En lo alto de la sede de la Empresa Apicius, Alice estaba sentada en la silla principal de la oficina más grande.
Como la silla de escritorio era capaz de girarse, ella estaba mirando por el ventanal a la ciudad y en esta noche tan brillante, pudo ver cientos de luces cubriendo la ciudad.
Sin embargo, no se sintió maravillada por la vista y tampoco sintió alguna emoción y volvió a comer sus bocadillos, disfrutando el sabor de la nueva edición de papitas.
La empresa se encargaba de buscar formas de crear nuevos 'bocadillos' y era ella la primera en probarlos.
Y en vez de la vista que algunos considerarían maravillosa, por sentirse que estaban en poder y en una posición superior que otros mirando desde tan alto, Alice solo comió en silencio.
La puerta a su espalda se abrió y la presencia la esperó a su espalda, hasta que Alice terminó su bolsa.
"¿Terminaste?" Preguntó Alice girándose en la silla lo suficiente como para que terminara mirando para un lado diferente al que deseaba.
¿Por qué su hermana no se compró estas sillas para su oficina? Eran mil veces mejor que las que tenía actualmente… Ese pensamiento se mantuvo en su mente a pesar de que James la estaba mirando.
"Si, Su Excelencia. Nos hemos encargado de darle lo que ha deseado. Habíamos estado pensando en extendernos más lejos que solo las comidas y ahora se nos ha presentado la oportunidad para de verdad invertir." Dijo James con una suave sonrisa de un anciano amistoso.
Alice solo frunció el ceño ante las primeras palabras, pero pudo captar que ese anciano lo dijo, ya que ahora si bien parecía estar hablando de sus planes y deseos, en realidad estaba pidiendo permiso.
"Mientras el apoyo a Zerzura no cese. Tú y los demás pueden hacer lo que deseen." Dijo Alice y levantándose, añadió. "Solo no vuelvas a cometer otro error como los Toros Rojos… No quiero volver a lidiar con algo de ese estilo."
¿Cuáles eran sus planes? Alice no le gustaba meterse en esos estúpidos negocios, pero comprendía que buscar extenderse, era mucho más que solo comprar nuevas empresas o crear nuevas filiales.
Significaba atar a más personas a lo que el mundo conocía como la Empresa Apicius… Y lo que ellos llamaban afiliados, un rango que se les concedía algunos de confianza.
James no se detuvo y mantuvo su sonrisa.
"La ciudad de Zerzura está creciendo cada vez más y si bien hemos comenzado relaciones comerciales con el bosque mágico y con el Imperio Falion y los terranovense, llevara un tiempo para que obtengamos beneficios." Añadió James y viendo que ella le hacía una señal para que fuera al grano, explicó. "Queríamos pedirle a Gaspard que prepare unos platos para venderlos en una subasta."
No estaba pidiendo subastar simples platos de comida, Gaspard era el 'Maestro Culinario' de la Empresa Apicius y era alguien capaz de crear elixires como platos.
James estaba pidiendo permiso para subastar elixires que pudieran beneficiar a los distintos usuarios de habilidades y era probable que quisiera crear platos que fueran capaces de dar otros beneficios.
Ya sea aumentar la longevidad, curar enfermedades o todos los platos que Gaspard fuera capaz de crear con los recursos disponibles.
Y la Empresa Apicius tenía recursos disponibles, pero ahora con los negocios en el bosque mágico y mayormente Terra Nova, los ingredientes que podrían obtener los llevarían a ganar sumas astronómicas.
"Si Gaspard desea perder su tiempo en esas cosas, hazlo. Sin embargo, cuando vengan los primeros suministros de Terra nova, quiero pedirle que nos envié algunos platos. No tienen que tener nada especial." Ordenó Alice con calma.
No le gustaba meterse con los asuntos de la Empresa Apicius, los negocios ya fueran los turbios o los que realizaba a la luz del día, no obstante, le gustaban los beneficios que le daban.
Era esta empresa quien le enviaba la comida, los ingredientes que personas normales no podían conseguir y quien suministraba la comida que ella disfrutaba, a la vez tenía diversos restaurantes por todo el mundo que de vez en cuando visitaba.
Ahora con los suministros de Terra nova, Alice a diferencia de James, no veía los beneficios de los ingredientes que era capaz de obtener, pensaba en los platos que comería y probaría junto a su hermana.
¿En cuanto a Gaspard? Si deseaba vender sus platos y trabajar vendiendo sus grandes obras, era capaz de hacerlo.
"Sin embargo, que toda tenga un límite." Añadió Alice tras pensarlo bien.
Una cosa era preparar un plato que ayudara a alguien ascender al rango A y otro asunto era preparar un plato que ayudara a ascender a un rango S… O SS.
Y si bien en la tierra los ingredientes para crear platos de tal magnitud eran escasos y muy raros, el comercio con Terra nova era capaz de brindarlo.
Incluso si James no era capaz de viajar al otro mundo para arreglar los negocios de forma personal, tenía las herramientas para crecer y conseguir lo que necesitaba de Terra nova.
"Comprendo, Su Excelencia." Dijo James abriendo la puerta de la oficina para que ella saliera y acompañándola al ascensor, dudó un momento, pero al final sacó una hoja y cuando se la paso, añadió. "Su socio nos ha pedido que le diera esto."
Alice que tomó la hoja esperando alguna frase estúpida, se encontró con nombres que no tenía ni idea de lo que significaban.
'La oscuridad en la industria', 'los dos lados de la moneada' y varios de nombres extraños que buscaban mostrar una dualidad en situaciones, que ella desconocía.
James continuó.
"Él ya ha conseguido la ayuda del gobierno americano para ocultar su identidad y nosotros le daremos el trabajo y los recursos que necesita, pero él insistió que fueron estas películas lo que lo motivaron a querer comenzar una nueva vida." Dijo James e ignorando su expresión, añadió. "Se la recomienda."
Le estaban recomendando películas.
De todas las cosas que ese idiota podía decir o hacer, al final le termino recomendando películas y Alice solo dio un suspiro sin tener las fuerzas para molestarse.
Cuando estuvo a punto de guardar la hoja, pudo ver que su hermana se acercaba desde uno de los pasillos con una sonrisa emocionada.
"¿Salió bien el apoyo a Urfin?" Preguntó Alice con cierta curiosidad.
"Sí. Así que será necesario que te prepares, ¡te haré trabajar mucho para pagar esa deliciosa cena que tuvimos!" Declaró Aurora y dándole unas palmaditas, susurró. "Y tal vez algunas más y quizás clases de cocina para mí."
Su hermana desde que empezó a salir y hablar con Akira con la cual conversaba de vez en cuando, se encontraba más animada y suelta.
Era cierto que seguía realizando misiones arcas y de vez en cuando misiones de asalto, pero de cierta forma que tratara de ir a las tierras sin ley para ayudar, dejaba ver que se estaba soltando un poco más.
Fue lo suficiente como para admitir que deseaba seguir probando la cocina terranovense de Urfin y aprender de él.
"Trabajaré muy duro." Respondió Alice en voz alta y como un soldado dio un saludo, causando que su hermana se riera.
Sin embargo, a la vez le dio una mirada al papel y leyó lo que estaba escrito.
"¿Qué es eso?" Preguntó Aurora de forma curiosa.
Alice se puso un poco nervioso y su nerviosismo solo aumentó cuando vio que James ya se había retirado, sin deseos de ayudarla.
"Son películas que quiero ver…" Murmuró sin tener oportunidad para pensarlo.
"Oh, si quieres podemos verlas juntas. ¡Haremos maratón!" Exclamó Aurora muy animada mientras entraban al ascensor.
Al ver que su hermana tocaba el botón para descender, Alice suspiro en secreto y solo esperó que fueran buenas películas.
******
Los créditos de la última película de la lista empezaron a ser mostrados y Aurora parpadeó, en silencio.
La lista fue buena.
Películas con historias interesantes, atrapantes, buenos giros, tramas y actores que no eran tan reconocidos, pero a la vez que actuaban muy bien y hasta había algunas con efectos especiales muy buenos.
Una lista de películas más nuevas y algunas más viejas, incluyendo películas de antes del Gran Cataclismo, solo que el tema era el mismo.
La oscuridad de la industria del entretenimiento.
Algunas películas hablaron de como actrices fueron engañadas con falsos tratos que le decían que cumplirían sus sueños, pero fueron cruelmente tratadas por sus manager, productores y directores, todo porque estaban atadas por contratos con pesadas cláusulas de cancelación.
Las películas fueron desde aquellos que usaban las leyes o los contratos a películas más retorcidas en donde estaban involucradas mafias, criminales, personas ricas, famosos más poderosos y decenas de influencias.
Otras mostraban que la 'edad' solo era un número y que, para los ojos de algunos hombres y mujeres, esa edad era solo un 'condimento' extra para sus sucios y asquerosos deseos.
Como si fuera poco, las películas fueron realistas hasta el punto de que hubo escenas de sexo que bordaban lo explícito y que si bien fueron incómodas, llevo a que las películas se sintieran cruda.
Desde la crueldad de los chantajes, las amenazas, las drogas, la manipulación que se realizaba en las personas jóvenes, estrellas que no conocían el mundo o que no tenían respaldo y luego otras películas más modernas profundizaron en temas más mágicos.
Sectas ocultas profundamente entre los directores, productores y algunos actores, que se aprovechaban de los novatos y utilizaban los poderes de sus dioses para hacer lo que deseaban.
Magia mental llevada al extremo que convertía algunas actrices en solo juguetes para lunáticos o magia de ilusión que era capaz de retorcer los escenarios de formas muy turbias, llevando a que algunas personas hicieran cosas que eran inimaginables.
La crudeza que mostraba algunas obras estaban al nivel de haberse vuelto ilegales en algunos países y algunos documentales-películas mostraban como las empresas eran quienes presionaban para que estas películas no triunfaran.
Con la excusa de que no deseaban que la industria no se 'ensuciara'… Una tonta excusa que en realidad buscaba ocultar la suciedad, queriendo verse 'limpios'.
"…"
Aurora le dio una mirada de su hermana que también parpadeaba de forma extraña, tal vez sorprendida de que algunas películas fueran tan crudas o quizás por otra razón.
Entre las películas hubo historias de hombres y mujeres e incluso de jóvenes que ni siquiera alcanzaban la mayoría de edad y había historias que iban desde la crueldad, hasta las situaciones incómodas cubiertas por la idea de 'trabajo' o 'contrato'.
Y el tema era que no solo ocurría en la industria de las películas y con actrices, sino que modelos, cantantes y la mayoría de las celebridades.
Tan solo una sesión de fotos podía terminar muy mal para alguien sin respaldo suficiente o con algunos problemas económicos.
"Crees que… ¿Amber estará bien?" Preguntó Aurora preocupada.
Estas películas acabaron despertando su preocupación por Amber, quien hasta ahora estuvo rechazando discográficas.
"Ella es capaz de sentir las emociones de las personas." Respondió Alice, pero no pudo decir nada más.
Amber tenía una capacidad bastante única que no solo se trataba de trasmitir emociones por sus canciones, sino que sentir las emociones de otros y eso la convertía de cierta forma en un detector de malas personas.
Sin embargo, al igual como ella era capaz de tales hazañas, en este mundo había incontables usuarios de habilidades con múltiples destrezas no solo capaces de protegerse de tales habilidades, sino que engañarlas.
Al igual que algunos engañaban la magia mental y fue por eso que Alice no fue capaz de decir abiertamente que estaría bien.
"Puede que suceda cosas buenas." Dijo Alice de forma apresurada buscando que no se preocupara, pero fue tarde.
Hubo una película que fue la más 'decente' entre tanta oscuridad y esa fue la de un joven que al convertirse en modelo tuvo que buscar un respaldo y ese respaldo fue una señora mayor, que lo utilizaba.
No solo para tener relaciones sexuales, sino que para utilizarlo en una relación pública, mientras mantenían un trato secreto.
Algunos pensarían que era un 'trato decente', pero las escenas de esa señora mayor, controlando al joven modelo, menospreciándolo y manipulándolo a su manera, aprovechándose de que ella fue capaz de convertirlo en una estrella, dejo ver una historia psicológica retorcida.
Y al final de la historia, se dejó en evidencia que era una historia real.
El mundo es cruel… Ese hecho era evidente y con tan solo pensar en Sudan, se dejaba ver una porción de a qué nivel llegaba la crueldad, pero estas películas le mostraron que esa crueldad estaba en todas partes.
Lo que la asustaba era que su amiga, estaba por meterse en esa clase de lugar.
"¿Qué crees?" Dudó Aurora en un murmullo.
No le estaba preguntando a su hermana, sino que a su sistema que sabía que estaba a su lado y la respuesta fue…
—No lo sé… Incluso si no suceden los peores escenarios, es probable que no la pase tan bien. Siempre habrá competencias, envidia, rencor y las escasas posibilidades puede llevar a que algunos sean crueles.
Su sistema dejó ver un texto bastante largo y en su mente se mostraron varias noticias y escándalos del mundo de entretenimiento.
No solo del gran 'Hollywood' sino que, de diferentes naciones, que iban desde famosos cantantes en países orientales hasta algunos escándalos en países europeos.
Estaba buscando en internet, filtrando las noticias tendenciosas y dejando solo las verdaderas.
—Siempre existen las personas que se aprovechan de las situaciones de otros. Lugares de trabajos en donde existe el acoso, la violencia psicológica y en donde quienes trabajaban terminan en muy mal estado.
Lo que ella había visto fue el extremo del extremo, pero igualmente había pequeños asuntos que al combinarse podían llevar a que las personas se quebraran.
Y sucedían no solo en el mundo de la fama, sino que en cualquier industria y lugar de trabajo.
Era un tipo de oscuridad que ella no había visto y no había enfrentado, era más, no sabía cómo enfrentar.
"¿Debería ir a advertirle? Pero yo… No… Eso es…" Murmurando un poco nerviosa, Aurora se tragó sus palabras.
¿Qué iba a decirle? ¿Qué dejara su deseo de convertirse en una gran cantante y que dejara de hacer música tan solo porque ella tenía miedo?
¿Y cómo se lo diría? Como Aurora Campbell a quien ni siquiera conocía… O se pondría la máscara y se aceraría luego de prácticamente había tratado de olvidar todo su pasado, Amber incluida.
"'El talento sin apoyo no llega a ningún lugar'…" Murmuró Aurora, logrando que su hermana se pusiera nerviosa.
Esa frase la dijo Alice mientras veía la película de forma indiferente comiendo sus papitas y lo dijo cuándo el protagonista fue aplastado por aquellos a quienes rechazo por un contrato.
Alice abrió su boca, como si quisiera consolarla, pero luego soltó un suspiro.
"Amber tiene talento. Mucho talento, pero dudo que tenga éxito. La envidia es una emoción natural y al igual que todos tienen hambre, todos sienten algún nivel de envidia, no obstaste, si esta emoción crece, puede ser aterradora." Comentó Alice con una voz seria y fría.
Cada ser vivo tenía hambre y era inevitable saciarla si deseaba sobrevivir, Alice estaba comparando la envidia con la necesidad de comer, enfatizando la idea de que era inevitable.
Al llevarse al extremo la envidia podía ser muy cruel y el talento de Amber atraería mucha envidia.
Alice dudaba de que tuviera éxito, porque incluso si se mantenía lejos de toda la oscuridad y suciedad, otros la buscarían aplastar, ya sea por envidia o porque desearán su talento para ellos.
Que a la vez fuera guapa, solo significaba que, si decidía meterse a esos negocios, su vida podía ser más dura de lo que uno podía pensar y eso solo evitando toda la suciedad.
Aurora agradeció que Alice fuera directa y no solo la consolara de forma vacía y fue eso lo que la llevo a que, con una expresión seria, utilizara su reloj holográfico.
"¿Qué estás haciendo?" Preguntó Alice al ver que estaba abriendo su cuenta de bancaria personal.
"La financiaré." Respondió Aurora de forma decidida.
¿Cómo lo haría? ¿Por qué medio? No tenía ni la menor idea, pero esa fue la primera idea que se le vino a la mente y la otra era protegerla en secreto, pero sabía que no era capaz de estar siempre a su lado.
Tampoco la fuerza podría solucionar sus problemas y pensó en la segunda arma que tenía en su disposición y eso era dinero, pero… Al revisar su cuenta bancaria personal, se dio cuenta de que estaba vacía.
"Has utilizado tu dinero para Zerzura." Interrumpió Alice y al ver su expresión, dio un suspiro y ordenó. "Abre la cuenta de la empresa en donde se guarda tu dinero."
La cuenta que la segunda accionista de la Empresa Apicius tenía… Esa era la cuenta bancaria a la cual se refería Alice y Aurora solo dudo un momento antes de moverse.
Al abrirla vio bastante decimales en su cuenta bancaria y tragó con cierta dificultad.
¿Cómo ganó esta cantidad de dinero? ¿Era normal que los números siguieran en aumento? ¿Cómo funcionaba esta cuenta? Aurora no tenía ni la menor idea de porque los números seguían aumentando en este momento y por la mirada de Alice, ella tampoco tenía respuesta.
Sin embargo, era lo que necesitaba y en este momento era alrededor de la cinco de la mañana, acababa de ver un maratón de películas que la asustó un poco y sinceramente para encontrar respuesta a tales preguntas, necesitaba cuestionar como se convirtió en la segunda accionista.
No, era probable que tuviera que dudar de cómo era posible que Alice fuera la primera accionista de una empresa, cuyo funcionamiento interno, era más profundo de lo que parecía a simple vista.
Así que, en vez de pensar en todos esos temas cuestionables, redirigió su mirada a su hermana, al tener una idea.
"Eres la Primera Accionista de la Empresa Apicius." Murmuró Aurora como un hecho y luego con una sonrisa, añadió. "James te obedece, ¿no? ¿Qué tal si le pides que nos ayude con esto?"
Junto a sus palabras dio la mirada más lamentable y agradable que pudo dar alguien que estuvo viendo películas por bastante tiempo.
No necesitaba preguntarse como ella podía hacer las cosas, solo necesitaba hacer que Alice pidiera ayuda a James, quien probablemente sabia o tenía alguien que la podría ayudar.
La Empresa Apicius era grande y tenía talentos, que podrían serle útil en un momento como este.
"Esa es una buena idea." Afirmó Alice asintiendo, y dando una sonrisa malvada, reveló. "Y tú eres la segunda accionista. ¿Quieres que se haga algo? Da la orden."
La expresión de Aurora tembló.
Hasta ahora solo pedía ayuda de forma superficial a James, siempre siguiendo el rol de que eran parte de Zerzura, nunca como parte de la Empresa Apicius.
Su hermana en este momento buscaba que diera la orden como la Segunda Accionista de una de las mayores empresas del mundo y eso la puso un poco nerviosa, pero no se desanimó.
Alice sin duda buscaba divertirse o que ella le suplicara o incluso la sobornara con algunas cenas o almuerzos, no obstante, Aurora luego de lo que hizo con Urfin no la iba a mimar por un buen tiempo.
Y eso significaba…
"Está bien…" Dijo Aurora de forma decidida.
Si tenía que asumir el rol de una segunda accionista y pedirle a James que hiciera algo de la misma forma que Alice lo hacía, lo haría.
Porque por más que le incomodara, quería que Amber pudiera tener al menos un camino libre para convertirse en una gran estrella.
Y era algo que deseaba tanto como su fan, como su amiga.
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