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38.36% The Guardian [Spanish/Español] / Chapter 376: Sin ofender.

Kapitel 376: Sin ofender.

Entrando al templo principal de la Iglesia del Tiempo y el Espacio, Cithrel pudo sentir la atmósfera devota.

Varios sacerdotes y bastante creyentes estaban en el área.

Las ceremonias solo se realizaban como una forma de agradecer a su 'Dios' y en este lugar no había 'símbolo' de adoración.

Cada deidad tradicional necesitaba un 'símbolo' que servía para conectar a los creyentes con la deidad que adoraban.

La Diosa del Conocimiento tenía como 'símbolo' un libro abierto que representaba el conocimiento.

Ese objeto siempre estaba en los altares y era el método más directo para conectarse con esa deidad.

Por supuesto, los 'Primordiales' no necesitaban ningún objeto, pero a nivel religioso, tener un símbolo ayudaba a los creyentes a rezar.

También era útil para dirigir la 'fe' de las personas a las deidades.

"Su Alteza Cithrel. Bienvenida al gran templo del Tiempo y el Espacio."

Cithrel escuchó esa voz y se giró para ver a un anciano de barba blanca que estaba ligeramente encorvado, saludándola.

"Gracias por recibirme Cardenal Egner." Saludó Cithrel con una sonrisa.

Ambos empezaron a hablar de forma cordial siguiendo las presentaciones y los comentarios típicos de cordialidad inicial.

Para Cithrel era una tarea molesta, pero como ella venía por un asunto personal, necesitaba demostrar cierta actuación respetuosa.

Como el templo principal era ruidoso, ambos se dirigieron a un pasillo y avanzaron mientras charlaban.

Cithrel escuchó sobre la historia de algunos cuadros en el área y pudo ver bastantes personas importantes pintadas en algunos cuadros.

Algunas eran solo escenas de lo que sucedió en la tierra y otras veces eran cuadros de algunos individuos importantes.

Se notaba que el Cardenal Egner era bastante conocedor y le gustaba la corta historia de su iglesia.

Cuando había pedido una reunión, le designaron a este hombre y la verdad era que con lo hablador que resultaba, era perfecto para encargarse de los temas diplomáticos.

No sabía cómo se seleccionaban los Cardenales de la Iglesia del Tiempo y el Espacio, pero que este hombre fuera un rango A, dejaba en claro que no era por su fuerza.

Había una organización jerárquica, pero daba la sensación de que fue diseñada para que esos individuos se hicieran cargo de la administración y no que cumplieran funciones religiosas.

Tras dirigirse a una sala personal, Cithrel le dio una mirada a Venali que siempre la acompañaba y luego se sentó al frente del Cardenal Egner.

"Lamento informarle que su solicitud ha sido denegada." Reveló el Cardenal Egner con una mirada seria.

Cithrel parpadeó aturdida no solo ante la revelación tan directa, sino que literalmente porque la sensación amable de antes, la hizo sentir que tenía esperanza.

"¿Está seguro?" Dudó Cithrel y dando una mirada igual de seria, declaró. "Tengo muchas formas para devolver el favor, si ustedes me conceden su ayuda."

Su tono y su voz llevaba la autoridad de alguien que se convertiría en la siguiente Emperatriz de un gran imperio, que incluso estaba en la tierra.

Desde que llego a la tierra había tratado de mantener un perfil bajo, pero la verdad era que su poder era alto.

No solo tenía a las autoridades del Imperio Falion en Grecia a su completo y total mando, sino que era capaz de ejercer influencia con bastantes terrícolas.

Un ejemplo era el General Yukimura Kageyasu, cuya esposa era su vasalla y cuyo hijo se convertiría en un sirviente del imperio.

Todos sabían que los 'avatar' de los 'jugadores' eran réplicas exactas del cuerpo real en la tierra y tal hecho no era nada extraño cuando uno pensaba que quien creó todo fue un Dios Primordial.

Podía ejercer influencia en ese japonés y al igual que podía ejercer influencia en otros individuos de mayor o menor importancia en toda la tierra.

"Soy amable con aquellos que son amables conmigo y si usted me ayuda, me encargare de ayudar a la iglesia." Comentó Cithrel y dando una suave sonrisa amistosa, comentó. "A diferencia de la tierra, Terra nova tiene muchas 'calamidades' y podríamos ofrecerle apoyo en momento de necesidad."

El Imperio Falion tenía una enorme capacidad militar en Terra nova y gran parte de ello se debía a las 'calamidades' de rango SSS que estaban al servicio del imperio.

Ofrecer una mano cuando una situación extrema volviera a suceder era normal, pero si ella movía sus contactos podría dar varias manos.

Lo que Cithrel se había dado cuenta de los terrícolas, era que no muchos entendían el poder de un mundo como Terra nova y de su gente.

"No me malinterpreté. Entendemos la capacidad del Imperio Falion y la fuerza que puede ejercer. Hasta conocemos el hecho de que ustedes pueden llegar a este mundo por su cuenta, si el Dios del Tiempo y el Espacio, no interviene." Reveló el Cardenal Egner y con el mismo tono serio, informó. "Los protocolos para la seguridad son extremadamente altos y clasificados. Ningún Cardenal excepto aquellos que están la cima saben sobre las personas protegidas por la seguridad."

Cithrel dio una expresión seria al escuchar esas palabras.

No le pareció extraño que supieran sobre la primera parte, ya que Terra nova en un periodo fue conocido por invadir planos y gran parte de los avances interdimensionales todavía estaban guardados.

Aun así, no pudo evitar fruncir el ceño al ver que un Cardenal no podía encontrar la información.

"Por lo que tengo entendido, la iglesia se encarga de cubrir a esas personas y proteger toda su información tanto a nivel tecnológico como mágico e incluso a nivel deidad. Y aquellos que realizan el trabajo están atados a nuestro señor." Confesó el Cardenal Egner y suspirando, señaló. "Incluso si alguien viene a la iglesia, yo no sabré si es hijo de alguien importante de nuestra iglesia o el nieto del mismísimo Sumo Pontífice."

La expresión de Cithrel se volvió solemne.

Había subestimado demasiado la seguridad de la iglesia con sus miembros y sus sistemas de protección.

La protección tecnológica era algo bastante habitual, pero ellos llegaban a nivel mágico y a nivel 'deidad'.

Incluso si pidiera ayuda a la Diosa del Conocimiento, la otra parte no podría descubrir demasiada información sobre el asunto.

"¿Al menos me puede decir quiénes son los de mayor rango y que posiblemente conozcan de estos asuntos?" Dudó Cithrel con curiosidad.

"Dos de nuestros mayores miembros se han retirado y no los encontrara no importa donde busque. El Sumo Pontífice Abraham ha estado ocupado con algunos asuntos importantes y estoy seguro de que no la podrá recibir." Contó el Cardenal Egner y dando una mirada, reveló. "La Cardenal Fiona Brousseau, puede ayudarla. Aunque dudo de que pueda recibirla, ha estado a cargo del Séptimo Portal Abismal."

Cithrel no pudo evitar reírse ante esa respuesta.

Aurora no estaba bromeando sobre que le sería difícil encontrar la información que buscaba y era tal como esperaba… Eventualmente tendría que acercarse a ella.

Después de todo, era posible que la Cardenal Brousseau no la ayudara si iba por su cuenta.

******

"¡HAHAHA!"

Una risa que Andrés definiría como la de un científico loco vino desde el interior del taller.

Andrés dudó un momento al estar en la entrada, pero luego suspiro tratando de prepararse mentalmente para lo que fuera que estuviera dentro.

Entrando al taller del Sabio Lucius, lo primero que vio fue lo que él definió como un desastre mugriento.

Por el área estaban platos de comida, partes a medio terminar de robots y drones, también se encontraba dos baterías de alta capacidad que tenían una señal de 'peligro'.

Luego se pudieron ver decenas de pequeñas naves espaciales volando en el aire en una persecución a pequeña escala.

Lo más peligroso era que esas naves disparaban vistosos rayos láseres que sería bastante colorido y emocionante, si no fuera porque era capaz de derretir la pared de metal.

Desde que había trabajado para un hombre excéntrico Andrés había visto muchas cosas, pero esta vez sin duda había superado otra etapa.

"¿Jefe?" Dudó Andrés en voz alta y la respuesta fue una risa de un lunático en el fondo.

Controlando esas naves espaciales con su talento, lo hizo volver a descansar y luego dio comienzo a la limpieza.

La primera vez intentó limpiar él mismo todo el desastre, pero como Lucius lo necesitaba para otra cosa, diseñó unos robots araña.

Podía utilizarse drones de limpieza, pero ese hombre siempre fue excéntrico.

Al ver como decenas de drones arañas empezaban a ordenar todo, Andrés caminó al fondo del taller.

En ese lugar se encontraba Lucius riéndose como un maniaco mientras estaba bebiendo un líquido morado que sin duda era extraño.

"¿Quieres? Es una fórmula científica capaz de aumentar la capacidad de procesamiento del cerebro." Dijo Lucius y señalando otras bebidas, murmuró. "Es experimental, así que puede haber algunos percances."

La expresión de Andrés tembló sin poder evitarlo.

¿Lo había robado de otro laboratorio o lo había diseñado por su cuenta?

Ambas posibilidades eran igual de aterradoras.

"Ven. Ayúdame a preparar la nueva armadura de poder Atlas X-10." Declaró Lucius riéndose como un lunático malvado.

Algunas personas no entenderían la razón por la cual se estaba riendo, pero Andrés pudo entenderlo.

"¿El diseño de la armadura de poder no iba por el Atlas X-02?" Dudó Andrés y al momento siguiente se arrepintió de preguntar.

La sonrisa de Lucius fue demasiado grande y esa expresión orgullosa y egocéntrica, le hizo darse cuenta de que no hizo nada bueno.

"Si, los científicos de los ingenieros van por esa armadura. Yo he diseñado la futura versión." Anunció Lucius abriendo sus brazos a pesar de que literalmente solo estaba él para verlo y sin ningún sentido de vergüenza, determinó. "También cree la Inteligencia Artificial que lo acompañara. Replique a Atenea y cree a su hermana gemela, Minerva."

En este punto Andrés solo pudo asentir sin entender nada de lo que estaba hablando.

No sabía quién era Atenea, ni entendía el significado de su nombre, pero estaba seguro de algo.

Por la mirada de lunático, estaba claro que lo que hizo, muy seguramente no era nada normal.

"Espero que no hayas creado nada que haga estallar un apocalipsis de máquinas." Murmuró Andrés con cierto sentido de broma y realidad.

Tal como lo esperaba, Lucius le dio una mirada.

"¿Por qué no? Llegado un punto la máquina y la inteligencia artificial se volverá lo suficiente consciente y dependiendo como fue tratada puede hacerse un lugar en este vasto universo… O destruir a sus creadores, remplazando su lugar." Respondió Lucius con una seriedad que hizo creer a Andrés que la posibilidad existía y ese hombre al notar que su expresión temblaba, se rio y comentó. "Chico este universo… No, la existencia misma es infinita y con ella, las posibilidades."

A veces honraba su título de 'Sabio' y Andrés esa pocas veces lograba respetarlo y admirarlo, pero ya se estaba acostumbrando a dejar pasar ese sentimiento.

Después de todo…

"Vamos a entrenar a Minerva. Ya diseñé unos cascos de realidad virtual, si nos conectamos al nuevo juego de ciencia ficción aeroespacial, sentirás que ese lugar es real." Anunció Lucius y proyectando una batalla espacial, murmuró. "Minerva ha estado entrenando en ese lugar para aprender todo lo necesario, así que será divertido enfrentarla."

La máquina de realidad virtual había salido a la venta durante el torneo internacional y había demostrado su capacidad, pero los diseñadores de juegos en vez de centrarse en juegos de fantasía fueron a la ciencia ficción y lo moderno.

La mayor razón fue que a pesar de los años, los juegos de fantasía seguían recordando a Terra nova... Y escuchando lo que Lucius decía, Andrés solo pudo suspirar.

La Empresa Cosmos tenía la capacidad para crear una máquina de realidad virtual completamente realista.

Viendo en la proyección como las naves espaciales de caza trataban derribar a sus oponentes y como naves de transporte se infiltraban en otras naves, Andrés le dio una mirada a Lucius.

"Oh, sí. También recordé que Serena te ha dado un trabajo. No te preocupes, puedes seguir trabajando virtualmente para mí." Respondió Lucius agitando su mano con indiferencia.

Lo que Andrés buscaba era que le diera un tiempo de pausa para que pudiera encargarse de su otro trabajo, pero al final la situación era aceptable.

"Vamos, necesito darle al jefe algo que valga la pena." Anunció Lucius con una risa entretenida.

Era muy posible que su jefe, no supiera lo que este hombre estaba haciendo.

******

En una sala privada en el edificio que el ejército atlante había ocupado, Kairos observó a sus dos invitados presentes.

El futuro Rey de Mombasa Hugo Guzmán y a su lado el Rey de Madagascar Ronald Einhorn.

Ambos reyes se estaban poniendo incómodos ante el silencio, pero Kairos no pudo sentir esa incomodidad.

"¿Puedo preguntar para qué nos has invitado aquí?" Dudó el Rey de Madagascar y dando una mirada, comentó. "No creo que se trate sobre el portal abismal. Tampoco pareces querer hablar sobre los beneficios futuros."

"¿Es por la participación en el portal abismal? Zerzura y la iglesia ocupan siete puestos. No hay mucho que podamos hacer en esa área." Dijo el Rey de Mombasa agitando su cabeza y dándole una mirada, detalló. "Si está preocupado por su seguridad. Yo personalmente iré, me encargaré de apoyarlo si es necesario."

Siete de los diez miembros iban a ser parte de Zerzura en general junto a la iglesia y los tres otros puestos restantes estaban ocupados por un individuo de parte del Rey de Madagascar y el otro estaba ocupado por el Rey de Mombasa.

El último estaba ocupado por Kairos y él dio una mirada a ambos.

Estaba dudando, preguntándose si lo que estaba por hacer iba a enojar a Aurora o si le molestaría.

¿Debería preguntarle antes? Esa duda vino a su mente y al momento siguiente suspiro, recordando que ella estaba ocupada durante este tiempo.

Era hasta el punto de que no le había mandado mensajes y no se la había visto en absoluto.

Al final dio una mirada seria.

"Quiero que el Reino de Madagascar deje de ejercer influencia en Kenia y en el futuro Reino de Mombasa." Declaró Kairos y mirando a esos dos individuos, anunció. "Quien ocupe el otro puesto de influencia, será la Empresa Cosmos junto a la Ciudad Atlántida acompañando a Zerzura."

Ambos hombres parpadearon incrédulos ante sus palabras.

"¿Cuál es la razón?" Pregunto el Rey de Madagascar.

Se le estaba diciendo que dejara de su influencia en Kenia y se abstuviera a recuperar los beneficios de todas las inversiones que realizó, pero Ronald no estaba enojado, estaba incrédulo.

Una importante empresa y una ciudad que estaba bastante lejos quería venir ahora a África.

¿Cuál era la razón?

"Porque quiero que la Ciudad Atlántida tenga una influencia cerca de Zerzura y de esa forma poder apoyar a un futuro aliado." Respondió Kairos con sinceridad.

Estaba siendo sincero, pero a la vez estaba ocultando su verdadera razón.

Si conseguía un lugar en África en donde se podría decir que la Ciudad Atlántida y la Empresa Cosmos tenía influencia, entonces podría ser más fácil apoyar a Zerzura o para ser preciso apoyarla a ella.

No podía ayudar a Aurora de repente, ya que ella parecía alguien que rechazaría si la ayuda le parecía demasiado y era por eso que tenía que actuar de otra forma.

Tener influencia en Kenia le permitiría desarrollar una alianza con Zerzura y al ser aliado, si alguna vez Aurora necesitaba ayuda, él podría ofrecerle una mano.

La idea de estar en el mismo continente y que sus intereses coincidieran, daría la sensación de que apoyar era algo 'normal' que no requería tanto esfuerzo y al mismo tiempo se pensaría que era por la 'alianza' en vez de por ella.

Con todo eso lograría que Aurora no se sintiera demasiado presionada y él la podría apoyarla de forma más directa.

No le gustaría decirle la verdad, ya que sería lo mismo que no hacer nada y haría que ella se sintiera presionada por sus acciones, pero también dudaba sobre mentirle.

Ya había demasiadas mentiras acumuladas.

Ante esos pensamientos su expresión solo se volvió más seria y continuo.

"Por supuesto, me encargaré de ceder beneficios al Reino de Madagascar." Dijo Kairos controlando su expresión y pensamientos internos, entonces observando a Ronald, cuestionó. "¿No tienes portales cosmos en tus tierras? Te instalaré algunos. Una vez que lo tengas estarás conectado al mundo tanto a nivel turístico como comercial."

Los Portales Cosmos tenían una doble modalidad.

Uno eran los portales dedicados a mover personas en todo el mundo y el otro que era menos conocido era el portal comercial dedicado a transportar todo tipo de materiales y suministros.

Los beneficios de las grandes ciudades que tenían esa clase de portal instalado era extremadamente alto y si era instalado en el Reino de Madagascar, ese reino obtendría un auge comercial.

Solucionando cualquier problema económico que tuvieran gracias al turismo y la venta masiva de productos locales.

"Hemos estado pidiendo los portales cosmos durante un tiempo, ¿pero solo ahora tratas de dárnoslo?" Cuestionó el Rey de Madagascar liberando parte de su aura.

¿Estaba tratando de asustarlo?

Esa duda era provocativa y era normal que estuviera molesto cuando se le denegó la instalación de los portales.

La expresión de Kairos no cambio.

"¿Por qué deberíamos confiar en alguien cuyas relaciones son inciertas?" Cuestionó Kairos dándole una mirada directa.

Sus palabras lograron que ese hombre se quedara en silencio y volviera a reprimir su aura.

El Reino de Madagascar tenía demasiados asuntos cuestionables y ni hablar del 'rey' que lo dirigía y esa era la razón por la cual no se instalaron portales o se comerciaba con ellos.

Independientemente de quienes estuvieran a su espalda, relacionarse con ellos no daba suficientes beneficios.

"Ya que estás ofreciendo. Entonces aceptaré. No deseo entrar en conflicto por un poco de influencia en una futura nación que cuyo destino actualmente es incierto." Dijo el Rey de Madagascar y dándole una mirada al Rey de Mombasa, agregó. "Sin ofender."

La expresión del Rey de Mombasa solo tembló con cierta dificultad ante esas últimas palabras.

"También me quedaré. He aceptado otra clase de negocio y tengo que terminar mi trabajo." Señaló el Rey de Madagascar y riéndose se fue de la habitación.

Seguramente estaba feliz de haber obtenido tantos beneficios a pesar de su baja participación, pero a Kairos no le importo.

"Mi asistente se encargará de los demás arreglos y decidirá contigo la influencia que deseas ceder. Recuerda que el nivel influencia que cedes es igual a los beneficios que obtienes." Decidió Kairos antes de retirarse.

Al salir de la sala se dirigió a unos pasillos y leyó el mensaje de Aurora.

Ella se disculpaba por la falta de respuesta y luego le preguntaba sobre si estaba ocupado al día siguiente.

Mañana iba a ser el último día antes de entrar al portal abismal y Kairos podía sentir que Aurora estaba un poco estresada.

Dudando en cómo ayudarla a relajarse al final Kairos la invito a ver los equipos que él iba a llevar.


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