Volando a través del cielo, Edward observó su reloj holográfico.
Su vuelo era realizado por medio de un artefacto y estaba volando rápidamente, viendo como la vista pasaba a gran velocidad.
Su objetivo era la bestia mágica considerada enemiga a primera vista, el 'Quebrantahuesos'.
Tales criaturas eran problemáticas y fuertes, siendo cazadoras natas y depredadores agresivos.
Era conocida por lanzar sus presas desde el cielo, pero su nombre dejaba en claro que era un enemigo poderoso.
Capaces de quebrar huesos de sus oponentes con sus fuertes garras.
Ahora Edward estaba viendo el mapa de los alrededores y en donde ese quebrantahuesos fue avistado.
El problema era que él no tuvo estudios de 'caza' o 'exploración' y estaba literalmente buscando a su enemigo con sus ojos.
No podía explorar el terreno, ni tampoco encontrar pistas para cazar a su presa y si bien había leído el resumen de esa bestia mágica, al ser inteligente era problemático.
Avanzando con gran velocidad, pudo detectar a algunas hienas en el área y Edward se acercó.
Estaba usando un artefacto de sigilo, así que esos animales que salvajes no lo detectaron.
En áfrica los animales normales eran muy frecuentes y por lo general las bestias mágicas no lo atacaban si no era necesario, priorizando la caza de aquellos iguales a ellos.
Un animal común saciaría su hambre, pero una bestia mágica podía asimilar el núcleo de sus oponentes y volverse más fuerte.
Al acercarse al área, pudo ver que las hienas estaban luchando por un cadáver de un gran búfalo y Edward liberó ligeramente su presencia para asustarlos.
Cuando se alejaron él observó con cuidado y no pudo evitar sonreír.
Ese búfalo no era una bestia mágica, sino que una bestia normal y por el estado de su cuerpo, Edward pudo notar que fue lanzado desde el cielo.
Gran parte de los huesos del cadáver estaban rotos en pedazos y no fue por las hienas, quienes solo devoraron su carne.
"Parece que está jugando con sus presas." Murmuró Edward antes de volver a volar.
Ese gran búfalo fue tirado desde el cielo, pero las hienas fueron quienes devoraron su carne y dio la sensación que el individuo que lo mató, lo hizo por diversión.
El quebrantahuesos era ese tipo de bestia que actuaba por lo que deseaba, si bien era cierto que, al ser inteligente, podían diferir en actitud, Edward sintió que este podía ser su objetivo.
Viendo que no había pasado mucho tiempo desde que el cadáver murió, Edward volvió a volar en el aire y observando los alrededores, se concentró en los animales presentes.
Entonces se dirigió al lugar en donde se encontraban menos animales.
Al no tener experiencia para cazar, tenía que moverse siguiendo alguna lógica y ahora solo siguió el lugar más vacío.
Si una bestia mágica agresiva paso por este lugar era posible que liberara su aura y con ello, alejara a los animales normales.
Todas eran conjeturas, pero ahora no tenía nada más que eso para moverse.
Volviendo a surcar los cielos, activó su artefacto de sigilo y su barrera en caso de peligro.
Este lugar era peligroso y la razón por la cual, esta misión no fue aceptada por otros, fue porque estaba lejos de Zerzura.
Zerzura tenía cierta influencia varios kilómetros a su alrededor y tal área era considerada 'segura', pero cuando uno se alejaba cada vez más, la dificultad aumentaba y el peligroso se acrecentaba.
Ahora estaba por llegar al límite del área en donde Zerzura tenía influencia y los cambios eran notables.
De vez en cuando se podían ver algunas bestias mágicas o monstruo con frecuencia e incluso criaturas podían ser vistas de vez en cuando.
Mayormente eran de rango C y algunas siendo rango B, pero el número era bastante notable y dejaba en claro el peligro del lugar.
Estas tierras eran peligrosas y Edward no pudo imaginar como las personas vivían en este lugar antes de que Zerzura llegara.
Sin encontrarse ningún cadáver, él volvió a cambiar de dirección y en ese punto se encontró otro cadáver reciente.
Este era mucho más reciente que el otro y ver los huesos destrozados por la caída del cielo, hizo que Edward se volviera serio.
El cadáver se trataba de un Lycaon, pero este en particular parecía ser el jefe de la manada de algún grupo y por su tamaño, parecía ser un rango B.
El núcleo mágico había sido sacado y eso era lo único que el cazador se llevó.
"Esto está siendo problemático…" Murmuró Edward con frialdad.
La posibilidad de que su objetivo fuera un rango A, se estaba elevando.
Observando otra vez los alrededores, se volvió a mover, seleccionando un lugar en donde no había animales.
Quería cazar a esa bestia.
Sería un problema si se la dejaba suelta, ya que no solo podría atacar a los aventureros, milicianos o mercenarios, sino que tales criaturas causaban problemas en el ecosistema.
Los cadáveres sin comer de antes era la prueba de que esas bestias asesinaban por placer y diversión, en vez de supervivencia.
Y el tema era que sus presas se podían volver bestias mágicas amigables, como eran los Addax.
Esos antílopes eran amigables y estaban en buenas relaciones con Zerzura, hasta el punto de que se había designado una reserva para ellos.
Últimamente Zerzura estaba priorizando la buena relación con bestias mágicas y el esfuerzo no solo estaba centrado en castigar a los humanos que trataban de cazarla, sino que darle un ambiente agradable.
Eliminar a este quebrantahuesos traería calma y evitaría problemas.
Edward se volvió a mover y esta vez vio a otros Lycaon tirados por su camino.
Cada vez se acercaba más y a cada paso, él aumentaba su seguridad enfatizando su sigilo y barreras.
Sacando su varita, voló durante cientos de metros hasta que pudo ver una figura en lo alto del cielo.
Utilizando su artefacto de sigilo para aumentar su ocultación, sacó un binocular de su anillo espacial y pudo observar al quebrantahuesos en el aire.
Estaba muy elevado en el cielo y a pesar de que su tamaño era grande, al verlo desde la tierra, se notaba pequeño.
Además, también se ocultaba en el sol, lo que hizo que las personas que no estaban atentas no lo notaran o cuando miraran fueran cegados por la luz.
Estaba volando lentamente no a una dirección, sino que dando vuelta como si estuviera por cazar.
Preguntándose cuál era su presa, Edward observó la tierra que estaba debajo de ese quebrantahuesos y cuando distinguió una figura, su expresión tembló.
Usando los binoculares podía ver a la distancia como un humano corría por el desierto y lo destacable era las condiciones que se encontraba.
Su brazo estaba cortado y sangraba, tenía heridas por todo su cuerpo y su armadura estaba maltrecha.
Daba la sensación de ser un aventurero y su dirección de huida, era Zerzura.
¿Un grupo se alejó demasiado y se encontró con enemigos?
Tal pregunta vino a su mente, pero Edward se movió de inmediato.
Pudo notar que el quebrantahuesos se dejaba caer en picada descendiendo a gran velocidad y tal acción, fue la causa de que él se moviera.
Estaba por atacar a su presa y Edward no lo permitiría.
Preparando hechizos con su magia de relámpago voló con gran ímpetu, pero su oponente tenía una gran ventaja.
Edward no se alteró y utilizó la capacidad de parpadeo para acortar distancia y luego lanzó su hechizo.
Un poderoso rayo salió de su varita y se extendió en el aire directamente al camino del quebrantahuesos.
Esa ave trató de esquivarlo, pero ese rayo se dividió en pequeñas ramas como si fuera una telaraña y el ave no pudo retirarse.
"¡GYAA!"
*Boom*
La velocidad de descenso de esa ave fue demasiado grande para evitar un ataque sorpresa y debido a que el rayo paralizó su cuerpo, el quebrantahuesos golpeó el suelo elevando una nube de polvo.
"¡Retírate!" Gritó Edward al aventurero y luego agitó de vuelta su varita.
*BOOM*
Decenas de relámpagos cayeron al cráter y el ave con las patas rotas los esquivo por poco y al final utilizó la magia de aire, para empujarse al vuelo.
Edward lo vio huir y si bien sabia, que podía cazarlo si lo perseguía, decidió acercarse al aventurero.
"¡Ellos vienen! ¡Están viniendo!" Gritó el aventurero acercándose y afirmándose con un brazo.
Su voz sonaba desesperada y su pánico era evidente, lo que hizo que Edward tuviera problemas para reaccionar.
Al verlo exhausto de tanto correr, lo sostuvo y saco varias pociones para darle de beber y luego utilizó otra para extender el líquido sobre las heridas.
Buscaba curar sus heridas internas y externas para reducir cualquier peligro.
Sacando un pergamino de curación y utilizándolo, una luz se extendió por el cuerpo de ese hombre llevando a que su cansancio aumentara mientras que la curación hacia efecto.
Afirmándolo, el hombre respiró hondo tratando de resistir caer desmayado.
"Ellos están viniendo, hay que avisar a la ciudad… Hay que avisar…" Murmuró el hombre con una voz cada vez más perdida y a levantando su mirada, declaró. "Una ola se acerca."
Tales palabras causaron que Edward temblara con brusquedad y cuando vio que el hombre caía desmayado tras haber avisado, su expresión se hizo más seria.
Una ola se acercaba.
******
Aurora caminó directamente al cuartel militar en la Ciudad Zerzura.
Los milicianos reclutados por Zerzura se movían por la zona preparando sus armas y utilizando sus equipos.
Los aventureros y mercenarios también se estaban reuniendo, pero se notaba bastante caótico el lugar y la hizo fruncir el ceño.
Reteniendo sus pensamientos, aceleró su paso hasta que llego al cuartel militar y se adentró en el edificio, observando a Makeba, la Cardenal Brousseau y Arnold que estaban en el interior.
"Informe." Pidió Aurora al llegar de inmediato.
Había estado en una misión cerca de la reserva de los Addax, limpiando el lugar de monstruos para aumentar el territorio, cuando le había llegado un mensaje repentino.
"Un aventurero fue encontrado por Edward. Al parecer se ha encontrado con una mazmorra temporal que se desbordó y se formó una ola. Supuestamente esa ola se dirige a nosotros. Abdellah ha ido a verificar." Informó Makeba con un tono serio.
Una ola sucedía cuando las mazmorras se desbordaban y las criaturas de su interior entraban en un frenesí, logrando que cuando salieran se volvieran enormes grupos que atacaban en grandes números.
Durante los primeros años fueron una de las mayores causas de destrucción en países que no podían limpiar la mazmorra con la frecuencia necesaria o que no podían vigilar por completo la aparición de mazmorras temporales.
"He usado la influencia de la Iglesia del Tiempo y el Espacio para utilizar sus satélites y escanear esa zona. El problema es que han encontrado varias mazmorras temporales a pie del desborde." Informó la Cardenal Brousseau y observándola con seriedad, declaró. "Es posible que esta ola sea grande."
¿Cuántas mazmorras temporales aparecen cada semana?
Su número era difícil de determinar debido a que, con los años, el número aumentaba a un ritmo moderado.
El problema era que en otras áreas se limpiaban, aquí no tenían ni la forma para detectarla con frecuencia, ni la mano de obra para limpiarlas a todas.
Lo que llevaba a que finalmente se desbordaran.
"Al parecer la causa del aumento de mazmorra ha sido un aumento de la energía mágica que afecto la zona hace unos días." Agregó la Cardenal Brousseau.
La barrera dimensional a veces tenía áreas en donde era más débil y en esos lugares la energía mágica se filtraba con mayor frecuencia.
Lo que llevo a que las mazmorras naturales se generaran o se crearan las mazmorras temporales.
Aurora se frotó su sien.
La información era escasa, pero estaba claro que no les esperaba una buena situación.
Esta era la primera amenaza que se enfrentaba la ciudad Zerzura y se podía considerar la más grande hasta ahora... Iba a ser su primer desafío.
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