—¿Qué pasaría si la Grieta del Espacio creciera? —preguntó Hutton instintivamente, pero cuando sus palabras cayeron, Hutton ya sabía que había preguntado algo estúpido. Las bestias mágicas prehistóricas no eran simples gatos o perros. Una vez que escaparan de la Grieta del Espacio, ¿qué bien podrían hacer?
No había necesidad de hablar de las demás. Solo un Tirano del Mal de Ojo era suficiente para causar el cáos en todas las Llanuras de la Brisa. Su poder estaba al menos en la esfera del Santuario. Solo había tres potencias que podían igualar este poder en las Llanuras de la Brisa, y una de ellas era Brujo de Ceniza, un monstruo que era más demonio que humano.
Además, no había un único Tirano del Mal de Ojo en el otro extremo de la Grieta del Espacio. Tutankamón acaba de decir que había muchas bestias mágicas prehistóricas atrapadas en ese espacio aterrador. Minotauros, Hydras que eran Reyes de los Pantanos, las Víboras más venenosas, etc.