Estaba poniendo la mesa cuando Hércules había entrado a la casa. Por lo que ví por el rabillo del ojo, parecía cansado. Se había sacado la corbata y desabrochado los tres primeros botones de su camisa blanca. Se pasó una mano por la cabeza, volviendo a desarmar el peinado que se había hecho.
Lo miré y le sonreí, me había olvidado quitarme el delantal de cocina, que estaba dándome un aspecto muy hogareño.
Él al verme con un aspecto muy encantador, se le había iluminado los ojos y todo el cansancio había desaparecido.
-- Todo bien?-- pregunté, pero sabía que nunca le había gustado traer el trabajo a casa.
Maldición. Como sabía de estás cosas.
Fui a la cocina y traje la fuente con la carne asada con verduras que le había hecho.
Me agarró la mano y me la estrecha, tenía una mirada medio burlona y una sonrisa soñadora.
Ahí es cuando descubrí su peculiar sentido del humor.
Resople y puse una cara de pocos amigos, pero estaba sonriendo muy a mi pesar.
-- Ve a lavarte las manos y ven a comer, antes que se enfríe-- lo mandé como una hermana menor tendría que con su hermano mayor.
-- Ya voy, mamá-- y no pudo contenerse en hacerme esa broma.
No pude evitar sentir que esto ya lo había vivido, pero con Hércules todo era diferente, él nunca iba a pedirme nada a cambio. Era de trato fácil y lo más importante, es el único que me queda para confiar en alguien.
Durante la cena estaba silencioso y tenso. Estaba acostumbrada a eso, la señora era igual pero un par de veces cuando no estaba papá, ella me daba un par de golpes en los brazos y luego se cercioraba de que me pusiera una remera de manga larga para cubrir los moretones.
-- Extraño a papá-- murmuré para mí misma.
-- Papá?-- recalcó la palabra ya que no se la esperaba.
-- Lo mataron junto a su esposa y sus hijos-- y me quebré--. No entiendo por qué Ivanhoe lo hizo.
Hércules me vió a los ojos y sintió el dolor que estaba pasando en mis ojos.
Pero se asombró que el nombre de Ivanhoe saliera de mis labios, probablemente me refería a otro que conocí. Pero era demasiada coincidencia.
Estaba por decirle que debíamos terminar de comer y a lavar los platos. Cuando ví que un aura oscura estaba rodeándolo, me quedé mirando como eso me estaba llamando y sentí que quería comer. Tenía hambre y eso me produjo terror.
Vi que Hércules estaba sacando una foto de unos papeles que había dejado a un lado y me la pasó.
Abrí los ojos como platos y no podía creerlo. Miré a Hércules buscando alguna explicación:
-- Él es el asesino de mi padre-- y tenía la ligera impresión que no me iba a gustar nada de esto--. Lo degolló.
-- Lamento mucho que hayas sufrido sola-- y cuando me miró a los ojos, él estaba llorando por mí.
-- Qué está pasando?-- pregunté algo temerosa de estar nuevamente en peligro--. Por qué él querría matar a mi padre?-- no podía creerlo.
-- Cómo se llamaba tu padre?-- iba a ayudarme a buscar justicia.
-- Se llamaba Macbeth-- respondí.
Él lo supo y me abrazó para evitar ver la oscuridad que estaba entrando en su interior. Así que Macbeth me había secuestrado y había experimentado conmigo hasta tal punto de hacerme perder la memoria. Todos los involucrados iban a pagar con creces.