Kapitel 253: Olvidate de mí.
Elisabeth miraba su reloj marcaba las 5 de la tarde, Jeremy la miraba extraño, y ella se sentía incomoda y fue que él preguntó.
_Te hicisteis algo, te noto algo diferente, igual estas tensa, como preocupada, estas aburrida? sucede algo?
_Si, yo quiero salir, lleva me no sé algún lugar, al que quieras, estar encerrada me produce estrés.
_Bien te llevo algun bar ? quieres tomar algo? aunque ya sabes que no bebo. Mejor te llevo a comer oh compramos comida?
Cuando ella escuchó sus sugerencias se le ocurrio ir al bar, comenzó a recordar algo, será que Ivonne salio ilesa? pero le contesto el mensaje en la mañana, ella queria conocer al tipo.
_Si llevame al bar, escuche que hay uno muy bueno el zafiro creo que se llama, quiero tomar algo.
_Bueno, te esperó abajo, para ir recuerda que no beberemo mucho al menos yo no, y si tu quieres conducir, está bien no crees?
_Si Jeremy me cambiare de ropa y bajo.
Ivonne seguía perturbada, queria recordar como había terminado así? siendo la mascota de Alexander, no queria pensar por que él estaba cerca pero decidío escuchar.
En su mente venia una conversación en francés, le entendía perfectamente ya que sabia hablar el idioma, era Alexander hablando con unos hombres estaban planeando como quitar aun senador del camino para que uno de ellos ocupara su lugar.
Ivonne seguía escuchando, la conversación, pero estaba sentada en el piso alado de la cama, hasta que una débil voz la interrumpió.
_Señora, buenas tardes comerá algo? le sucede algo? necesita una transfusión?
Miro y era una mujer alta, pálida y muy delgada de aspecto enfermo.
_Usted quien es? preguntó Ivonne.
_Soy sirviente del señor y ahora de usted.
_No se preocupe, solo quiero agua.
_No ha comido en días. No es bueno para usted ni su salud.
_Bueno, quiero cereal con leche deslactosada y el cereal que sea simple.
_Como usted diga. La mujer se fue...
Ivonne bajo las pequeñas escaleras y miró el gran escritorio se sentó y encendió la computadora, no sabia la contraseña, la miro unos minutos y escribió algo y entro a inicio.
_El amo se enojara si husmea en sus cosas señora.
miro a su derecha y ahí estaba el vigilante que encontró primero el de la mujer de blanco.
_Bueno, ya soy su juguete estoy aburrida, además que soy ahora de él? su prisionera? por que escuchó lo que el dice?
_Usted no es su sujete es su esposa, anoche se casaron mira la cicatriz en su mano izquierda es un pacto de sangre, se unieron en ser uno sólo, así e que desde hoy todo lo que el diga o piense usted lo sabrá y el también sabrá de usted.
Cuando Elisa escuchó eso su corazón se sintio adolorido, comenzó a recordar todo, el dolor que había pasado, la sensación de muerte. Sentía que era mejor morir que seguir atada a alguien como Alexander Mattel.
_Escuchó en su cabeza.
_Ni se te ocurra hacer una estupidez!! le dijo Alexander a ella.
_Te odio desgraciado, si muero yo mueres tu.
_No es algo negociable callate y dejame hablar.
Ivonne dejo su.mente en blanco no sabia que hacer, la sirvienta entro con su cereal, le dio las gracias y comenzó a comer, después se dio un baño y se vistió le habían dejado ropa limpia un vestido rojo.
Elisabeth se dirigía al bar con Jeremy cuando entraron había poca gente, ella miro a su alrededor sin decir nada.
_Es bueno no había venido. Y tu?
_Tampoco amiga me contó que era buen lugar.
Un mesero se acerco a ellos en la entrada y les ofreció un lugar.
_Buenas tardes disculpe que desean agarrar hoy? un lugar para escuxhsr música a todo volumen o algo más tranquilo?
_Algo más tranquilo, sugirió Jeremy.
Los subió al segundo nivel, solo habían pocas mesas y en una de ellas habían varios hombres de traje hablando.
y unas parejas se sentaron y Elisabeth comenzó a buscar. Sabia que no tenia que pensar nada.
_Eli, Eli, Jeremy la saco de su mundo blanco.
_Dime, disculpa...dijistes algo?
_Si, que si estas bien? te siento rara, sucede algo?
_No, no. Aun sigo un poco molesta contigo por está cosa en mi muñeca.
_Bueno es para protegerte. Perdoname Eli, quiero que estés bien.
Tomo sus manos y ella solo sonrió.
Ivonne seguía escuchando la conversación de Alexander hasta que, escuchó una voz familiar, era Elisabeth.
se desespero y busco la manera de salir.
_Puedo salir abajo le preguntó al vigilante.
_Si puedes solo la segunda planta.
_Bien gracias, quiero ver personas y afuera. No me sigas por favor Alexander está abajo como podré escapar además el siempre sabrá donde estoy.
Ivonne bajo miró a las personas, y encontró a Elisabeth. No podía llamarla fue que esperó unos minutos y se levanto al bañó, cuando ella entro Ivonne la jaló y ella se quedo sorprendída.
_Que haces aquí? no estas en Corea?
_Shhh le paso un papel diciendo hablemos por señas.
_Que pasa que haces aquí dijo Elisabeth.
_No podre salir por mucho tiempo, Alexander Mattel me unió a él soy su esposa, y siempre sabrá donde estoy, por eso tienes que seguir con el plan,
_Que lo de anoche no fue mentira? lo comencé a recordar.
_Bien, no lo fue, Elisa eres tu desde ahora, ese siempre fue tu lugar, yo... no se cuando seré libre.
_No, no!! Ivonne lucha como siempre...el no puede ser más que tú.
_No!! no puedo es más difícil, hicimos un pacto de sangre y que te dejaría vivir.
_Nooo por favor, algo debemos hacer.
_No te preocupes, todos tus enemigos dejaran de existir, le pediré a él que lo haga.
_No!! no lo hagas!!
_Si quiero ver amis hijos felices y mi esposo libre este es el precio que tengo que pagar.Elisabeth comenzó a llorar.
_No,no!! no llores llamarás su atención, querida vive está vida como si fuera tuya, disfruta de un esposo e hijos como si fueran tuyos. No hay mejores manos que en las tuyas dejo mi familia y mi vida.
_Me pides mucho, porque todo es tan injusto?
_No lo sé, cometí errores hoy pago las consecuencias. Mi amor es más grande que estoy dispuesta a sacrificarme por ellos y por ti, veté, ya viene, no me busques más, olvidate de mí, todo pasara rápido y serán libres dile a Lee... que lo amo, y siempre lo amare.
_Nooo!! no me hagas esto...
_Vete!! ya!!
Ivonne la saco del baño rápido Alexander ya estaba terminando de hablar se despidió de los caballeros miro asus alrededores no veía a la mujer.
juraba que había visto a la otra chica.
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