El carcelero jefe, Greckelor, intentó ponerse de una forma imponente.
—Copa de vino, mía. Mujer elfa, tuya.
Seyan se mofó en silencio, volviéndose obstinadamente mientras vertía el contenido de la copa de vino en su boca. Los ojos de Greckelor se llenaron de desesperación, temblando con barras de hierro y gritando furiosamente.
—¡Bebida! ¡No! ¡Espera!
Finalmente, Sheyan logró llegar a un acuerdo con los orcos usando gestos con las manos. Por el precio de 9 tazas de "Vodka Enérgico Sin Fin" y liberándolos de su maldición, la elfa Melodía sería transferida a su celda. Sí, Sheyan logró engañarlos y solo les dio 9 tazas.