Si hubiera alguien más perplejo por la situación que Lin Li, tendría que ser Sienna...
Sienna sintió que sus piernas se convertían en gelatina al pensar en los miles de Guerreros Esqueléticos. Habría dejado este lugar tan pronto como hubiera podido, para irse lo más lejos que pudiera de estas criaturas No Muertas. Sin embargo, él sabía muy bien que no sólo no podía abandonar este lugar, sino que tendría que llevar a sus hombres a las misteriosas ruinas de la ciudad. Bueno, había aceptado el pago de la señorita Yvonne...
Eso representaba un depósito de 50.000 monedas de oro: podría haber contratado fácilmente al mejor Aventurero de toda la ciudad de Roland con tanto dinero. Cuando aceptó la misión, lo había estado celebrando en secreto, pensando que había tropezado con una misión cómoda, una que fácilmente podría hacer que ganaramucho dinero.
Sólo ahora, Sienna sabía que había tropezado con algo más...