—Hasta un perro se atreve a ladrarme... —Gerian no le prestó atención a lo que Evan estaba pensando. Echó un vistazo a las cenizas que había en el suelo y maldijo enfadado.
Por un momento, la mente de Evan sedesordenó por completo. No sabía qué hacer antelasagresiones delGremio de la Magia. Simplemente, se quedó estupefacto en la calle, viendo cómo Gerian había matado a uno de sus hombres.
—Estúpido,traeatusperrosyéchateaun lado. Note interpongasenmicamino. —Gerian miró a Evan con desdén en sus ojos. De los tres hermanos de la familia Merlín, Evan era al que más despreciaba. No tenía habilidades ni esquemas. Hasta fue perseguido cuando trató de sobornar a los pocos traidores del Gremio. Era como Cromwell, ese vagabundo inútil. A veces, Gerian sospechaba que este tipo podía ser el padre de Cromwell en realidad.