Mecantron, el Rey de los Ángeles, extendió las manos, tomando la forma de una cruz, antes de hablar solemnemente:
—El Papa Viken robó el poder del Señor cuando este estaba dormido. ¡Por ello, estoy buscando santos devotos para juzgar al más grande blasfemo!
Él estaba rodeado por luz sagrada, y sus dieciocho pares de alas llenaron la habitación entera después de ser extendidas, creando una escena sagrada.
—¿Viken? —Clement retrocedió del abrazo de las treinta y seis alas angelicales. ¿Quedó el Rey de los Ángeles finalmente convencido de que la Iglesia estaba dirigida por Viken, el Rey de las Calamidades?