió loco de repente y si bien alcanzó ese rango, asesinó pueblos enteros antes de que la Iglesia del Orden llegara para detenerlo.

De cierta manera ese accidente era un grano de arena cuando uno pensaba en los accidentes que estaban sucediendo en todo el mundo.

El surgir de las bestias mágicas en varias partes del mundo, los superhéroes europeos que cada vez eran más numerosos y los supremacistas que aparecían en la política, los surgimientos de gremios de jugadores en Oriente Medio, la caída de naciones en África y cientos de otros peligros que estaban apareciendo.

Todos los continentes estaban siendo afligidos por tragedias y peligros que causaban perdidas enormes.

Incluso si las iglesias del Orden y del Tiempo y el Espacio estaban creciendo en número y expandiéndose tenían pocas manos para estar presente en todo.

Incluso su esposo que trabajaba con otros héroes tenía poco tiempo para actuar.

Como si fuera poco, no era como si pudieran viajar de un lado al otro en el mundo y los aviones, aunque mejoraban con la tecnología de la Empresa Cosmos, no fue suficiente.

"Bien. Quieres mi ayuda, ¿cierto?" Preguntó Agatha observando a Auriane quien sonrió al escucharla.

No la llamó aquí para nada y había algo que quería.

"Sí. Quiero limpiar el Plano Astral de la Tierra y fortalecer el Velo para que nada entre." Dijo Auriane y dando una pequeña sonrisa, contó. "Mi esposo, mi hijo mayor y mi pequeña niña son psiónicos. Me gusta creer que somos una familia de linaje psiónico."

Sonaba orgullosa al hablar de su familia y del linaje, aunque de cierta manera era ligeramente bromista.

Entonces la expresión de esa mujer se volvió seria.

"No quiero dejarles un mundo peligroso a ellos. A diferencia de magos u otros usuarios de habilidades, los psiónicos estamos de alguna manera conectado al Plano Astral." Dijo Auriane y sin ocultar la seriedad en su rostro, anunció. "Limpiaré el Plano Astral de los peligros antes que surjan en la tierra y protegeré el Velo que cubre nuestro mundo."

Lo estaba haciendo porque temía que alguna vez su familia fuera afectada por aquello que se encontraba en el Plano Astral y ella prefería limpiarlo antes de lamentarse.

"¿Cómo lo harás?" Preguntó Agatha honestamente.

Tenía demasiadas tareas en su mano y si era sincera desconocía totalmente del Plano Astral y, por ende, no tenía ni la menor idea de cómo intervenir, lo peor era que…

—No pienses en mí, Agatha. Soy un ser Divino, no omnisciente.

La voz de la niña sonó en su mente y Agatha suspiró al darse cuenta de que Jezabel no sabía del tema.

Para ser una Primordial que había vivido durante un tiempo indeterminado y que se decía que era inmortal era bastante patético que no supiera sobre el tema.

—Sé que me estás provocando. Así que, en vez de explicarte, dejaré que lo entiendas.

Escuchando tal respuesta, vio como Auriane en vez de responder le daba la mano para que la tomara.

"Vamos. No es como si fuéramos a engañar a nuestros esposos." Instó Auriane dando una sonrisa bromista.

Agatha sonrió y tomó la mano de la mujer, entonces todos sus alrededores se distorsionaron y ambas entraron a un mundo de color púrpura.

El sitio era misterioso y no había maneras de definir direcciones o de identificar en donde estaba y como si fuera poco, ella era negada por aquello que la rodeaba.

No, no era ella en específico, era la energía mágica que estaba presente en su cuerpo y que chocaba con la energía psiónica.

Sin embargo, Auriane expandió una capa por medio de su mano y la cubrió, permitiéndole permanecer en este sitio.

"…"

Entonces Auriane se movió, como si estuviera viajando por un espacio sin direcciones y Agatha vio torbellinos gigantescos por toda la zona, algunas veces pesadillas rondaban devorando a otras pesadillas menores.

Antiguas fortalezas destruidas, masivos edificios, terrenos que expresaban catástrofes y otras veces guardaban rencores milenarios.

Los torbellinos tragaban algunos de esos sitios destruyéndolos y usando las emociones que daban formas a esas estructuras, las reunía en pesadillas que alimentaban para que surgieran.

Y luego de avanzar por un tiempo desconocido, Auriane se detuvo y Agatha pudo ver un velo dividía el espacio a la lejanía.

No lo vio por ella misma, fue Auriane quien le permitió observarlo y en esa misma vista y Agatha tembló por unos segundos.

El Velo no estaba cubriendo el otro lado, lo estaba protegiendo a ellos de lo que estaba más allá.

Fue ahí cuando Auriane forzó su energía psiónica y entonces una pequeña cabaña apareció al frente de ambas y las dos entraron.

A diferencia del exterior que dio la impresión de ser una cabaña pequeña, el interior era un enorme palacio que dejaba ver la fortaleza mental de la mujer que diseño este hogar para ella.

Al entrar y cerrar la puerta, todo se estabilizó como si entraran a una nueva realidad.

"¿Y?" Preguntó Auriane observándola detenidamente.

Estaba agotada, pero sus ojos brillaban en una luz púrpura intensa revelando un poderío y una fuerza mental abrumadora.

"A esto es lo que te enfrentas. Tienes coraje." Dijo Agatha con honestidad.

Auriane se rio débilmente un poco avergonzada y entonces al recibir la mirada de ella, sonrió.

"Lo dice la mujer que en unos días unificó las iglesias del mundo." Murmuró Auriane sonriendo suavemente y suspirando, reveló. "Sé que estás relacionado con los Primordiales, Agatha."

"Por supuesto. Soy parte de la Iglesia del Tiempo y el Espacio." Respondió Agatha sarcásticamente y sonriéndole cómodamente para que se relajara, añadió. "Pero continua."

Sonriendo ante su respuesta, Auriane se volvió a calmar y la observó.

"No te pediré que le reces o le pedís a ellos. He arreglado con el Sumo Pontífice Adrián para centrar la Iglesia del Orden y apuntar a los terrores psiónicos. Dar Orden a este mundo." Anunció Auriane con determinación y revelando una expresión lamentable, comentó. "Sin embargo, tenemos demasiado entre manos. Los supremacistas que están surgiendo preocupan. Los autodenominados superhéroes y ni hablar de los incontables conflictos que afectan este mundo."

La Iglesia del Orden estaba involucrada en la política europea y era un pilar en estas tierras, que estaba rechazando la política supremacista que políticos pregonaban y que estaban obteniendo apoyo.

También estaba involucrada con los autodenominados superhéroes y muchas veces actuaban como un sistema legal para detener criminales o juzgarlos.

Como si fuera poco, al igual que la Iglesia del Tiempo y el Espacio que había enviado gente a Asia, Oceanía y a otros continentes para expandir la influencia, la Iglesia del Orden hizo lo mismo.

Tenían los manos demasiados llenas y ahora…

"Quiere que te quite parte de ese trabajo." Murmuró Agatha en entendimiento y Auriane asintió.

La Iglesia del Orden podía usar el poder de su diosa, pero no obtenía respuesta o interactuaba abiertamente con ella, muy diferente con la Iglesia del Tiempo y el Espacio y Aión.

Aunque en ese sentido cualquiera podía hablar con Aión si le enviaban un mensaje a su red social que estúpidamente seguía activa y ellos tenían que proteger.

Agatha pensó en Jezabel y…

—Oh, no pienses en mí. Soy un ser Divino.

Junto a esas palabras una esfera de fuego apareció en medio de ambas y esa esfera quemó todo a su alrededor, incluyendo la energía psiónica.

Auriane actuó rápido y ambas aparecieron en el vacío del mundo púrpura, tan solo para que la esfera de fuego creciera tragando la energía psiónica.

"Agatha…" Le instó Auriane para que se detuviera y en un tono serio, murmuró. "Sé que eres increíble y todo. Pero esa esfera de fuego… Tragará todo."

La energía mágica y energía psiónica se repelían y se negaban entre ellas, no obstante, cuando Jezabel actuaba no podía negarla, sino que ella quemaba.

Un Ser Divino que se decía que era Fuego, Destrucción y Caos, su mera presencia destruía y quemaba todo el entorno y más en un mundo como este en donde la mente lo era todo.

—¡Por fin me entiendes! No es que no sepa demasiado de lo psiónico, sino que no puedo acercarme para conocer. Si lo hago destruiré todo.

La esfera de fuego desapareció y Auriane volvió a suspirar de vuelta aliviada.

—Incluso Aión tiene problemas. La barrera dimensional que él puso fue traducida aquí como un Velo. En este mundo en donde los seres que han transcendido con sus mentes están presentes, la mente y los conceptos tienen fuerza. Yo soy un Fuego Infernal que destruirá todo.

Al escuchar esas palabras, Agatha suspiró y se frotó la sien al volver a entrar al edificio.

Auriane la esperó, sabiendo que probablemente estaba conversando con algo fuera de este mundo.

Lo que estaba diciendo Jezabel era que, al ser un Ser Divino, un Primordial no podía encargarse de las cosas referidos al Plano Astral.

¿Y no sería lo mismo con Aión? En este sitio no parecía ser afectado por el Tiempo y el Espacio, lo que significaba que, si él se movía, podían causar más problemas que soluciones.

"No pensé que los Primordiales fueran tan patéticos." Murmuró Agatha en un tono gruñón.

—Me lastimas, suegra. Pero no me importa. Puede que yo no sepa sobre los Seres Trascendentales que habitan el Plano Astral más allá del Velo, pero conozco sobre los cultivadores. ¿Has escuchado de ellos?

Al darse cuenta de que la pequeña niña estaba por empezar a desvariar, Agatha volvió a observar a Auriane quien estaba incómoda.

Lo estaba porque a pesar de que ella aceptó que estaba conectada a los Primordiales, lo estaba insultando directamente.

"Te prestaré una mano y me ocuparé de las tareas que requieran algo de fuerza. Sin embargo, me gustaría que tu iglesia se encargue de los temas de purificar y dar orden." Dijo Agatha con un tono simple y observando a Auriane, preguntó. "¿Puedes arreglar con el Sumo Pontífice Adrián?"

Comprendía que Auriane tenía una posición alta en la Iglesia del Orden y había escuchado que su esposo estaba levantando una empresa relacionada con lo psiónico y apoyaba a la iglesia.

Sin embargo, aquí estaban organizando las funciones de la iglesia.

Agatha no temía encargarse de los problemas que requirieran una mano dura y fuerza absoluta.

Las sectas, cultos y lunáticos eran temas que podía trabajar para encargarse desocupando parcialmente a la Iglesia del Orden para que se centrara en lo psiónico.

"Sí. Adrián quiere centrarse en dos temas importantes. El Plano Astral es lo primero y lo segundo son los supremacistas de Europa." Respondió Auriane y sonriendo emocionada, añadió. "También seguiremos trabajando en purificaciones de cementerios y deshacernos de monstruos."

La Iglesia del Orden era perfecta para temas relacionados con la purificación o al orden natural como era los monstruos, fantasmas o seres espirituales que podían volverse peligrosos.

Eran mejores que los paladines la Iglesia del Tiempo y el Espacio, así que era bueno que siguieran trabajando en ello.

"Bien. Arreglemos los pormenores." Dijo Agatha sonriendo a esa mujer que estaba feliz de que todo fuera bien.

Auriane era alguien admirable y dejar que se encargara de estas tareas se sintió como lo correcto.

Agatha no podía estar en todas partes y pedirle ayuda a los Primordiales era complicado.

Después de todo, nunca se sabía cómo actuarían esos seres.

Escuchando una risa en su mente, Agatha siguió a Auriane.

******

Antón caminó por las calles de París con su paraguas en la mano.

Estaba lloviendo y el clima era molesto, lo que provocó que él frunciera el ceño y siguió caminando hasta que se detuvo en unas escaleras que dirigía a una puerta subterránea.

Al entrar por el lugar, pudo escuchar el ruido del bar y él cerró sus paraguas mientras entraba.

"Viniste." Dijo una voz solemne y seria.

"Archibald." Saludó Antón a Archibald Morgan, el Arcángel de la Guerra.

Al ver a ese hombre, Antón se dio cuenta de que era más frío que la última vez que lo conoció y revelaba una presencia purificadora y ligeramente superior.

"¿Ascendiste de rango?" Preguntó Antón en voz baja y al ver al hombre asentir, dudó. "Cómo te sientes?"

Archibald lo observó detenidamente por unos segundos y dio un suspiro en voz baja.

"Solo." Respondió Archibald.

Un tono pesado y trágico que fue suficiente como para que Antón pusiera una expresión seria.

Archibald Morgan el Arcángel de la Guerra estaba pareciendo cada vez más viejo y fue por el cabello y barba blanca que crecía.

No era canas o algo natural, sino que era causado por el linaje que ese hombre estaba despertando y que había aumentado cuando alcanzó el rango A.

"Deberías parar." Dijo Antón con seriedad y Archibald soltó una risa algo animada.

"Gracias por la preocupación, compañero. Pero este mundo se está yendo al infierno y si me vuelvo un viejo solitario para evitarlo, entonces lo haré." Respondió Archibald y al ver que estuvo por hablar, lo detuvo y reveló. "Sé lo que significa tener el Linaje de un Celestial. Puedo lidiar con las consecuencias, como tú lidiaras con tu tamaño."

Un Celestial.

De esa manera era como se llamaba a los ángeles, arcángeles o los otros tipos de razas incluidos en esta categoría.

Tales seres eran comunales y le gustaba vivir juntos, casi siempre adorando a un Dios entre ellos y algunos lo llamaban fanáticos por la adoración, que a veces era extrema.

Incluso aquellos que controlaban esa capacidad o entre los Ángeles Caídos que no adoraban a nadie, seguían viviendo en comunidades de gran tamaño y siempre seguían a un líder.

Quizás hace incontables años un ángel cayó en este mundo y su descendencia ahora despertó el linaje, y cada vez que lo activaba se volvía fuerte, pero también el linaje se fortalecía y se convertía en uno de esos celestiales.

Uno que iba a estar solo en este mundo.

"Ven, vamos." Instó Archibald solemnemente.

Archibald era un hombre decidido y determinado, cuyo deseo de ayudar a aquellos que lo necesitaban era incuestionable.

Ya había mostrado su determinación durante la guerra civil estadounidense y ahora mismo seguía manteniendo tal tenacidad.

Antón solamente lo siguió en silencio y pasando del bar principal, llegaron a una habitación en donde se encontraban varias personas.

Gervaise Alméras, Logan Harris, Aarón Vincent y con Archibald y él eran cinco personas las que estaban presentes.

"¿Y Agatha?" Preguntó Vincent con una mirada seria.

"Cuidando a nuestras hijas." Respondió Antón y al sentarse paso varios anillos espaciales, que contenían un mapa y comentó. "Dentro están las ubicaciones de círculos mágicos para que puedan moverse. La mayoría están en capitales de naciones. Incluye todos los continentes, algunas con menor número. Lo envía mi esposa."

"Que agradable regalo." Respondió Alméras y encogiéndose de hombros, anunció. "Verte a ti por las noticias extranjeras me daba envidia."

Era una broma para aligerar la atmósfera que algunos daban, pero no pudo lograr demasiado.

Estos círculos mágicos estaban instalados en edificios, zonas encubiertas y ocultas de todas partes del mundo.

Replicaban de cierta manera la red de círculos mágicos que usaba su hijo, solamente que con menor seguridad y fue diseñado por su esposa, para permitir que aquellos que lo tenían se movieran a diferentes partes del mundo.

Si bien en algunas naciones podían moverse a las capitales y no a otras ciudades, era mejor que tener que tomar un avión.

Incluso los nuevos diseños de aviones que la Empresa Cosmos estaba diseñando no eran tan rápidos como este método.

Y ahora ellos podrían intervenir en eventos de diferentes partes del mundo en tan solo unas pocas horas.

"Mi esposa quiere usar los templos de la Iglesia del Tiempo y el Espacio para movernos. Pero tal tarea es a futuro. A algunos países no le gusta la idea de que fuerzas externas puedan entrar a su país sin saberlo." Dijo Antón seriamente.

Le estaba diciendo que mantuvieran los círculos mágicos ocultos para que no causaran problemas políticos.

"Nos viene bien." Dijo Logan y observando a los presentes que estaban sentados, preguntó. "¿Iremos al tema principal? Mañana inauguraré una sucursal de aventureros en Francia y estoy corto de tiempo."

Ese hombre era uno de los fundadores de la profesión llamada aventurero que fue aceptada oficialmente en los Estados Unidos y se estaba extendiendo al mundo.

Si bien cada nación ponía sus propias reglas y eran mayormente independientes, este hombre instauró la profesión de manera legal en varios países y estaba repitiendo la hazaña en Europa.

"¿Qué hacemos con los héroes problemáticos?" Cuestionó Archibald en un tono serio.

"¿No es mejor llamarlos superhéroes? Escuche que ese nombre está resonando." Dijo Vincent dando una sonrisa animada.

"Hmph. Es lo mismo. Bastardos que se llaman héroes y que no les importa una mierda sus acciones." Respondió Archibald y mientras sus ojos se volvían sutilmente blancos, anunció. "Me importa poco si lo hacen por fama o lo que sea. Pero nosotros iniciamos esto."

Ellos iniciaron la tendencia de héroes… Aunque tal idea sonaba descarada, Antón permaneció en silencio.

Después de todo, él fue uno de los primeros en aparecer usando una máscara y detuvo una grieta que se desbordaba.

Luego de eso muchos iniciaron y los presentes eran algunos de los más famosos y los que motivaron a otros.

Tal motivación fue mayor en la guerra civil estadounidense en donde incluso guiaron a otros para que se movieran y los lideraron.

"¿Y qué quieres hacer? ¿Matarlos a todos?" Cuestionó Alméras directamente.

Estaban en el año 2032 en el mes de noviembre y los héroes aparecían con más fuerza, pero estos héroes llevaban máscaras y usaban trajes.

Había algunos que se autodenominaban 'superhéroes' y al salvar personas ellos causaban problemas y algunos provocaban tanta destrucción, sin nunca asumir la culpa.

Como si fuera poco, ni siquiera estaban siguiendo las reglas o al menos aparentar sobre las reglas.

En momentos de necesidad como lo fue la guerra civil estadounidense se podía justificar el accionar que ellos cometieron, pero estaban en tiempos de paz.

Aunque esos individuos la tomaban como una falsa paz.

Al final no podían hacer nada.

Si lo asesinaban, quienes serían los malos serian ellos.

"Escuche que algunos políticos europeos están queriendo crear una nueva organización. Varios políticos de diversos países se han unido. Podemos dejarles el tema a ellos." Dijo Alméras en calma.

"No lo sé. Una vez que la política está involucrada los valores se tuercen por los objetivos políticos." Murmuró Antón y al ver que Vincent asentía, comentó. "Igualmente, no podemos hacer nada. La primera vez usamos máscaras porque no queríamos que la gente cercana a nosotros saliera herida."

Usaron máscaras para ocultarse de aquellos que podían atacar a sus familiares, conocidos o personas cercanas y Antón fue similar.

"Y ahora usan máscaras porque desean evitar las consecuencias de sus acciones." Murmuró Vincent en voz baja.

Hubo un silencio pesado entre todos.

La verdad era que ellos tenían una mayor influencia en Estados Unidos, en donde mayormente estuvieron presentes y ayudaron sin dudarlo.

Luego de que la guerra civil terminara, solamente él tuvo mayor reconocimiento internacional, ya que usaba los círculos mágicos de su hijo para moverse por todas partes del mundo.

"Si quieren mostrar algo. Ahora podemos hacerlo." Dijo Antón señalando los anillos y observando a todos, anunció. "Solo queda trabajar."

Los autodenominados superhéroes y esos héroes enmascarados estaban causando tensiones y problemas, empañando la imagen que ellos construyeron.

No era mentira que ellos iniciaron todo esto y si bien quizás otros hubieran ocupado sus lugares, el punto era que ellos estaban en el foco principal.

Si querían cambiar algo, necesitaban actuar y la mejor manera de hacerlo era seguir dando el ejemplo de ayudar.

Esta vez no a una nación… Si no que al mundo.

Y estos círculos mágicos eran un atajo para llegar a las partes necesitadas de este mundo.


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