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100% EL GRINGO / Chapter 4: EL GRINGO - PARTE 4 (La noche perfecta Cap 30 - 33)

Kapitel 4: EL GRINGO - PARTE 4 (La noche perfecta Cap 30 - 33)

LA NOCHE PERFECTA (30 )

Faltaba un día para la navidad, esa noche invité a Chloé a salir conmigo, Como era de esperar estaba contento de tener a mi familia y compartir con ellos. Llegó la hora. Fui a recogerla. El plan del día fue ir al chorro de Quevedo.

Lugar de calles anchas y sus construcciones muy bajitas, casi imposible que una estructura afecte el panorama nocturno. Sus casas son de colores muy vivos y llamativos, las rejas que adornan las ventanas sobresalen de los muros y le dan un aspecto clásico que se vuelve imposible de olvidar, y, con tan solo entrar una vez basta para extrañar con fuerza el sitio.

En su parte central, entre tiendas que sacan sus mesas y asientos al exterior, entre las luces navideñas de las ventanas, caminamos Chloe y yo. Habían personas reunidas y  sentadas en el piso, escuchando cuenteros y comediantes, a la distancia un náufrago musical empezó a tocar la guitarra española, grupos pequeños de baile se reunieron y bailaban música de manera teatral. Ninguno afectaba la armonía de otro y todos estaban dando una magia al sitio, por la que entregaría mucho de lo que hoy tengo con tal de poderlo vivir una vez más.

Escuchamos varias historias. Unas muy tiernas otras muy tristes, escuchamos comediantes y la vi reír como nunca, que fascinante salir con ella a pasarla bien, lo que sentía al verla reír no era química, ni era un milagro. Pero si en cada persona hay un procedimiento para enamorarse, ella era la que conocía, cada momento, cada acción, cada gesto para volverme un adicto. Tanto así, que es la única a la que le perdono errores con facilidad, incluso la tristeza era mejor estando con ella.  Cada momento entre los dos era perfecto, éramos complementarios, el tiempo, el espacio estaban a nuestro favor. Ella era alguien, que no sucede dos veces.

Entre los silencios de la última historia, que era narrada por una pareja, la tomé de la mano y me acerque al oído para susurrarle.

—Me gustas mucho, Chloe.

—Shhhh — me silenció los labios y se me acercó con emoción y ansiedad — Tú no eres igual, Dime las cosas a tu manera.

—No encuentro palabras, Chloe.

—Sigue hablando — se me acercó y puso su mentón sobre mi hombro— Eres un poeta.

—Está bien — dije con pequeña risas— ¿Estoy vivo y no hay ciencia que me explique el vértigo que me da la ausencia de tu sonrisa? — la miré unos segundos y corrí los cabellos de su frente, para observarla mejor y para que ella, observarse mejor mis alegrías — O ¿Estoy muerto y eres tu el paraíso?

—Hay cosas que la ciencia no nos puede explicar y no somos muy creyentes como para ganar el cielo. Yo creo que existe la vida, la muerte —hizo una pausa, su boca se curvó con emoción— y estar juntos, es otro estado.

—Es un estado en el que la vida y la muerte parece no existir.

Hicimos gestos de asombro con humor y reíamos de las teorías y conclusiones. Disfrutando la singular confesión. Añadí:

—Si entre la vida y la muerte está el conocerte, entre la muerte y la nada, ¿estarías conmigo también?.

—Si existe un Dios y hay algo más allá, sí lo haría.

—¿Y si la ciencia es quien gana la batalla y no hay más allá?

— Tenemos una vida para huirle a la muerte —respondió mientras reía con sensatez.

No puedo refutar ni un segundo sobre ella y por primera vez no dude de nada, sus palabras eran incomparables.

Me cayó en frente un corazón de peluche. La pareja de cuenteros estaban de espaldas y la chica pareció ser la que lo había lanzado al azar. Lo recogí.

—¡Ellos son la pareja elegida de Cupido esta noche!, antes de entregarles su premio deben darse un beso.

Todos nos observaron, yo la observé con cuidado y con muchas ganas, me acerque a su rostro, estaba contenta, ese era el mejor regalo para mi, me acerqué con precaución y la besé tan solo un par de segundos.

—Nuevamente Cupido ha cumplido con su misión, ¡un aplauso!.

Las personas alrededor murmuraban y aplaudieron, la chica que lanzó el corazón de peluche, fue a donde estábamos y le dio a Chloe una gran chocolatina blanca de las que le gustan  y le pase yo el peluche.

—Que linda pareja, que tengan linda noche— nos sonrió.

No solíamos ser tímidos realmente, pero entre ella y yo, sentíamos una sutileza singular hacia el otro. Ese momento nos ayudó mucho a romper el hielo.

Todos quedaron pendientes de las últimas historias, nosotros los mirábamos pero pensábamos en ese beso tan corto y tan único.

<Con uno no puedo quedar satisfecho, es hermosa y tengo que regodearme más entre sus labios>

Me invitó a un café y hablamos. Parecieron segundos en los que el sitio pasó de estar con gente a estar casi vacío, todos estaban dentro de algún local, nosotros afuera, hablando.

—Se nos pasó el tiempo— me dijo Chloe para después abrazarme, nerviosamente — ¡Vamos a mi casa!

Eran más de 30 cuadras de distancia, decidimos caminar, una noche donde incontables aves caminaban en los andenes. Todo extrañamente estaba solo, el mundo era nuestro.

Después de unas 10 cuadras, el reloj marcaba las 11:30, nos detuvimos en una esquina.

—Juan, siento que todo está muy bien, por más que al ver el mundo no sea así.

—Debe ser el estado del que hablabas. Nos cambia la realidad.

—¿Entonces en qué estado estamos?— me preguntó, esperando una buena respuesta.

—Tú estás conmigo y yo estoy contigo. Ese es el mejor estado.

Me abrazó con energía fuertemente. Hizo una pausa después.

—¿Será malo? —dijo en tono seriedad— Me haces sentir más débil y aveces pienso que puedo enloquecer.

—¿No será bueno? Pues tú eres ese ser diferente que ayuda a calmar la confusión de mis pensamientos. Cómo una bandera blanca para la batalla que libró diariamente con la realidad.

—No insinues que estás loco.

—Con todo lo que me ha sucedido, te debo las gracias. Pero no hables como si estuvieras cuerda— después reímos juntando nuestros rostros.

Se quedó en silencio y otra vez me abrazó por varios segundos, hasta que empezaron a golpear nuestras prendas gotas de lluvia.

—Guardemonos bajo alguna estructura. No nos vamos a mojar — dije.

—¿Qué no?— caminó hasta la mitad de la calle y de sus manos, levantó los dedos del corazón haciendo la "peineta", símbolo de insulto.

Reí y corrí tras ella para atraparla. En tres cuadras la alcance. La tomé de los brazos fuertemente, la miré muy fijo y bajo los accidentes del cristal que llovía, me arriesgue a besarla, esta vez sin prisa alguna.

Perdí el tacto, la visión y la audición.

Solo sentía colores, inmensos desórdenes del cuerpo, una reacción antinatural de pánico y felicidad. El frío y sus latigazos por la espalda; el corazón disparó una alarma en ambos cuerpos en forma de acelerados latidos. Ejércitos en mi interior, corrían en mi defensa hacia el mentón causando cosquilleos; por cada arteria del cuerpo había conmoción y cada minúscula representación de vida en mí corría desesperadamente.

Entre nuestras bocas, un contraste contraste de nuestros aires cálidos y fríos; su saliva y la mía, como en un encuentro de mares, encontraron su densa libertad. Todo dio inicio al hambre, que entre los labios creció a pasos agigantados, hasta tener la fuerza de millones de galaxias y agujeros negros.

Quería devorar su boca pero me parecía cada vez más poderosa e inmensa, se resistía haciendo de sus labios y su lengua una lenta pero implacable fuerza con intenciones de devorarme también.

Estábamos en un conflicto donde competimos celosamente por consumir al otro y alejarlo de cualquier contacto del mundo; fueron los rasguños en la ropa, las caricias sobre la piel, los abrazos fuertes y los ojos cerrados, la manera de gritarle al mundo: ¡Me pertenece!.

Faltaba el oxígeno, el calor entre el rose de nuestras acolchadas bocas llegó a alcanzar  lo incalculable. La extraña e inentendible magnitud de esa energía que llegó por la boca, se esparció por todo el cuerpo, luego en alboroto corría por las piernas, los brazos, la cabeza hacia el sitio de reunión donde debía cumplir su cita en el tiempo: el corazón.

Se me recogieron los dedos, se tensaron los músculos, una definición para la que el maldito léxico siempre será patético, el significado que solo podré guardar en mi mente y ella en la suya. Algo que tenía que suceder entre quienes debía suceder. Nadie más nunca lo entenderá o lo vivirá. Para eso estábamos en el mundo, para hacer la diferencia.

La observé tan humana, equívoca y débil, entendimos inmediatamente al observarnos que algo habíamos entregado, que algo había sucedido. Un caos en el pecho que nos libera; nos quitó el peso de mil rocas.

"Hemos crecido peleando con la vida,

Somos guerreros con cicatrices,

No parecemos tener corazón.

Pero lo tanto hicimos para el otro y lo tanto que sentimos en el pecho,

Fueron los síntomas de que la piedra,

puede volver a ser lava,

Que un corazón emocionalmente inerte,

Puede volver a sentir calor."

Nos miramos y nos dejamos llevar por las emociones.

—Vamos a mi casa y comemos algo.

—¿Tus padres no dicen nada?— pregunté

—No pienses en eso, ¡vamos!

Caminamos bajo la lluvia, la que para muchos es triste. Esta vez no era así.

Caminamos lo que nos faltaba hasta llegar a la casa de Chloé.

—Sigue —me dijo.

—Gracias— respondí.

Su casa oscura y grande, un árbol de navidad muy vivido, muchos paquetes decorados bajo sus ramas.

—¿Y tus papás?— pregunté.

—No están.

—¿A donde fueron?.

—Un viaje de pareja, esperan estar aquí para navidad.

—¿Cómo piensan dejarte sola?.

—Les dije que estaría contigo.

La mire y luego miré al suelo, suspirando. Dije:

—Entonces, mejor cambiate, la estar así te hace daño.

—Está bien, tú haz lo mismo. Yo te presto toalla y las prendas que necesites.

Subió al segundo piso, luego me llamo. Subí y me paso una toalla y una ropa de cambio.

Me dijo donde quedaba el baño así que tome una ducha con agua cálida y me cambie. Me acosté en esa cama frente al baño. Ella se metió a la ducha  y yo trate de dormir.

Intenté dormir durante 5 minutos. Pero no pude. Sentí algo muy extraño.

Me acosté en la cama. Con los ojos entrecerrados, el ambiente estaba frío; En un idioma que yo mismo desconocía empecé a musitar palabras que salían solas, sin un ritmo ni intención. Me sentí un alma. Con un ligero movimiento  de cabeza pude ser el meteorito que nunca llegó a la tierra, dejaba caer mis brazos como los látigos que nunca hicieron daño, sentí que mi vestimenta voló en el aire como la bandera blanca que jamás detuvo un enfrentamientos, no estaba despierto, pero tampoco soñando, sentí el poder de reinventar todo ese conocimiento que no se usó bien.

La habitación prendió en llamas, convirtiéndose en el infierno; me invadió el sudor y suspiré tan fuerte como para apagar su fuego. Podía tomar mil formas y hacer miles de hazañas. Cómo ser la carta perfecta o el lecho del océano que en mi pecho se acostaba. Pero, en poco cerré los ojos y disfruté de la manera más egoísta la extraña sensación, la complaciente mudada.

Pasaron desapercibidos varios dextrógiros en la manecilla horaria. Pasé de ver cómo todo se transmutaba y alborozaba, a cerrar los ojos.

2.

"Me desperté en un bosque, la superficie verde estaba cubierta por hojas secas, amarillas, marrones y de otros colores alegres y nostálgicos. Se escuchaban cascadas, aves vocalizando, se veían invertebrados y vertebrados de distintos tamaños a mi alrededor. No era la jungla de concreto, esta vez era una ciudad de ecosistemas.

—Hola, Juancho. Un gusto volvernos a encontrar — manifestó mi tío Mario, acercándose y  esquivando gigantes raíces.

—Hola, tío Mario. ¿Dónde estamos?

—¿Te gusta el lugar?

—Definitivamente, tío— enuncié al tiempo que vislumbraba cada ángulo.

—Ya luego entenderás por qué estás aquí, quiero que vengas conmigo. Sígueme.

Se fue adelante, caminando entre los árboles, saltando obstáculos. A la vez que éramos observados por fauna de todo tipo. Leones, tigres, osos; unos caminando junto a mí a momentos, otros descansando en árboles. Me estaban dando la bienvenida.

Después de caminar unos cuantos metros llegamos a una cascada muy pequeña.

Me arrimé a la orilla del lago que creó aquella caída de agua, vi que estaba compuesta de muchos colores en su fondo, rojo, verde, morado, amarillo, entre otros. Parecía un pequeño río de dioses, parecía el caño cristales.  Con vida bajo sus aguas y distintos tipos de flora que dotaban de color y movimiento.

—Hermoso, ¿verdad?.

—No tengo palabras, tío Mario.

—Espero disfrutes de este momento, para ello te dejaré con la mejor compañía.

—¿Con quién me dejarás?.

No obtuve respuesta. Miré a los lados y mi tío ya no estaba. De la estrecha cascada salió caminando el gringo.

<¡Demonios!> pensé.

Ya con el cansancio y  las terribles situaciones que pasé por culpa de ese tipo, preferí no correr; ya estaba cansado de huir, lo detestaba; pero detestaba más vivir con terror, vivir mal por su culpa.

Se aproximaba por ese pequeño lago, me resigne al futuro a medida que se acercaba. Lo acepté, dejando fluir en mí la calma.

Aprecié en mi interior, distintos sabores y emociones. Se me hacía agua la boca, me pasaban escalofríos por la espalda y todo tipo de reacciones con las cuales la vida se envuelve; no cambiaban porque sí, cambiaban por cada paso del Gringo. Cada pisada en las puras aguas parecía retumbar entre mi de modos ambivalentes.

Caminaba y se retiró el sombrero, se retiró el gabán. Lo posó en su antebrazo. Su cuerpo era como su rostro. Totalmente negro, Pero esta vez en su pecho se veía una galaxia verde aguamarina. Dejó la gabán y el sombrero en el pasto y se sentó junto a mí. Observando el lago unos segundos. Dijo en tono de seriedad:

— Este es mi mundo. Tú, eres nuestro peor enemigo.

Me quedé en silencio.

—Linda perspectiva, ¿no?— preguntó.

No respondí nada.

—Esta vez no te voy a hacer nada, siéntate. Vamos a hablar.

Sin decir ni una palabra accedí, el miedo me impedía actuar libremente.

—Querías saber quién soy yo.

Lo observé precavidamente y confirmé con la cabeza.

Su rostro se transformó, pasó de ser negro a mostrar la cara de un anciano. En ese momento dejó de caer la cascada y solo empezaron a caer delgados hilos de agua.

Añadí anonadado: —¿Y tú eres?

—Yo soy la víctima de tus decisiones, la consecuencia de tus acciones, el resultado de ti mismo.

En menos de un minuto mi razón me obligó a actuar. Me levanté para mirarme en el reflejo del agua. En el, mi reflejo, era exactamente el del mismo anciano. Mire mis manos y eran jóvenes, me toque el rostro y lo sentía liso, pero en el agua me veía mayor. Al lado de mi bohemio reflejo, se acercó el gringo y su reflejo era mi imagen joven. En ese momento la cascada volvió a regarse.

Asombrado volteé para observarlo, estaba joven y tenía mi misma mirada, mí misma forma de verme al espejo, mi mismo aura, mi halo. Era yo mismo.

—¿Sigues con la duda?—preguntó el Gringo.

Perplejo no lo deje de observar.

—Este es un mundo de Dioses.

—¿Es decir que soy un Dios? — pregunté .

—Claramente, con tus decisiones estás cambiando el rumbo de las cosas y eso es lo que hace un Dios. Yo soy tu versión ya realizada, voy cambiando dependiendo de tus trayectos en la vida.

—No entiendo. ¿Qué me quieres decir?, ¿no eres yo?.

—Soy tu "yo" anciano, en este sitio que es mi parte de este mundo; todo lo que soy y me rodea irá empeorando o mejorando, dependiendo de tu actuar.

—¿Si necesitabas de mí por qué buscabas con hacerme daño?.

—Yo soy tu futuro, si tú actúas bien ¿Cómo será tu futuro?— contra preguntó.

—Bueno— respondí rápidamente y de manera obvia.

—Entonces si actúas mal, sabes cómo voy a ser yo. Todos tienen su "yo" futuro aquí y si ustedes dañan el planeta, también se va a dañar el nuestro. Somos máquinas movidas por el odio a ustedes, que sin darse cuenta nos hacen sacar nuestra peor versión. No olvides que soy tu reflejo, solo tú puedes ser tu mejor amigo o tu peor enemigo.

—¿Entonces pudiste matarme?— dije.

—Podría decirse que sí, pues el que tiene la capacidad de hacerse el peor daño eres tú mismo, con tus decisiones. Volvámonos a sentar, quiero aprovechar que estamos aquí para comentarte el problema. —suspiró fuertemente— El monstruo Vromia, Agnoia que es el rostro que veías en los muros y Aplistia que es el camión que utilicé; son las criaturas que viste en tus sueños y conforman algunos de todos los "demonios" de este mundo, que desde tu mundo se crearon y ahora los gringos llenos de odio también los alimentamos. Es culpa tuya y mía. Porque desde tu mundo se les rinde "pleitesía" muy puntualmente.

—Y ¿cuáles son las consecuencias?

—¿Cuáles serán?, es la pregunta. Por ahora los humanos y los gringos tenemos el control sobre ellas, todavía las dominamos; pero si la gran mayoría de los demás, siguen fortaleciéndolas en tu mundo, también se fortalecerán en el nuestro. Ya que creeremos que es la única manera de acabar con ustedes, la humanidad, que en pocas palabras, no nos sirve para nada. Y serviría, pero ambos estaríamos actuando con ceguera, porque ustedes lo hacen por gusto y nosotros por odio y el final de la raza humana no debería ser la solución.

Suspiró, se acostó y observó al cielo, a las nubes. Prosiguió:

—Entonces, si siguen creciendo y fortaleciéndose esos demonios, habrá un punto donde les tocará el turno a ellos de gobernar y comenzarán a destruirnos, probablemente hasta extinguirnos o acabar con la mayoría de población y no será de la forma más agradable.

—¿Cómo evitar alimentarlos?, ¿Cómo puedo luchar contra  ellos?

—Es más fácil de lo que parece, fijate en los contextos de los sueños y las criaturas:

El Vromia da origen a la contaminación, Agnoia lo mueven la avaricia y el materialismo, genera enfermedades que normalmente asesinan a millones, es directamente el peor enemigo del planeta, puede generar la cólera suficiente para desatar catástrofes ambientales. Aplistia es de los más peligrosos por que parece ser bueno, pero se encarga de encerrarte, en la comodidad de tu casa, de que no veas  la realidad, que te disperses de los importantes cambios que están sucediendo, creciendo por el desinterés, observando morbosamente mientras crees que todo va muy bien, dañando la perspectiva humana, para usar todo el conocimiento en tragedia, creando falsa moral, tanto, que incluso estando en las calles es moda ignorar lo que sucede antes de pensar hacer algo al respecto.

—¿Entonces eran necesarias las pesadillas? me lo pudiste decir antes.

—Tú actuabas mal, dañaste mi mundo, era el de las pesadillas, no pienses que tenía muchas ganas de hablar. Además es triste pero cierto, muchas veces para entender hay que vivir las cosas.

—Entonces quieres que nos ayudemos o "que me ayude" cómo continuidad de la promesa de mi hermano, ¿verdad?.

—Sí, quiero que me hagas una promesa y yo te la hago a ti, como mi único recluta y gran amigo.

—Dime.

—Tu misión es cambiar tu vida y seguir actuando bien, intenta que  muchas más personas hagan lo mismo, en ese momento me encargaré de buscar los gringos de esas personas, para formar el ejército que destruirá a todas las criaturas que hoy están empezando a dominarnos. Te faltan algunas por conocer y estaré citandote  en los sueños para hablar de nuestros avances.

—¿Entonces qué hice para cambiarte?. No me he dedicado a hecho nada bueno últimamente.

—Te equivocas, anotaste los sueños y Chloe te ayudo a aproximarte a mis intenciones, desde allí empecé a cambiar. Además —sonrió— Te presento a Cotton, ya lo conoces.

El gringo levantó un poco la mano y de los árboles salió el perrito callejero que hace tiempos me había acompañado. Se hizo bajo el brazo del Gringo, muy contento y se sentó.

—Cotton tenía un dueño que lo había recogido de la calle y murió infartado en un parque, desde entonces vivió abandonado en el mismo parque, en una esquina, con pasto alto. Todas las noches pasaba frío, lluvias y vivía con enfermedades. Estuvo cerca de morir a causa del hambre. Pero tú, después del sueño, lo alimentarse dándole a Cotton energías y aumentando su tiempo de vida.

Se me acercó el perro y emocionado me demostró su afecto. Lo abracé.

—Tristemente un camión acabó con su vida unas semanas después — añadió el Gringo.

—Pero creo esa fue la única vez que hice algo bueno —dije.

—Miguel Castellanos era un "muerto", alguien poco útil, que estaba en el mundo para hacer daño, robos y asesino. Un día por su pequeña hija decidió dejar esos males. Trabajando vendiendo dulces en los buses, esa última semana le fue muy mal, nadie le colaboró, bajó llorando de un bus. Estaba decidido a volver a su pasado. Pero llegaste tú y lo ayudaste, lo perdonaste. Ahora trabaja y ha tenido un buen futuro, a causa de tu decisión ese día, no está pagando penas en prisión.

—Mi familia y Cristian, ¿qué?.

—Cristian murió por un cáncer, que a causa del sol empeoró y lo llevó a la muerte. Víctima de los daños ambientales. Con las pesadillas te levantas todos los días y eres consciente de los daños que tiene la realidad, eso te hace pensar mejor tus decisiones.

—¿Y mi familia?

—Tratabas mal a tu familia, luego de la pesadillas fuiste a abrazarlos como un infante emocionado, solo te falto llorar.

—Les sacaste el corazón, ¿Por qué?.

—Ellos tenían desde pequeños sueños por cumplir y hacían cosas que amaban, como los muchachos en la escuela. Pero se dejaron "sacar el corazón" y no hicieron al final lo que tanto quisieron, tú sí lo harás.

—¿Entonces por qué me querías "sacar el corazón"?

—Solo nosotros nos podemos frenar nuestras metas o reprimir nuestros deseos. Yo quería hacerte infeliz, por los males que me hiciste. Actuando mal o indiferentemente, que tú disfrutes con tus males mientras yo sufro, no era para mí una opción, o ambos o nada —sonrió de manera sarcástica.

—¿La escuela es mala entonces?. Y ¿la familia?

—No, para nada. Lo malo en muchos casos son sus métodos impuestos por la sociedad, en los que crean competencias iguales, en un mundo donde todos son diferentes, haciendo sentir mal a  muchos, cuando todos podemos ser buenos en algo. La única solución a ese problema de dogmas siempre ha estado en ti y es no dejarte "asesinar", con palabras ni perjuicios, viviendo siempre de la forma que deseaste.

Señaló junto a mi, la pequeña gata que me estuvo acompañando por tanto tiempo, allí sentada a mi lado y no me había dado cuenta. Mi mascota y mi mejor amiga.

—La señora inspiración, ¿qué hace aquí?. Es un milagro que no le huyas—pregunté con un toque de gracia.

—Este es uno de los momentos más cruciales— observó a la señora inspiración — A lo largo de la historia muchos personajes que han deseado mejorar el mundo, han tenido Gringos que como yo, emprenden la lucha; hasta ahora nos decidimos a influir en la realidad, para ello, el regalo que hicimos para la humanidad es la inspiración. Y sí, es esta gata. Ella es la única que puede repeler todos los males.

Le di un beso en la cabeza a la callada gata.

—Por esa razón, no te pide que la alimentes, no te molesta, no reacciona. Eres tú el que decide si alimentarla o no, si cuidarla o no. Si seguir su poderoso influjo o si dejarlo perderse en el tiempo. Pero solo siguiéndola a ella actuarás de la manera correcta. El cielo rojo fue señal de su llegada.

Con esa charla todo cobra sentido, todo estaba anticipado por mi mismo. Por el adulto mayor que no veo en el espejo con 18 años, pero es el resultado de mis acciones. Todo fue para hacer mejor las cosas.

—¿Y mi hermano?—fue mi última pregunta.

—William no aceptó los sueños en su realidad, no quiso hacer cambios en ella, por más que entendía las situaciones, fue rebelde. La señora inspiración fue un regalo y tú hermano no la aceptó.

—¿Pero, por qué se suicidó?.

—Porque para querer vivir necesitamos motivación, algo que nos apasione y nos de felicidad. ¿Cómo lo conseguimos o lo entendemos?, con inspiración.

—Sé, entiendo eso. Gracias. ¿Por qué haces esto?—Respondí

—Quiero lo mejor para ti. Que vivas de los sueños, imagina y ama todo lo que puedas. Que entiendas que Dios puede dar vida, decidir el futuro y tomar decisiones aún con sacrificios, como lo pueden hacerlos humanos.

Mi mundo es como el Olimpo, somos Dioses y aquí todo se muestra en hipérboles, tu Dios soy yo y tu Dios necesita de ti y tus capacidades, nunca olvides, que en cualquier espejo me encuentras y que tienes un compromiso conmigo, vamos a hacer algo gigante. Hasta ahora todo comienza ."

3.

Abro los ojos, es una de esas pocas mañanas en las que me siento vivo y el despertar tiene un gran valor. Mis ojos frente al techo de un cuarto que desconocía; era abrazado e inmediatamente fui apretado de forma muy posesiva por un desnudo cuerpo, sobre mi brazo izquierdo un rostro tapado en un gran porcentaje por una lacia cabellera; mi pecho reposaba en los relieves del suyo. Mi entrepierna y la suya sentían la proximidad y jugando a las escondidas entre las sábanas, como una pareja que mantiene la corta distancia y lucha por oponerse a la atracción de polos que se crea en base a las diferencias.

Sus piernas amarraron hambrientamente las mías; me levanté con cansancio, la brisa volvió a la realidad mi cadera, mi bragadura volvió a sentir el miserable orbe, quedaron indicios y sensaciones en mi, de haber invadido su cuerpo, haberme mojado en sus aguas, friccionando con sus lienzos internos; no me acordaba exactamente y ya extrañaba estar en ella, penetrando a fondo esa dimensión que me acariciaba hasta los principios, cosa que desde ese momento me dio la débil certeza que cedería a su delicada voluntad en cualquier momento.

Dentro de ambos, lucharon nuestras almas como los peores enemigos, no se sabe el resultado de la más indómita contienda; pero por fuera sollozamos de gusto y los gestos de su rostro solo vociferaban ambivalencias. ¿Estabas contenta?, ¿ibas a llorar? o ¿estabas enojada?. Sus manos se cerraban y sus uñas apretaban mi piel, yo la pegaba bruscamente a mí y usaba cada milímetro de contacto para alimentar mi avaricia de ella. No hubo lugar por el que mis manos no pasarán, apoyaba la palma sobre sus más íntimas composiciones en sus más insólitas posiciones, solo guardando en el pensamiento el palpó a magma que alcanzaron sus humanas partes secretas, agarraba duro su piel morena, apretujaba su cuerpo sobre el mío, transpiró,  intentando domar las contracciones que se apoderaron de su cuerpo.

<Ya sé lo que pasó anoche> me dije.

Supe que me provocó el trance, que no entendí antes de dormir y estando despierto tampoco. De igual manera, al menos sabía que sucedió, así no lo pueda explicar. Hasta la mañana retome de una forma más calculadora lo que hace apenas unas horas me había quitado las ganas de todo lo normal y lo moral.

Su lindo rostro y la vida que irradia su piel, colorados por todo el cuerpo, resultado de la batalla que a veces libra el amor, entre los indicados.

—Buenos días bonita, ¿cómo estás?.

—Estoy contigo y tú estás conmigo.

—Y ese es el mejor estado— nos reímos.

Charlas y cariñosos contactos, los típicos entre los que suelen amar y presentan síntomas del enamoramiento. Un desayuno, una mañana de dos entre café y música. Con las cortinas cerradas, la sombra y el confort de tenernos cerca. Lo suficiente para que pasaran las horas a su estado más fluido.

Decidí apagar las luces y abrir las cortinas, después de casi haber pasado el mediodía. tomé con cada mano y abrí la respectiva cortina. El rostro se me pintó de naranja.

El cielo estaba rojo y el sol se regaba en naranja, como hace unos años, el día más hermoso, cuando llegó la señora inspiración.

—¿Que está sucediendo?—preguntó Chloé.

—No entiendo, es un fenómeno que ocurrió hace mucho tiempo. —dentro de mí, razoné e intenté encontrar una explicación a que se repitiera este fenómeno— Chloe, debo ir a casa con urgencia, tengo un mal presentimiento.

—¿Qué pasó?, ¿puedo saber?.

—Después hablamos, debo apresurarme.

—Llámame cuando llegues —me dijo.

Me despedí y salí rápidamente.

Ese cielo tenía un significado, que me estaba asustando. La gente en la calle miraba al cielo y tomaba fotos, estaban llenas las aceras de transeúntes fascinados.

Tomé un taxi y le pedí que me llevase a la casa. Cuando llegué, me apresuré para tomar la llave y abrir, apenas abrí la puerta fui a buscar a mi mamá que estaba en la casa desordenada a causa de estar buscando algo.

—Mamá, ¿estás bien?, ¿qué haces?.

—Hijo, no quiero decepcionarte pero; anoche dormí con la gata y al amanecer, ya no estaba. No la he encontrado.

Subí a mi cuarto corriendo y me dio la bienvenida la enorme ventana sin cobertura, busqué en su cojín, no estaba, bajo la cama y no estaba, cada rincón del cuarto y de todo objeto que lo habitaba, pero no encontre nada.

Bajé con mamá y estaba sentada en la mesa con un café en sus manos, frustrada por no hallar la gata. No podía entender lo que sucedía.

Encendió la radio:

"Se repite el exótico cielo rojo, el día más hermoso del año. En otras noticias, no muy positivas; nos informan que el índice de robos, homicidios, personas y animales en situación de calle, aumentan; nuevas especies se han extinguido y se intentará descubrir el orígen en el aumento exponencial del suicidio."

Sentado frente a mamá, mirando el café que me sirvió, palpando el pocillo, pensé.

La inspiración se ha perdido, conocí apenas unos pocos demonios de los tantos que en el mundo alimentamos y nos están causando tanto mal, hay que hacer algo al respecto. Lo prometido es deuda.

EL INICIO

Pasó un año, en mi cuarto solo, acabé un libro que hice por mi hermano, que hice por mi mundo, el mundo de los gringos y por mí. Poniendo mi parte en la guerra que ambos mundos están librando, queriendo reclutar a los demás, exigiendome a mí mismo. Todavía pasó horas enteras intentando asimilar lo que en mi vida ha ocurrido, me es difícil de creer.

Resulta que no hay nada más enorme que la vida y sé que vienen muchas cosas en el futuro. Por ahora, con 19 años cumplí el primer objetivo, encendí la mecha; ahora espero a encontrarme con mi deudo nuevamente en los sueños, estaré esperando su cita.

En el cuadernillo de mi hermano encontré hace poco una cita que antes no había. Lo más curioso es que estaba escrita con mi letra.

"Al final, la "vida" puede ser una cascada o un delgado hilo de agua en una gruta; desde que nacemos se empieza a regar y se agota, tienes la "vida" regandose, pero eso no quiere decir que no puedes disfrutarla o saborearla y te deleites. Deberíamos, mejor, buscar esa copa que mi abuelo llamó "tiempo" y dedicarlo para beber un poco de esa vida, para saciarnos, para sentirla. Que viaje por el cuerpo como hormigas, que muerda como perros en el interior de nuestro pecho, que haga arder el pensamiento y le de vida propia a la sonrisa, para que sea incontrolable e indomable.

Trabajar solo por dinero es como dedicarte a hacer una vasija más grande para poder recoger más agua de vida, sin darte cuenta del agua que estás dejando derramar. Puedes hacer una vasija mediana o una de cada vez mayor capacidad, pero debes ser consciente que por hacer una vasija demasiado grande, se te puede agotar el agua.

Es posible hacer una vasija más grande con ayuda de otros, también es posible que mientras haces tu vasija, otros beban de tu agua (vida), quitándotela, manteniendote disperso de su importancia. Nunca olvides que sin vasijas aún puede haber una forma de beber, pero de nada sirve tener el recipiente más grande si no hay agua.

La felicidad está en entender que el dinero es la vasija que creamos, pero la vida es el agua que constantemente se acaba y no se recupera. Tu decides si solo hacer vasijas o empezar a beber.

Aprovecha el tiempo, así sea poco , vives y mueres ó prefieres vivir y vencer a la muerte; porque la muerte es la ausencia de vida, es decir no tener sueños, ni metas y es por eso que quienes pierden la batalla no son los que dejan el mundo. Pierden, realmente, los que no entienden la vitalidad, los que no han dejado de estar muertos, los que no saben que es vivir. Por favor degusta de esa fuente agotable y has infinitos los momentos."

Es un mensaje y me aclara los simples pasos para salvar el mundo: no contaminar, así hayan cosas que al hacerlas me den pereza o incluso vergüenza; ser responsable con lo que deseo, dedicarle tiempo y siempre querer ser mejor en ello; por último, así todos hayan deseado abandonarme y estén al otro lado de la línea, sin cambiar quien soy ni con lo que me siento cómodo, les estrecharé la mano y buscaré siempre ayudarlos. Yo cumpliré con mi papel, así no sea siempre lo más divertido, no quiero hacer parte del daño que podemos sufrir. ¿Enfadarme porque los demás no actúen como yo? no, cada quien con sus decisiones; yo soy el Dios en mi propio mundo y no es opción dañarlo. ¿Y tú? No olvides que tu "yo mayor" será la consecuencia de lo que hoy creas.

Por otra parte, a la señora inspiración he vivido buscándola, es muy silenciosa. Admito que aveces me visita en las noches y la siento, la puedo escuchar bajo alguna mesa, a los alrededores de mi habitación; se me hace verla en las calles, sobre algún árbol, alguna ventana, en un coche.

Pero la verdad es que es imposible de atar, vagabundea por cada espacio del planeta y no se hace notar, ella me observa a mí y a quien sabe cuántos más. En la soledad de la habitación me visita, aunque no me permite verla, no la puedo palpar pero se que ahí está, su influencia en mí y todo lo que hago motivado por su energía, le pertenece, como el libro y tantas cosas que faltan por hacer . Ahí está su cojín, siempre limpio, todas la noches duermo con la ventana abierta, la caja de arena esta nueva, el plato tiene todavía comida y constantemente la cambio por si regresa y decide quedarse. Por si me permite acariciarla una vez más.

Además, por estas fechas la señora inspiración se alimenta de pasiones; así como tengo la certeza de que si no está conmigo, estará con algún músico dándole ganas de cantar, a un bailarín de bailar, a alguien más lo incitara a estudiar, a otro con su vicio de hacer deporte. Ya sea perdiendo o ganando,  es aceptada por muchos y rechazada por otros, es de seguro que ha visto sonrisas entre los perdedores y lágrimas en quién sabe cuántos campeones.

Entre cosas. Señora inspiración, una carta para ti:

"Vagabunda inspiración, te tuve tanto tiempo del que te aproveche tan poco, no puedo retractarme, la edad no acepta devoluciones, ni un segundo más puedo comprar de vida. Te buscaré en los ojos de mi amada, en la ciudad que analizo, en la superficie de los mares y los arrecifes de coral, en la luna, en los cantos del piano y en las islas, en cada cosa, espacio y momento en que respire; hasta el día de mi muerte. Te alimentaré con mi imaginación, haré lo que más me apasiona para que no tengas hambre; eres mi responsabilidad y así te escondas, evites maullarme o  tocarme, aún sé cuando estás conmigo y esa sensación es inconfundible.

En lo que me visitaste tantas veces, te he dejado un libro, gracias a ti existe y gracias a ti, es un manual para no olvidarme nunca de quien soy, para reanudar la misión que dejó mi hermano y la promesa de mi vida."

Por último, estaré esperando la reunión con el gringo, estoy seguro que será dentro de poco y les contaré qué ha pasado con mi familia, Chloe y mis amigos, qué ha sido de mi. Hay muchas cosas por contar todavía y muy poco tiempo, en poco hablaremos.

END

¿Tiene sentido pagar para viajar y dañar el espacio que nos rodea en el diario vivir?, ¿Tiene sentido no apoyar al que trabaja y quejarse de quien roba?, ¿Tiene sentido que la HUMANIDAD viva creando armas y dañando sus recursos  naturales, queriendo asegurarse de su propia extinción?. Nuestra situación está llena de paradojas. Se crítica la imaginación y el mundo está creado por los que imaginan, por los que se atreven a soñar. Mucho de los que nos rodea hoy, antes de existir se creía imposible o ridículo y ahora que es muy común, no se le da el mejor uso.

Entre cosas buenas y malas, no he recorrido casi nada. ¿Qué traerá el Gringo ahora?, ¿qué pasará con el mundo?. Parece ser que la medicina del sueño se acerca a su momentos más atareados, todavía hay mucho por hacer. "No creas que es el culmen, hasta ahora todo empieza.".


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