"¿Se atrevió a quitarme las papitas y luego las pisoteo? Maldito idiota." Refunfuñó una jovencita mientras devoraba algunas papitas con una expresión de enojo evidente.
Todos lo que la veían refunfuñar como una niña que había sido intimidada podían sentir simpatía por ella, pero solo cuando la veían a ella.
A su espalda estaba pegado una sombra que cubría toda su espalda y desde allí brazos de color negro salían para todas partes como si fuera tentáculos.
Dos de esos brazos estaban arrastrando a dos individuos que estaban bastante malheridos, pero no lo suficiente como para que fueran teletransportados.
La joven parecía hacer recordar a un villano reconocido de un comic que tenía cuatro brazos mecánicos y luchaba contra un hombre que recibió poderes de una araña.
Solo que aquí los brazos negros eran múltiples y salían de su espalda como tentáculos extraños.
La joven que estaba caminando se detuvo en el pasillo cuando unos hombres enmascarados se interpusieron en su camino.
"¿Ustedes también quieren robarme mis papitas?" Preguntó la joven y sus ojos se entrecerraron ligeramente.
Desde su espalda más brazos aparecieron y se dirigieron a los criminales que no habían respondido.
Esos criminales eran una docena, pero cada uno de ellos…
"¡¿Qué papitas?!"
"No, ¡no!"
"¡¿Quién demonios es ella?!"
Los criminales solo pudieron gritar antes de que los largos brazos lo agarran y golpearan contra la pared o entre sí como si fueran juguetes.
Algunos pudieron golpear a un brazo alejándolo, pero eso llamó la atención de los otros y luego decenas de brazos lo golpeaban hasta hacerlo desaparecer.
Cada uno de ellos desaparecían rápidamente uno tras otro.
En menos de un minuto el camino de la joven quedo libre y ella continuó dirigiéndose a hacia la entrada, sin importarle la inmensa barrera negra que cubría toda la escuela y las decenas de miradas de criminales ocultos que estaban aturdidos al verla.
Los brazos volvieron a la sombra en su espalda solo dejando dos brazos que estaban arrastrando a los dos malhechores que sufrieron primero la desgracia.
"Oh, una máquina expendedora." Dijo la joven cuando se encontró una brillante máquina expendedora.
Guardó su bolsa de papitas en su bolsillo y se acercó a la máquina expendedora.
Cuando lo hizo, notó que en la ventana en el aula atrás de la máquina expendedora se encontraba un criminal espiándola.
"…"
La mirada de la jovencita y del criminal se encontraron.
Los ojos del criminal gritaban que no le hiciera nada, pero lamentablemente…
"¿Quieres robarme mis papitas?" Preguntó la joven tomando sus papitas y poniéndose en guardia.
Al momento siguiente decenas de brazos salieron desde la sombra en su espalda.
Estos brazos negros rompieron el vidrio y atraparon al criminal que había intentado huir, luego lo sacaron por la ventana y lo lanzaron contra la pared, antes de desaparecer.
Como si la joven no estuviera satisfecha con eso, los brazos se empezaron a extender rompiendo las ventanas de los salones, atacando los árboles o los lugares donde era muy posible que alguien estuviera oculto.
"¡¿Cómo supo dónde estaba?!"
"¡Retirada!"
"¡No huyan, deténganla!... Ahhh… ¡Huyan mejor huyan!"
Los gritos fueron escuchados uno tras otro no importa si estaban en un aula a lo lejos o en el segundo piso, los brazos de la joven llegaron y sacaron a los estudiantes que solo podían defenderse con sus porras.
El grito del último estudiante fue más prominente debido a que cayó del tercer piso donde se había escondido para la emboscada.
Mientras los criminales eran aplastados como hormigas, la joven compró una bebida en la máquina expendedora.
Cuando todo termino, siguió su camino hacia la puerta mientras arrastraba a los malhechores cuya piel estaba adquiriendo moretones y raspaduras.
Sin embargo, quizás era porque la mano de los brazos negros que lo tenían atrapados estaban muy fijos en ellos, ambos no podían teletransportarse.
La joven siguió su camino y estaba vez nadie la detuvo ni siquiera la intentó espiar.
Con un rápido viaje, llegó a la entrada de la academia que estaba protegida con una fuerte barrera negra.
Esa barrera cubría toda la academia como si fuera un domo.
La jovencita comió unas papitas y los brazos se empezaron a extenderse desde la sombra a su espalda.
Tres, cinco, diez, veinte, treinta…
Treinta brazos salieron desde su espalda y se dirigieron a la gruesa barrera.
Esas manos negras se adentraron a la barrera y como si alguien estuviera abriendo con sus manos un ascensor en una película, los brazos empezaron a dividir la barrera.
La barrera se abrió dejando un camino al exterior donde el sol brillaba.
La joven comió unas papitas y miró a las personas que la estaban esperando afuera incrédulas al verla.
"Profesores, hay algunos estudiantes luchando con otros estudiantes." Dijo la joven a los aturdidos profesores que estaban viéndola.
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"Profesores, hay algunos estudiantes luchando con otros estudiantes" Dijo Alice a los aturdidos profesores que estaban viéndola.
Luego el video se cortó completamente y toda la sala de acto quedo en silencio por lo que habían visto.
Una sola estudiante se abrió camino entre las decenas de 'criminales' que patrullaban en el camino a la entrada y luego no solo los derrotó sin ni siquiera sudar, sino que también abrió la gruesa barrera y pudo escapar.
Los ojos de los estudiantes brillaron con intensidad.
Aurora soltó un gran suspiro al ver que Alice seguía comiendo papitas como si no le importara la mirada de los demás estudiantes.
Parecía indiferente a que fuera tratada como la 'Jugadora más valiosa' durante la prueba.
Este video se había extendido durante varios días tras la prueba, pero ahora que fue mostrado por el mismo director hizo que los ojos de los estudiantes brillaran con emoción.
"Hemos retrasado el inicio de clases debido a la destrucción que ocasiono esta prueba, sin embargo, ¡estoy orgulloso de ustedes!" Declaró el Director de la academia de héroes.
Ahora ese hombre de mediana edad había dejado su mirada tranquila y miraba a los estudiantes con ojos brillantes.
"Esta fue la 'Prueba' más brillante que he realizado como Director y tengo que alabar sus habilidades y desempeño." Comentó el director y detuvo su emoción en su voz.
Volviendo a su mirada tranquila miró a los estudiantes y declaró. "Para ustedes esto puede parecer una simple prueba para calificar su desempeño, pero eso no es completamente correcto."
Ante la declaración del Director todos los estudiantes empezaron a mirarse y susurrar entre ellos con interés.
Aurora también fue alguien que observó al Director con interés.
"Esta prueba fue para recordarles que sus enemigos no siempre serán monstruos o bestias poderosas e irracionales, sino que monstruos de piel humana." Declaró el Director sorprendiendo a los presentes con sus palabras, miró a los estudiantes y les recordó. "La Academia de Héroes prepara estudiantes para enfrentarse a todo tipo de enemigos y no importa si sus habilidades no están centradas en el ataque o solo están centradas en la defensa y el apoyo… Cada uno de ustedes tienen una forma de demostrar su capacidad y destreza."
Aurora estuvo de acuerdo con las palabras del Director.
A ella nadie le enseñó que los humanos podían ser tan malvados como los 'monstruos' y tuvo que aprenderlo a la fuerza...
"Recuerden que, si en esta prueba no han encontrado una forma de demostrar su destreza, si han fallado por miedo, nerviosismo o simplemente su propia imprudencia… Recuerden que la academia esta para ayudarlos a rellenar sus carencias y empujarlos a mejorar." Dijo el Director y con una sonrisa, observó a los estudiantes por un largo rato y declaró. "Pueden dirigirse a sus clases."
Con esas palabras el Director desapareció como una ráfaga de viento.
Apenas se fue, la sala de actos empezó a hacerse ruidosa debido a las conversaciones.
Aurora y Alice fueron la primera en abandonar la sala de actos.
Habían pasado varios días desde la prueba, eso se debía a que los profesores necesitaban verificar las habilidades de cada uno de los estudiantes y de paso darles un descanso a los estudiantes, así como también arreglar los lugares rotos durante la prueba.
Aun así, Aurora, pudo sentir las miradas en ambas mientras caminaban.
Estos no eran estudiantes recién ingresados, sino que en su mayoría eran estudiantes de segundo o tercer año.
"¿Son ellas?"
"Dicen que la que come papitas es alguien con la fuerza de Rango A… Y es solo una ingresante."
"Es increíble, escuche que golpeó a decenas de estudiantes de nivel superior, incluyendo a un luchador de Rango A."
"¿Has visto el video? Estuvo arrastrando a dos estudiantes por toda la academia…"
Aurora podía escucharlos murmurar entre ellos mientras le daban miradas de emoción a Alice.
No es que hubiera personas que no sintieran celos debido a las buenas habilidades de su amiga y su buen desempeño, sino que en la forma que Alice golpeó a los estudiantes de nivel superior hizo que todos la miraran con sorpresa.
Claro, era muy diferente entre los estudiantes recién ingresados.
Cada uno de ellos lo miraban con fanatismo por tener a esa clase de compañera única en su año.
Aurora suspiró al ver a su amiga que seguía comiendo papitas sin importarle los demás.
La había enviado para que pidiera ayuda, pero terminó golpeado a los estudiantes de nivel superior disfrazados como criminales.
Esa joven que comía papitas no parecía nada a aquella glotona que la traicionó por una bolsa de papitas.
"¿Qué sucede?" Preguntó Alice inclinando la cabeza.
Los labios de Aurora se movieron intentando aguantar su risa, pero respondió. "Nada…"
Su respuesta temblorosa hizo que Alice que estaba comiendo papitas se detuviera.
"No necesitas darles importancia a esos rumores sobre ti… Sé que eres genial." Dijo Alice asintiendo para ella misma, con esas palabras le paso su bolsa para que sacara algunas papitas.
Esta vez los labios de Aurora verdaderamente temblaron con una risa sofocante, pero como su amiga hablaba de forma seria y había muchas personas mirando, suspiro y aceptó su amabilidad.
"En realidad no me importa lo que ellos hablen." Murmuró Aurora comiendo las papitas.
"Sí, sí, yo te cuidaré." Dijo Alice acariciando su hombro como si quisiera consolarla.
Aurora casi se atraganta con sus papitas, pero se contuvo de reírse sabiendo que Alice estaba hablando seriamente.
Al final suspiró y entró a su aula.
"¿Cómo alguien de Rango A esta con una miedosa?"
"Esa niña abandono su grupo sabiendo que era una prueba y luego se la encontró asustada en un armario…"
"Tch… Abandonar su grupo en una prueba, ¿qué tan miedosa podía hacer?"
Aurora tenía muy buenos oídos así que podía escuchar los murmullos entre los estudiantes de afuera.
Cuando entró a su aula, algunos estudiantes presentes la miraron con desprecio y burla muy diferente a la mirada de respeto que le daban a Alice.
Aurora no le importó las opiniones de los demás, si le hubieran importado hace mucho tiempo hubiera dejado de hacer cosas que otros veían como inútiles.
Sentándose al lado de Alice esperando la primera clase de la academia, un estudiante de nivel superior entró en el aula y se dirigió a Aurora.
"El Director requiere su presencia estudiante Aurora." Anunció el joven y sin esperar respuesta se fue rápidamente.
Aurora tragó al escuchar esas palabras, pero dejando a Alice sola se dirigió hacia la oficina.
"¿La van a regañar?"
"Si, se merece ser regañada."
"Yo creo que la van a expulsar…"
Ignorando los comentarios de los estudiantes que no tenían nada mejor que hacer, Aurora se dirigió a la oficina del director por el camino que reconocía.
—No necesitas estar nerviosa.
Aurora no respondió, solo pensó en el curso de acción que tomaría desde este momento.
La asistente la dejo entrar en la oficina y Aurora mirando al Director que estaba firmando unos documentos, nerviosamente se sentó al frente de él.
Estando tan cerca Aurora pudo ver que el Director no era tan viejo como parecía.
En sus cuarenta y tantos años, se veía elegante y solemne dando una presión sofocante solo por su presencia.
"¿Por qué?" Preguntó el Director Vincent de repente.
Aurora no supo que responder y como el Director seguía firmando unos documentos, al final, explicó. "No quise arruinar su plan, pero seguí mi instinto, ya que sentí que había algo mal con ese profesor… Y bueno cuando se puso hablar sobre asesinar y vengarse, me pareció que estaba loco y como cualquier estudiante en su sano juicio… Lo golpeé… Quiero decir lo detuve."
El Director Vincent levantó su cabeza y la miró de forma extraña.
"Nunca había pensado que ese viejo fuera tan débil y que cayera tan rápido… Pensé era tan peligroso como aparentaba." Declaró Aurora tras una tos falsa.
El Director Vincent al ver que Aurora estaba hablando sinceramente, suspiró.
"No, mi pregunta es… ¿Por qué te escondiste en el armario?" Preguntó el Director, entonces chasqueo sus dedos.
En la mesa de oficina entre ambos, apareció una joven con las mismas características que Aurora entrando en una sala cerca de la oficina del director y luego dejo un objeto en el armario.
Cuando ella se fue, el objeto brilló y dejo a la vista a otra joven con las mismas características que Aurora, solo que esta vez se veía ligeramente asustada y se acurrucaba en el armario.
Los minutos pasaron y un grupo de estudiantes entró a la sala buscando a otros estudiantes, entonces alguien en el grupo detectó algo en el armario y se acercaron solo para encontrarse a una joven.
Los estudiantes la quisieron ayudar comentando que todo era una prueba y que todo había terminado, pero la joven seguía con miedo y parecía no escuchar absolutamente nada como si estuviera en pánico.
Otra estudiante le dijo que saliera y que la guiaría a un grupo más grande, pero la joven testarudamente no respondió y se quedó en el armario.
Los estudiantes generaron un poco de desprecio al ver que una estudiante ingresante como ellos actuara de esa forma tan miedosa, pero se comportaron bien y se fueron a buscar a alguien que pudiera convencerla y ayudarla.
Cuando todo quedo vacío, la figura de Aurora apareció y se llevó el objeto rompiendo la ilusión.
"…" Aurora se quedó sorprendida al ver esas imágenes.
—Te intenté avisar de que era inútil esconderte, pero estabas tan interesada en ese 'viejo' así que no me escuchaste.
Leyendo las palabras que su sistema le había comunicado, Aurora se quedó media aturdida.
Miro al director con un poco de vergüenza y sinceramente comentó. "Bueno… Pensé que sería extraño que fuera descubierta por los demás estudiantes cuando estaba merodeando por su oficina, siguiendo otro profesor, así que pensé en crear una cuartada."
¿Fue su nerviosismo o vergüenza?
Sus palabras sonaron como un criminal profesional que se había preparado de antemano para un robó muy bien organizado.
"Quiero decir… Me gustaría mantener un perfil bajo." Dijo Aurora honestamente tras otra pequeña tos falsa.
El Director Vincent era un mago de Rango SS, Aurora estaba segura de que conocía su profesión y tenía cierto conocimiento de su pasado.
Aurora no se veía como alguien extremadamente importante, pero creía que era normal que alguien como ella llamara la atención… Después de todo, no era tan normal quedarse en África desde los 15 años de edad, ayudando a las personas en ese lugar devastado por el caos y la guerra.
"No puedo hacer nada sobre los rumores sobre ti y la mala imagen que creaste, pero creo que puedes cambiarla si te esfuerzas en las clases de combate y demuestras partes de tus verdaderas habilidades." Declaró el Director agitando su cabeza con un suspiro.
Con esas palabras le hizo una seña para que Aurora abandonara la oficina.
Dejando la oficina Aurora suspiró aliviada.
No esperaba que la expulsaran, sino que había esperado algo parecido a lo que hicieron con Alice… Demostrar sus habilidades a todo el mundo para revelar la futura heroína capaz en la que se podía convertir.
No era nada simple haber perseguido a un profesor siguiendo sus instintos que le decían que algo estaba mal, luego encontrar un infiltrado y detenerlo antes de que estuviera por robar un libro 'importante' del área secreta del director…
Si eso no fuera un hecho real y hubiera sido parte de la prueba, Aurora estaba segura de que tendría muy buen puntaje.
"¿Crees que revelara algo?" Preguntó Aurora a su sistema en su mente.
—No como él mencionó, no hará nada con los rumores sobre ti, por ende, seguramente ha ocultado la parte donde tú entrabas al aula y dejabas la ilusión.
"No creo que me esté ayudando, pienso que no quiere llamar la atención porque tiene enemigos a los que enfrentar." Comentó Aurora en su mente.
Ese viejo que se había infiltrado a robar el libro era débil y esa era la razón por la que no podía haberlo conseguido solo…
Después de todo, ese disfraz logró engañarla a ella y a su sistema al mismo tiempo que le había permitido adentrarse a la academia y descubrir el área secreta del director.
Sin embargo, esto era bueno para Aurora.
Ella no quería inmiscuirse en los conflictos entre humanos que buscaban devorarse entre ellos.
—Si hubieras deseado eso, no hubieras seguido ese viejo y tampoco te hubieras ocultado como siempre lo haces.
Aurora se congeló ante las palabras de su sistema, pero…
"Son hábitos de trabajo." Murmuró débilmente mientras volvía a su aula.