La lanza en la que se había convertido Primous fue bloqueada por Justicia Tenue. Al sentir el poder equiparable a un legendario de un Señor Demonio, dio un paso atrás. Con su cuerpo herido, entrecerró los ojos y miró a Natasha, quien estaba de pie pero inestable, antes de proclamar, una palabra tras otra.
—¿Tu linaje ha mutado? ¿Cuánto más herida estés, más fuerte serás?
Natasha no dijo nada más, sino que permaneció ante Lucien sosteniendo su larga espada. Parecía que su habilidad de linaje también había sido suprimida por el veneno de Primous, el cual descargaba su recién recibida fuerza sin cesar. Por ende, no pudo atacar, sino que solo pudo centrarse primero en defender.
Dado que la herida en su abdomen, que estaba corrompida por el veneno, no podía ser curada, la gran pérdida de sangre también se sumó a la debilidad de su cuerpo.
Primous levantó la voz, sonando histérico y brutal.