—Tengo que irme. —Lu Xinyi intentó alejarse de su esposo, pero Shen Yi insistió en sostenerle la mano.
—Espera, hay algo que quiero darte.
—¿Qué es? —Lu Xinyi deseó que no fuese una de esas joyas costosas que le compraba por capricho. Sus ojos se entrecerraron mientras que él sacaba algo del bolsillo interno de su chaqueta.
Reveló una pequeña caja negra, la abrió y sacó una cadena de plata de ella. Shen Yi tomó su mano y colocó la cadena en su palma. Lu Xinyi miró su mano con ojos confundidos.
—¿Para qué es esto?
—Sé que necesitas quitarte el anillo de bodas cada vez que estás en la cocina. Con esto, no tienes que preocuparte de dónde ponerlo o si podría perderse —explicó Shen Yi—. En caso de que te lo preguntes, no me molesta en absoluto. Sé que debes quitártelo cuando preparas las comidas