Todos los sacerdotes y los seguidores estaban muy confundidos en ese momento. Sintieron que la información era demasiado para su cerebro. Cosas como el mundo pequeño, el mundo mediano, el mundo grande y el mundo sin límites nunca se les habían ocurrido. No obstante, aunque no lo entendieron del todo, tuvieron que admitir que las palabras de ese joven sacerdote sonaban muy poderosas y profundas. Ell, el Dios de la Resurrección, la Fertilidad y la Redención, resultó estar un nivel por encima del resto de los dioses.
Anheuse, quien estaba escondido en un rincón, también estaba muy confundido.
—¿Estamos hablando del mismo gran Ell ...? —Murmuró.