La luz del sol iluminaba la niebla, dejando un punto dorado en el que los rayos cambiaban vagamente a diferentes tonos verdosos. Residencia de la Naturaleza se hizo aún más de ensueño y exuberante.
—Atención, vivirán aquí de forma provisional. No vayan a lugares al azar. Algunos elfos no son cordiales con los seres humanos —Iristine señaló un bosque plagado de docenas de árboles. Había multitud e casas en ellos.
Al escuchar sus palabras, Alferris sacudió la cola y dijo solemnemente.
—No hay problema.
Escuchó con mucha claridad que algunos elfos no eran cordiales con los seres humanos. Al parecer, podía dar una vuelta y recoger recuerdos por su cuenta.
Jurisian sonrió a Iristine.
—Su Alteza, por favor deme la lista de los elfos corruptos.
—Están enjaulados en una prisión cercana al árbol élfico. ¿Van a investigarlos ahora? —Arcelion tomó nota del dinamismo de los hechiceros.
Jurisian negó con la cabeza.