En el campo de entrenamiento dos jóvenes gorilas estaban intercambiando puñetazos.
César y Rupert… Aurora que lo estaba observando, había escuchado la historia sobre ambos y era tal como la historia decía, ambos eran la generación más prometedora.
Capaces de hablar sin necesidad de artefactos, determinados y feroces.
Últimamente César estaba creciendo cada vez más y era bastante llamativo, pero Rupert por su parte era un gorila que de por sí era más pequeño de lo normal.
No obstante, en este lugar estaban enfrentándose a la misma ferocidad.
Uno usando fuego y otros relámpagos… Ambos eran de rango A que habían despertado cualidades únicas.
"¿Cómo ascendiste?" Preguntó César de forma curiosa, esquivando un puñetazo eléctrico.
"Cuando hice un contrato con mi compañero." Respondió Rupert alejándose y con cierta curiosidad, preguntó. "¿Y tú?"
"Fue cuando recibí una paliza de muerte." Dijo César y mirando sus puños, narró. "Sentí miedo de verdad… Aunque solo era un entrenamiento."
Aurora que estaba escuchando esa charla, tosió y dio una mirada de reojo al anciano que estaba a su lado.
Vestido con una túnica de mago, ese anciano tenía una pequeña sonrisa mirando a ambos jovencitos luchando.
Era como si estuviera viendo amigos reencontrarse durante un tiempo y a pesar de que ambos gorilas estaban luchando, Aurora pudo sentir la alegría del reencuentro.
"Mientras la tribu de los gorilas huía, perdieron a muchos individuos… Y la perdida de los jóvenes son las que duelen más." Contó Kernen y girándose para mirarlo, declaró. "Escuche lo que sucedió de César… La tribu de los gorilas pudo escapar y llegar a salvo gracias a ti y a tu hermana."
¿Qué debería responder? Su madre le contó el historial de ese hombre delante de ella y que le estuviera agradeciendo de esa manera, era un poco excesivo.
Como si fuera poco, su hermana ni siquiera trató de asistir a la reunión y prácticamente la dejo a ella.
"No fue nada, anciano." Respondió Aurora y sintiéndose un poco nerviosa, añadió. "Mi hermana hizo prácticamente todo el trabajo."
No estaba mintiendo… Alice fue quien debía llevarse todos los elogios y fue gracias a ella, que pudieron salvar a la tribu.
Claro, en este momento, Aurora también deseaba que su hermana recibiera los agradecimientos y aunque sabía que a Alice no le interesaba, deseaba verla incómoda.
Una pequeña venganza por dejarla sola ahora.
"'Hoy ustedes y mañana nosotros', ¿no?" Preguntó el Anciano Kernen y al verla algo nerviosa, relató. "Cuando las tribus de los gorilas llegaron a salvo con las otras tribus, los ancianos buscaron información de ti… Y esa frase salió."
Aurora tembló un momento al escuchar esa frase.
Había recibido una paliza cuando había dicho esa frase y era lo último que recordaba cuando estuvo con esa pantera.
"Veo que la recuerdas." Murmuró el Anciano Kernen dando una sonrisa y al verla detenidamente, dudó. "¿Sabes lo que has hecho?"
¿Qué había hecho? Aurora recordaba algo que le contó el Addax, pero sinceramente deseaba no pensar en el tema.
¿Fue su encuentro con esa gran pantera lo que llevo a la guerra en el interior del bosque?
"No, no lo sé." Respondió Aurora siendo honesta.
Era imposible entender lo que había hecho debido a que no sabía demasiado sobre la situación y solo el Addax le traía información de vez en cuando.
La guerra interna del bosque continuaba y la situación dentro del bosque mágico era para ella, desconocida.
"Pero te encargarás de ello…" Respondió el Anciano Kernen como si lo confirmara y dando una suave sonrisa, señaló. "Tu madre me dijo lo que van a hacer. Ella asiste de vez en cuando a la academia para enseñar magia y nos hemos conocido allí."
¿Su madre le dijo por esa razón? No, Aurora que conocía a su madre, estuvo claro que planeaba algo y por eso fue que espero a que el anciano hablara.
"La tribu de los gorilas deseaba una reunión contigo, pero tras que el rumor de ellos buscándote se extendiera, la situación ha cambiado." Informó el Anciano Kernen y con una mirada seria, anunció. "Alguien más ha pedido una reunión y por lo que he escuchado de tu madre, tal vez reunirse con ella sea conveniente."
Aurora no preguntó sobre quién era ese individuo y recordando lo que hizo, su expresión se volvió solemne.
¡¿Por qué en su sano juicio trato a esa gran felina como si fuera su peluche gigante?!
Ahora entendió la razón por la cual su madre avisó de lo que estaban por hacer a pesar de que era confidencial… Esta era la perfecta oportunidad para acercar Zerzura a los habitantes del bosque mágico.
No era solo algo que ella misma buscaba para evitar conflictos, sino que también lo hizo James por los recursos y beneficios.
Una oportunidad que no debía ser desaprovechada… Eso se dijo Aurora en su mente, pero en el fondo estaba pensando en su error por jugar con esa felina.
Dando un suspiro agotado, Aurora dio una mirada a los gorilas que estaban volviendo a intercambiar golpes.
"¿Puedo invitar a otros individuos?" Preguntó Aurora de forma solemne.
"Dudo que a ella le interese, pero estoy seguro de que a otros sí." Respondió el Anciano Kernen y al darse cuenta de que sus palabras podían no ser entendidas, explicó. "El bosque mágico desea cambiar bajo un pilar y guiados por una sola voluntad, pero son otros quienes llevan a cabo esa voluntad."
Según lo que había escuchado esa gran felina estaba tratando de llevar orden al bosque y su objetivo era derribar a aquella tribu de bestias mágicas que la habían traicionado.
Pero también parecía que buscaba un futuro mejor y más grande para su gente… Aurora pudo entenderla.
Ella misma deseaba hacer un mejor futuro por aquellos que ya no estaban y si bien eliminar a la persona que causaba tanto dolor era importante, solo era un paso.
Aurora estaba decidida en hacer que Zerzura creciera… La muerte de Cynda y todos aquellos que protegieron la ciudad fue dolorosa y ella necesitaba convertir ese dolor en algo productivo.
No solo pensando en la venganza, sino que en el futuro… Y Aurora pudo sentir que no era la única que pensaba en el futuro.
"Tenemos el mismo enemigo… Creo que podremos comunicarnos bien." Respondió Aurora y mirando a los gorilas que estaban agotados, declaró. "Tal vez podamos terminar con todo esto de una sola vez."
Acabar con esa guerra en el oeste, con esa mujer que no le importaba los métodos y a la vez con el caos en el bosque mágico… Todo de una sola vez.
Ahora que sus padres aceptaron ayudarla, Aurora no deseaba contenerse.
******
Liam dio una mirada a la persona que lo estaba observando.
A pesar de que era bastante joven y era posible que atrajera la mirada de cualquiera por su belleza juvenil, Liam no pudo observarla por demasiado tiempo… Y ni siquiera lo intento.
¿Estaba siendo paranoico? Esa mirada indiferente le resultaba peligroso.
"¿Tienes todo lo que necesitas?" Preguntó Alice de forma indiferente.
Tenía unas papitas en sus manos y las personas se distraían con eso, pero Liam con una bolsa de papitas y todo, pudo sentir solemnidad en la voz.
Estaba demasiado susceptible…
"Si, me han brindado todo lo que necesito y ahora estoy trabajando en mi tarea principal." Dijo Liam, tratando de parecer tranquilo, pero al recordar su tarea, volvió quedarse quieto.
Tenía sentido que estuviera susceptible cuando literalmente la misión que le dieron fue encontrar toda la información sobre un rango SS… Que era el objetivo de eliminación.
Si bien la tarea iba a ser llevada en la práctica por dos individuos poderosos, en cuanto a liderazgo, era dirigido por una niña… No, un 'ídolo' para la ciudad.
El símbolo y la iniciadora de toda la ciudad y como si fuera poco, al frente de él estaba también un símbolo.
Alguien que durante el último asalto a la ciudad estuvo luchando en contra un bestia rango SS y no había muerto… Es más, ni siquiera había salido gravemente herida.
¿Cómo no podía estar nervioso y susceptible ahora? Esa jovencita tenía dieciséis años y Liam sentía que, si la molestaba, sería un gran desastre para él.
"No has progresado demasiado, ¿cierto?" Preguntó Alice de vuelta y Liam otra vez desvió la mirada.
"No… Un rango SS, no es tan fácil de atrapar." Respondió Liam y pensando en su trabajo, declaró. "La seguridad de Allannia es bastante alta y más ahora que está en guerra."
Lo primero que se necesitaba para eliminar a un objetivo era saber la ubicación… Si atacaban ahora y no la encontraban, iba a ser complicado en el futuro.
Después de todo, si esa persona se ocultaba, sería imposible tratar de localizarla y la misión sería un fracaso.
"Oh, con que es así." Murmuró Alice de forma indiferente.
Liam le dio una mirada y pudo notar decepción que ella ni siquiera intentó ocultar.
¿Estaba decepcionado a una de sus 'jefas'? Liam dio una expresión seria.
¿Qué pasaba si esa jovencita le decía a su madre que era un inútil? ¿Lo encerrarían en la prisión de la iglesia?
"Por supuesto. Si tomo algunos riesgos puedo conseguir todo lo que deseo." Respondió Liam con un tono lleno de confianza y mirando a la joven, preguntó. "¿Necesita que haga algo para usted, jefa?"
No iba a volver a esconderse, temeroso de todo y si para ello necesitaba actuar como un subordinado de dos jovencitas anormales, entonces lo haría.
En cuanto a los riesgos, eran gajes del oficio.
"Si crees que puedes tomar ese riesgo deberías hablarlo con Aurora. Estoy segura de que ella le gustaría tener el trabajo listo." Respondió Alice y dejando sus papitas de lado, le dio una mirada directa y precisó. "Y sí, quiero algo. Será personal y estará fuera del pago de madre."
La Luz de Plata lo trajo a la fuerza y si bien ella tras enterarse de que había llegado le dio la bienvenida y le mencionó que el pago era su libertad, Liam sentía en el fondo que no le pagaban.
Había tantas cosas que deseaba comprar y necesitaba bastante dinero, así que era imposible que no sintiera eso.
"Quiero que encuentres al Gremio Los Toros Rojos, y en el momento que yo desee, quiero que seas capaz de reunir a todos los miembros en el mismo lugar." Explicó Alice de forma simple.
Ese gremio abandonó la ciudad el mismo día del ataque y lo hizo sin avisar a nadie, pero también dejo que un nigromante entrara junto a otros individuos.
Muchos murieron protegiendo el interior de la ciudad y la traición de ese gremio fue un gran golpe para Zerzura.
Si ellos hubieran estado la ciudad podría haber tenido menos bajas, pero nada de eso sucedió y el pasado ya no podía ser cambiado.
"Encontrar información de ellos es parte de mi trabajo, pero reunirlos es otro tema… Tengo demasiado trabajo y la misión principal es prioridad." Respondió Liam de forma honesta.
Ya había encontrado al gremio y ellos estaban con la Señora de las Bestias.
Le pagaron bastante dinero para traicionar a Zerzura, pero lo que atrajo a aceptar, fue que se le dio mucha autoridad en las tierras de esa Gran Señora de las Bestias y como si fuera poco, los dejaron cazar todo lo que desearan.
Algo que en Zerzura no era posible… Traicionaron por un futuro mejor.
Era una estupidez para Liam, ya que se enemistaron en contra de una gran empresa y una enorme iglesia.
No obstante, estaba siendo sincero, necesitaba tener la información de Allannia y principalmente apuntar a la información a tiempo real.
Era imposible reunirlos a todos, debido a que para ello debía tratar de infiltrarse a la red del gremio y cuando controlara el sistema de seguridad, reunirlos por medio de mensajes falsos.
"¿Entonces conoces alguien que pueda tomar el trabajo?" Preguntó Alice y volviendo abrir otra bolsa de papitas, informó. "Lo que quiero es que todos estén juntos. De esa forma me ahorro el trabajo de cazarlos y asesinarlos uno por uno."
Liam se rio creyendo que era una broma, pero esa jovencita ni siquiera tuvo un cambio de expresión.
La forma que hablaba de la muerte no solo dejaba ver indiferencia, sino que ningún aprecio a la vida.
La expresión de Liam se hizo solemne y esta vez no desvió la mirada.
"Si es un trabajo aparte, puedo pedir a algunos amigos que me ayuden, pero saldrá caro." Dijo Liam de forma honesta.
Estuvo escondido, pero el trabajo que realizaba se podía llevar a cabo en cualquier parte del mundo mientras hubiera internet… Y eso estuvo haciendo.
Tenía conocidos y compañeros en este rubro.
"Arregla el precio con James. A diferencia de madre, pago bien por un buen trabajo." Respondió Alice levantándose y antes de retirarse, se detuvo y añadió. "También me encargó de los traidores."
Con esas palabras se retiró y dejo su oficina, logrando que Liam diera un largo suspiro de alivio.
"Me acaban de amenazar…" Murmuró Liam y dejando caer su cabeza en el escritorio, dudó. "¿En dónde me he metido?"
Esa jovencita… No, su jefa Alice estaba buscando información del gremio, ya que deseaba encargarse de los 'traidores'.
Aurora estaba liderando una gran misión para eliminar a un individuo importante y su hermana Alice estaba preparándose para eliminar los traidores.
Si Liam alguna vez contaba que unas jovencitas a tan corta edad estaban haciendo todo esto, era posible que no le creyeran.
Estaba en un lugar de locos, pero al mismo tiempo…
"¿Por qué estoy emocionado?" Dudó Liam tratando de contener su propia sonrisa.
Le pidieron que buscara la información de un rango SS que si lo descubría era posible que buscara asesinarlo… Era una Gran Señora de la Guerra, era normal que ni siquiera dudara en asesinar.
Sus jefas ni siquiera terminaban la secundaria, pero aquí estaban realizando trabajos impensables y Liam no podía negar que estaba impresionado.
Usar sus habilidades para esa clase de persona era algo emocionante.
"Supongo que, si tomo uno o dos riesgos, no habrá problema." Murmuró Liam con cierta sonrisa.
Para infiltrarse en la red de la iglesia, primero tuvo que acercarse a la Empresa Cosmos que mantenía los sistemas… Y Liam lo hizo de forma muy directa.
Ahora parecía que debía hacer lo mismo.
Únete y habla con otros lectores: discord.gg/WG8FX75