Como el Abismo de Tharlen no tenía día ni noche, el cielo de arriba era de un gris opaco constante. Si bien las llamas negras se podían ver en todas partes, no proporcionaban ningún calor en aquel mundo frío y lleno de neblina. Quedarse aquí por un largo período de tiempo hacía que uno sintiera que su cuerpo se estaba pudriendo.
Lin Li apenas podía recordar cuánto tiempo había estado volando a lo largo del Agua de la Muerte; lo único que sabía era que el cielo sobre él siempre era de un gris apagado y el agua debajo de sus pies era de un rojo oscuro. Como el mundo parecía consistir solo en dos colores, todo el viaje fue largo y aburrido.
Si tuviera que pensar en algo que añadiera aliciente a su viaje, sería el hecho de que el maná de Hutton se agotaría de vez en cuando y no tendrían más remedio que descansar junto al Agua de la Muerte. Los demonios de bajo rango que aparecerían en ese momento eran la única emoción en su aburrido viaje.