Clémentine con sus ojos cerrados meditó visualizando un lago en su mente.
Ese lago era pequeño, pero representaba la energía psiónica presente a sus alrededores.
Era solo una absurda y abstracta representación, pero era la idea que ella misma se había dado.
Entonces, ella manipuló esa energía psiónica tratando de controlar y agitar ese lago lo más posible usando toda su capacidad mental.
Definir cuanta energía psiónica podía controlar y usar, tan solo para luego seguir probando sus límites, una y otra vez.
Poco a poco controló la energía mágica en mayor cantidad y a pesar de que mejoraba, ella no podía agitar todo el lago como quería y aunque el resultado no era de su agrado, ella no se deprimió.
Clémentine necesitaba ser más fuerte, seguir avanzando en control y capacidad para lograr sus objetivos.
Su mente se empujó para superar sus límites y cuando estuvo a punto de dar un pequeño paso en su control, sus pensamientos la desorientaron otra vez.
¿Por qué tenía que estar encerrada en este lugar cuando las personas que le importaban podían estar en peligro?
Aurora y Alice estaban luchando en contra de los goblins y era posible que ahora estuvieran enfrentándose al Caos de la grieta.
La ultimas noticias que llegaron fue con el último grupo de estudiantes y luego nada.
Ryu Sujin no comentó sobre el tema, pero Clémentine sentía que algo iba mal.
¿Ellas estaban bien?
Era imposible no recordar sus nombres o no haberlo visto y más cuando ambas habían estado participando en el torneo.
Tal vez Aurora sea desconocida, pero no lo sería Alice… Ella era la 'glotona', una de las estudiantes que provocó mayor revuelo durante el torneo internacional.
¿Lo sabía o no lo sabía?
Quizás, solo quizás, Ryu Sujin sabía algo más y no le dijo por qué notó su preocupación… Tal vez ellas estuvieron entre los caídos en batalla.
Cuando sus pensamientos llegaron a ese punto, una onda se extendió para todas partes, logrando agitar parte del lago y causando que ella abriera sus ojos.
"…"
El pequeño jardín fue afectado en parte cuando su telequinesis se descontroló afectando sus alrededores.
La sangre cayó por su nariz, dejando ver que, en vez de un progreso, sus emociones descontroladas la afectaron.
¿Ellas estaban bien?
En vez de una afirmación, lo que apareció en su mente fue una duda y esa duda empezó a carcomer su mente, logrando que se mordiera los labios temblorosos.
¿Por qué debería estar entrenando en este lugar?
La única razón por la cual deseaba fortalecerse era para no perder a sus amigos, no perder aquellos que conocía y las personas que le importaban.
Ahora para ella era una burla tener que estar encerrada sin poder hacer nada por aquellos que le importan, mientras esas personas estaban arriesgando su vida.
Entendía que era imposible protegerlos siempre, pero darles una mano y estar en el momento de necesidad como apoyo, aunque pequeño, era lo que ella buscaba.
Eso era lo que su lado lógico la apuntaba y su lado emocional, le exigía fortalecerse para no perder a nadie, para cambiar los peores resultados a su favor.
Sus emociones descontroladas y sus preocupaciones constantes se convirtieron en ira cuando quiso destruir todo a su paso y abandonar este lugar.
Su parte lógica le decía que este sitio era una oportunidad… La energía psiónica que la rodeaba era tan densa que logró aumentar la eficacia de su entrenamiento.
Pero también era la posibilidad de que los monjes que parecían individuos capaces le enseñaran o le aconsejaran.
Ella lo había probado, mejorando sus habilidades cuerpo a cuerpo y de combate, entrenando bastante duro y a pesar de que fallaba de forma frecuente por su estado mental, el progreso era evidente.
Aun así, no podía evitar tener conflicto por salir de este sitio que estaba completamente cerrado.
Era muy posible que una vez que saliera no pudiera volver a entrar y por más ridículo que sonara este templo era esa clase de lugar… Una oportunidad única que muy pocas veces se presenta.
"…"
Clémentine se volvió a morder los labios, afectada por demasiadas emociones.
¿Cuándo fue la última vez que se sintió tan agitada?
Quizás fue cuando su padre le dijo que su madre había muerto… Ese momento fue uno de sus quiebres más grandes y ahora sentía estar en el límite.
¿Ser una 'estudiante' perfecta guiándose por la lógica o dejar salir su preocupación y perder una oportunidad?
Clémentine respiró hondo, tratando de calmar su mente y vaciar sus emociones.
Su padre era alguien frío y casi indiferente con la mayoría de las personas, siempre guiándose por sus intereses y en parte lógica.
Ella sintió que había heredado parte de la personalidad de su padre.
Aun así, al final seguía siendo ella.
Clémentine se volvió a levantar de su lugar y mirando el desastre que hizo en el pequeño jardín, lo trató de arreglar usando su telequinesis.
Luego abandonó el pequeño jardín, para dirigirse a la pagoda principal.
Pudo ver que en otra área monjes y extranjeros estaban entrenando cuerpo a cuerpo, como normalmente lo hacía ella.
¿Cuál era la mejor forma de solucionar ambos casos?
"Buenos días. ¿Ya han aprobado mi pase para salir?" Pregunto Clémentine al monje encargado de la recepción y ocultando parte de sus emociones, dejo ver su preocupación y señaló. "Como estudiante ganador del torneo internacional puedo recibir un elixir, pero tengo que pedirlo personalmente. Creo que es momento de beberlo para seguir entrenando."
Su preocupación y la duda lo estaba carcomiendo por dentro, logrando que de vez en cuando su entrenamiento fallara, pero no podía quedarse al margen.
Estaba preocupado por sus amigas.
En ese conflicto entre la lógica y las emociones, ella decidió jugar con ambas… Pedir permiso para salir con la excusa de pedir el elixir.
Todavía no lo había pedido, así que era perfecto como excusa.
Obtener el elixir era importante para seguir mejorando y concordaba con la idea de venir a este sitio para entrenar.
Si bien ahora solo tenía una duda y la estaba carcomiendo lentamente, ella necesitaba asegurarse por completo.
******
Érica, Nicole, Leslie y Andrés estaban sentados en una sala de un edificio en la Ciudad Mamaia-Sat.
Todos tenían expresiones solemnes, pero había cierto alivio oculto en esas expresiones.
La solemnidad no venía de la preocupación, sino que de la espera, que parecía demasiado formal, lo que ocasionaba que todos se pusieran serios.
En esta clase de ambiente, Andrés subió el volumen de la televisión.
"Aquellos que habían desaparecido y supuestamente tragados por el portal han llegado. Sobrevivieron al otro lado y lograron regresar con éxito." Anunció una periodista y con un tono serio, agregó. "Ante esta maravillosa noticia para muchas personas, se agrega otra gran noticia. El portal abismal ha cerrado finalmente."
Esas palabras lograron que el grupo de estudiantes diera una sonrisa.
Sábado 9 de enero de 2049… Esa era la fecha que marcó el cierre del portal abismal que había logrado sacudir a la humanidad con goblins, una grieta y monstruos.
Pero para el grupo, este fue el maravilloso día que Aurora y Alice regresaron a salvo.
Luego de que se realizara el asalto y se cerrara la grieta, las fuerzas aliadas tomaron el control de la zona, pero el portal abismal se selló por completo.
Evitando que alguien entrara o que lo afectara de otra manera y tan solo hace unas horas en la madrugada, dejo de estar sellado cuando humanos y goblins llegaron del otro lado.
Cuando le llegó esta noticia al grupo, todos decidieron venir de inmediato… Los días cuando se mantuvo sellado lograron que cada uno de ellos sintiera sus nervios ser carcomidos, pero ahora nadie negaba que estaban felices.
Para algunos su preocupación podía parecer excesiva, pero Aurora y Alice no solo eran sus amigas… Para ellos las hermanas fueron quienes les dieron la oportunidad de dar un paso hacia un nuevo camino.
Aquellos que le abrieron los ojos para revelar un mundo más grande del que antes pensaban y quienes les dieron el empujón para seguir avanzando todavía más.
Desde que el momento que entraron en la práctica el año pasado, cada uno de ellos cambiaron completamente.
A lo mejor ese cambio podría haberse iniciado de otra manera, pero sin duda las dos hermanas fueron quienes le dieron el empujón necesario.
Y era por eso que el respeto por lo que ambas hacían, junto a su amistad, generó una mayor preocupación en cada uno de ellos.
Ahora podían relajarse.
"Los antiguos desaparecidos se encuentran restringidos en la Ciudad Mamaia-Sat para realizar las comprobaciones médicas y de seguridad, sin embargo, pronto podrán volver a sus vidas." Dijo la periodista y con una expresión seria, comentó. "Si bien todavía hay muchas preguntas sin responder, es momento de celebrar que la situación no paso a mayores."
"Ahora vamos a contarles un poco de aquellos que desaparecieron, empezando por la estudiante que se hizo conocida en el torneo internacional…"
Andrés bajo el volumen al sentir que afuera se escuchaba ruido.
Ahora ellos estaban a la espera para ir a ver a Aurora y Alice que habían sido puestas en cuarentena para realizar las diferentes comprobaciones de salubridad.
No sabía la situación del otro lado del portal y eso significaba que no entendían si podría haber alguna complicación.
Una enfermedad, un virus o algo más profundo, como una maldición que era capaz de extenderse.
Parte de la humanidad había viajado a un mundo fantástico y mágico durante Terra nova, así que conocían lo peligroso que podía llegar a ser un mundo desconocido.
Era por eso que aquellos desaparecidos fueron puestos en cuarentena y ahora ellos estaban esperando para que se le diera permiso de visita.
La periodista no mentía.
Había demasiadas preguntas que responder y asuntos que cuestionar para buscar la respuesta.
Desde la razón de que el portal abismal se cerrara cuando el grupo llegó o porque había iniciado al principio.
Hasta quién o qué había creado ese portal.
Era hasta el punto de que tales preguntas lograban que las personas empezaran a cuestionar diferentes asuntos.
¿Por qué los dioses no hicieron nada con el portal, pero ayudaron a cerrar la grieta?
Tal pregunta hizo que las personas dudaran de todo y si seguía pensando en tales preguntas era posible que empezara a cuestionar todo lo referido a los dioses.
A diferencia de Terra nova, en donde era un mundo naturalmente religioso y muchas de esas iglesias decían que no había que cuestionar a los dioses, aquí era diferente.
Las personas veían a los dioses como entidades todopoderosas capaces de afectar la realidad humana y en vez aceptar la 'voluntad divina', ellos la cuestionaban.
Así que lo mejor en este momento para ellos era celebrar, en vez de hacerse preguntas que a lo mejor llevaran a un estado de mayor tensión o paranoia.
Festejar el cierre del portal abismal y en su caso el alivio al ver a sus amigas a salvo.
En ese momento, la entrada se abrió y Liam entró.
"Ya se ha arreglado todos los controles, así que pueden venir." Dijo Liam con una sonrisa.
Todos se levantaron emocionados y mirándose entre ellos no contuvieron sus sonrisas.
Cada uno de ellos estaba dando una de esas sonrisas que resultaban difíciles de controlar, debido a la naturalidad y lo repentinas que lograban ser.
Ahora era lo mismo.
Érica, Leslie, Nicole o Andrés.
Ellos caminaron por el pasillo tratando de contener parte de su emoción al ver a algunos magos caminar por los pasillos.
Hasta había sacerdotes y personas que parecían médicos y científicos.
Se había usado magia y ciencia para asegurarse de que las personas que viajaban del otro lado no trajeran nada peligroso y hasta los sacerdotes estaban presentes para purificar sus cuerpos.
Un sacerdote tenía una mayor ventaja para purificar lo 'impuro' y en cierta medida en algunas ocasiones podían llegar a ser vitales para enfrentar algún tipo de maldición o corrupción.
Los sacerdotes parecían de la Iglesia del Tiempo y el Espacio, mientras que los científicos tenían logos de la Empresa Cosmos y entre los magos se pudieron ver algunos elfos o humanos con cabellos coloridos.
El grupo no se preocupó por ellos y cuando llegaron a la entrada se pusieron ansiosos.
Quizás para ellos no había pasado demasiado tiempo desde que desaparecieron, solo alrededor de una semana y media, pero era diferente para las dos hermanas, quienes estaban del otro lado.
La puerta se abrió con calma y el grupo pudo notar una gran habitación que resultó ser un comedor.
"¿Vas a comer tanto?" Preguntó Cithrel con una mirada aturdida.
A su espalda estaba Venali y su mirada estaba en los platos que ocupaban la mesa frente a Alice.
Decenas de platos de todo tipo y de diferentes estilos esparcidas por los alrededores de la mesa, hasta el punto de que parecía un festín para una gran fiesta.
Alice estaba comiendo con calma, pero su mirada hambrienta y en un disfrute, sin duda, era glorioso de ver.
A su lado estaba Aurora dando una sonrisa agradable, mientras que su cabello húmedo se dejaba caer por sus hombros.
Parecía relajada y muy tranquila con su sonrisa.
"El racionamiento fue difícil para ella." Respondió Aurora por su hermana y dando una mirada a su grupo, preguntó. "¿Quieren unirse? Akira y los demás se unirán luego."
Era una pregunta con calma como si nada hubiera pasado, pero también era tranquila como si tratara de decirle que ya no tenían que preocuparse más.
¿Quién empezó primero?
Ninguno de ellos lo sabían y antes de que se dieran cuenta estaban abrazando a su antigua jefa y su actual amiga.
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