—Vayamos contra el juntos, él está solo. Dos puños estarán en apuros al pelear contra cuatro manos —el hombre ejecutivo se limpiaba la cara con su mano, su boca estaba llena de sangre.
Dos cuchillos sin mango se deslizaron de las manos del hombre de la playera ordinaria, sus ojos eran fríos como el hielo.
—¡Mátalo, puedo cubrir el rastro, después dejaremos el tren lo más rápido posible!
El hombre ejecutivo asintió y rugió, su cuerpo con músculos expandidos comenzó a corres hace el monje del oeste una vez más.
El hombre de la playera era como un fantasma, apareciendo y desapareciendo detrás del hombre ejecutivo. Compara con el hombre ejecutivo, él era más peligroso. Las cuchillas sin mangos eran como colmillos de una serpiente venenosa., una vez revelados, ¡ellos enviarían personas a su muerte!
—¡Ven con todo! —El monje del oeste se rio en voz alta.
Dos minutos después.