Zaki, quien estaba apoyado en la ventanilla del auto y esperaba perezosamente a la pareja se enderezó en el momento en que recibió el mensaje de que el abuelo de Sei, el Sr. Mikazuki, estaba a punto de llegar a la mansión Gray.
—Ahh.....que mal momento. Me pregunto para qué vino— Zaki murmuró para sí mismo y al cabo de unos minutos llegó finalmente un auto negro.
El anciano de aura majestuosa salió del auto y Zaki inmediatamente fue a saludarlo. El hombre viejo llevaba su disfraz de mayordomo y lo tenía completamente agarrado.
—Oh, jovencito. ¿A punto de irse?— preguntó el viejo y Zaki asintió.
—Sí, señor— contestó cuando el Sr. Mikazuki puso su mano sobre su hombro mientras le decía a Zaki que lo siguiera.
Entonces los dos caminaron hacia un banco detrás de unos gruesos arbustos verdes. Ambos se sentaron antes de que el viejo empezara a hablar.