El repentino estallido de ese Guardián del Reino Ndipaya sorprendió a Sheyan. Ya preparándose con una severa vigilancia, Sheyan instantáneamente dio un puñetazo.
Gravemente herido como una lámpara parpadeante, el Guardián del Reino de Ndipaya fue asesinado directamente por el golpe.
Al ser testigo de una escena tan desesperada, Sheyan no pudo evitar sentir ondas de choque en su corazón. De inmediato, subió lentamente a esa plataforma de piedra deslizante.
Durante su ascensión, Sheyan subconscientemente arqueó su cuerpo como un velocista de corta distancia, reduciendo así su área de protección contra cualquier ataque. Además, también podía lanzar a los enemigos a primera vista... o escapar. Sin embargo, con el aspecto actual, Sheyan calculó que la probabilidad de que escapara sería ligeramente mayor.