Justo cuando se estaba poniendo el brazalete, Huo Yunting le rodeó la cintura con los brazos y la obligó a acercarse.
Su frente tocó lentamente la de ella mientras se inclinaba. Lu Zhaoyang podía sentir el calor de su cuerpo y, extrañamente, era acogedor.
Su voz era baja y atractiva. —Feliz cumpleaños. He preparado otro regalo para ti.
Fuera lo que fuese, Lu Zhaoyang no lo quería. Tenía el presentimiento de que él no estaba haciendo nada bueno.
—Me voy. Continuaré mañana. —Se retorció, tratando de liberarse de su apretón.
Sin embargo, Huo Yunting apretó su figura y sus cuerpos ahora estaban presionados juntos. Se rio entre dientes. —He estado en la cámara frigorífica durante mucho tiempo. ¿Es mi turno de tener sexo esta noche para poder presentarme como un regalo?
Efectivamente, su sospecha fue confirmada.
De hecho, no habían estado durmiendo juntos durante mucho tiempo. ¿Pero qué tenía un cumpleaños que ver con eso?