Ese diario.
Cuando Ou Ming pensó en el diario, sus ojos vagos seductores se enfriaron al instante. Miró a Yu Lili con ferocidad, una mirada que parecía cortarla con mil cuchillos. En ese diario, se registró el aspecto más feroz de Yu Lili. Nunca pensó que la chica que había estado cuidando y educando durante tres años tendría una mente tan vil y medios venenosos. Para romper con él, ella por sí misma mató a un par de mellizos.
"¿Realmente me odias tanto?".
Ou Ming retiró su mano, y su furia fue evidente. Él destrozó la copa en Yu Lili, lo que hizo que el líquido claro y delicado se callera de inmediato. El cristal se estrelló contra su abdomen, y luego cayó al suelo. El sonido crujiente acompañado por la salpicadura de los restos se escuchó al mismo tiempo.
Nadie esperaba que Ou Ming, que siempre había estado tranquilo, hiciera un movimiento repentino. Todos se sorprendieron y comenzaron a especular sobre la relación entre él y Yu Lili.