—Te perdonaré sólo si duermes conmigo esta noche —dijo Davi. Su tono era serio, como si fuera una jefa hablando a un empleado.
Sei se quedó aturdido por un momento a causa de esas palabras. Sin embargo, al final, pensó que ella le pedía eso porque él la había estado dejando sola por las noches y quería que se quedara a su lado.
Al pensarlo de esa manera, el hombre la veía inocente. Aparentemente, no podía creer que la condición para perdonarlo fuera tan simple. Estaba esperando algo como un castigo por molestarla, pero todo lo que quería era que durmieran juntos.
Sei estaba sorprendio, pero pronto notó que su esposa volvía a ser tan amable con él como siempre. Y eso le trajo alivio a su corazón.
—Mm. Me quedaré contigo —respondió obedientemente y Davi se ruborizó de repente.