Kapitel 21: Salvavidas

"I would rather go blind than to see you walk away from me."

Llegó el viernes por la mañana con la promesa implícita de ser perfecto, siendo la primera vez que Edward pasara por mí para poder ir a la escuela juntos. Me levanté temprano para tomar una ducha y después realicé un rápido análisis de mi clóset antes de escoger unos pantalones ajustados de mezclilla, una blusa blanca de mangas largas, un suéter azul, mi gabardina negra informal y tenis casuales blancos; antes de abandonar mi cuarto, tomé mi bufanda rosa y mi gorro gris. Luego bajé las escaleras mochila en mano hacia la cocina con tiempo de sobra para desayunar.

Mientras estaba terminando de cepillar mis dientes, recibí una llamada de Edward avisándome que ya se encontraba fuera de mi casa y pidiéndome que no tardara en salir. En el momento en que lo ví, salté a sus brazos y lo llené de besos; unos momentos después, él me llevó en brazos hasta su auto.

Al llegar la hora del almuerzo, me reuní con los hermanos Cullen para desayunar como era habitual, sólo que esta vez ellos se encontraban esperándome fuera de mi salón de clases desde antes que terminara la clase. Sin embargo, cuando la clase finalmente concluyó, Jeanne se interpuso en mi camino cuando me disponía a irme.

— Ey Lizzy, ¿Cómo has estado? Tiene años que no sé nada de ti. — dijo exagerando un poco.

— Métete en tus asuntos querida, cómo esté o no esté ya no es más asunto tuyo. Ahora por favor, muévete de mi camino.

— Vamos, dime la verdad, ¿Con quién tuviste que acostarte para poder ser amiga de las dos personas más populares en la escuela ahora? — dijo con sarcasmo.

— Guarda todo ese veneno para ti misma, lo necesitas más que yo, y antes de juzgar o atacar a alguien de esa manera deberías mirarte en un espejo. Ahora, si me disculpas, me iré para poder hablar con personas que verdaderamente me importen.

— ¿Y qué hay de Jacob? — dijo mientras me disponía a irme — ¿Realmente te importó alguna vez? ¿Es Edward en la cama mejor que él?

— Bueno querida, yo no conozco la cama de Jacob tan bien como tú. Ya no te preocupes por mí, que no interferiré más en tu cuento de conejita con él. — dije finalmente antes de irme.

Almorzar con mis dos personas favoritas en el mundo siempre es lo mejor en mis horarios escolares. Estábamos sentados en mi lugar favorito como de costumbre, escuchando algunas de nuestras canciones favoritas hablando acerca de un par de chismes escolares y de cómo puse a Jeanne en su lugar hace rato; los tres estábamos de acuerdo en que ella realmente se lo merecía. Luego del almuerzo, cada quién regresó a su clase correspondiente.

A la hora de salida, busqué a Edward por todo el estacionamiento para poder ir a casa juntos como habíamos acordado más temprano, pero al hacerlo me llevé una sorpresa desagradable. Él ya se encontraba dentro de su auto pero no estaba solo, él estaba con… ¡¿Tiffany!? Y estaban bastante cerca, debo decir. Aunque yo pude verlos con bastante claridad, ellos en ningún momento lo hicieron; así que la única cosa que pude hacer hacer en ese momento fue alejarme de ellos.

Caminé, casi corrí, un par de cuadras lejos hasta llegar a la parada de autobuses, pensé en llamar a Alice pero me deshice de aquella idea rápidamente al recordar que ella aún se encontraba en clase, puesto que no quería interrumpirla. Cinco minutos después, llegó un autobús con destino a un lugar cercano a Riverside Park en el cual me subí obedeciendo un impulso sin pensarlo mucho.

Una vez en el parque, caminé por el lugar hasta encontrar una banca libre y tomé asiento tratando de mantener la calma. En realidad mi intento por distraer mi mente iba bastante bien hasta que caí en la cuenta de que el lugar donde estaba sentada era la misma banca donde me había sentado a su lado durante la primera cita; en cuanto me percaté de aquello, rompí en llanto incontrolablemente mientras sentía que un dolor punzante recorría todo mi cuerpo. Todo empeoró cuando recibí un mensaje de Edward diciendo lo siguiente: "¿Dónde estás Lizzy? Llevo una hora esperando por ti en mi auto. Por favor date prisa donde quiera que estés, necesito hablar contigo sobre algo importante."

Cinco minutos después, mientras seguía llorando descontroladamente, un chico se sentó junto a mí. Aquel chico se veía bastante apuesto con sus cabello ondulado esponjado color rubio cenizo cayendo sobre sus orejas, ojos azules profundos, cejas pobladas, pestañas largas y apariencia fornida pero no robusta. Por su estructura física, podía deducir que no pasaba de los veinte, lucía justo como el tipo de chico por el que yo caería profundamente si no hubiera caído por alguien ya. Llevaba puesta una camiseta azul de mangas cortas, pantalón de mezclilla y una chaqueta negra rompevientos en combinación con un par de tenis del mismo color. Me encontraba contemplándolo de pies a cabeza en un acto extrañamente relajante y calmante hasta que él me tomó por sorpresa al ofrecerme un pañuelo grabado con un par de iniciales "P. A" las cuales deduje que pertenecían a su nombre.

— Gracias. — dije mientras secaba mis lágrimas con el pañuelo.

— ¿Te sientes mejor ahora?

— Yo… Eso creo. — respondí mientras me percataba de que había parado de llorar, hasta estaba dedicándole una sonrisa amable.

— Eso es bueno. Realmente estabas rompiendo mi corazón con aquella forma desgarradora de llorar.

— Lo siento — dije realmente apenada — pero… ¿Qué estás haciendo aquí? Es decir, no me lo tomes a mal, aprecio el gesto; es sólo que me parece un tanto descabellado encontrar consuelo en un chico al cual no había visto nunca antes en toda mi vida.

— Bueno… Si te soy honesto, ni siquiera yo sé qué estoy haciendo aquí. Pasaba por aquí y simplemente sentí un extraño deseo de consolarte el cual no pude ignorar, ¿Cuál es tu nombre?

— Ah, yo soy, me llamo Elizabeth. Elizabeth Denker es mi nombre. — dije entre titubeos repentinamente nerviosa.

— Es un lindo nombre.

— Gracias, ¿Y tú eres…?

— Soy… Patrick. — dijo como si dudara acerca de su propio nombre, gesto que no supe cómo interpretar.

— Ése también es un lindo nombre. Así que… Patrick, ¿Tienes Twitter, Instagram, Facebook o algo que se le parezca? Eres mi salvavidas de la tristeza. — dije entre risas y con mejor humor.

— Jaja, será mejor que me olvides Lizzy, no creo que vuelvas a verme nunca más.

— ¿Qué? Pero…

— Shhh… — dijo interrumpiéndome — escúchame bien antes de que me marche; conserva el pañuelo y úsalo siempre que te sientas triste como hoy. No olvides que eres más fuerte de lo que tú misma crees pero debes andar con cuidado. No quiero verte rota de nuevo, ¿Okey?

— Okey, pero… — intenté decir pero no pude terminar la frase debido a que mi celular sonó en ese momento anunciando que tenía una llamada entrante — Disculpa, debo atender esta llamada. Pero por favor quédate, no tardaré.

Dicho esto, él sólo me miró con una sonrisa dibujada en el rostro y entonces me dispuse a alejarme un par de metros para poder contestar en privado. Se trataba de Alice.

— ¿Hola?

— ¡Elizabeth! ¡¿Dónde diablos estás?! Mi hermano me dijo que ha estado esperándote por más de una hora en el estacionamiento, ¡Estamos muy preocupados por ti!

— Alice, yo… no estoy bien. Él rompió mi corazón, estoy en Riverside Park.

— ¿Qué?, ¡Voy a matarlo! Quédate donde estás, ¡Voy por ti!

— Gracias Alice, eres mi segunda salvadora del día de hoy. Pero, por favor ven sola…

Una vez que finalice la llamada, me di vuelta para encontrarme con Patrick nuevamente, quizá se llevaría bien con mi mejor amiga; sin embargo, él ya no estaba ahí.