Vestía un atuendo blanco mientras cabalgaba elegantemente el suave y hermoso pelaje rojizo de Canción Valerosa, robándose toda la atención apenas partió. Su dominio del caballo era impecable y bien ejercido, infectándole a los espectadores su ritmo, mientras el galopeo de Canción Valerosa era veloz y ligero, con una postura parecida a una estela de humo.
—Si nos fijamos sólo en sus posturas, sin duda alguna ya venció a Li Bei Er —Du Yunfeng mantuvo la mirada en la pista.
—Y es muy rápida —agregó otro hombre rico.
—Prácticamente vuela —dijo otro.
Tenían razón. La forma en que Canción Valerosa se movía hacía ver como si volasen, con los cuatro cascos apenas tocando el suelo y con cada zancada avanzando una gran distancia, mientras Xia Ling manejaba las riendas sin mucho esfuerzo. En un paisaje lleno de flores de cerezo y con la brisa primaveral, su esbelta figura y linda cara eran tan hermosas como la de un hada.