Todos sintieron un escalofrío al ver que se iba la pareja.
La chica se había quedado en blanco. De repente, persiguió la pareja muy alterada, gritando:
—¡Señor Li, señor Li!
Sin embargo, antes de que pudiera llegar, una mujer la detuvo. Cheng You le bloqueó el paso e, inexpresiva, le dijo con frialdad:
—Eso no servirá de nada.
Pero la chica no se dio por vencida e intentó empujar a Cheng You.
Sin embargo, alguien fue más rápido que ella. Fu Lengbing le cortó el paso a la chica e intentó consolarla.
—En vez de disculparte, deberías pensar en la crisis a la que se enfrenta tu familia ahora mismo. ¿Verdad, Cheng You?
Fu Lengbing mostró su mejor sonrisa, pero Cheng You solo lo miró y asintió.
Cheng You le dijo a Tang Mengying:
—Señorita Tang, por favor, prepare los documentos cuanto antes. Los necesito antes de las diez.