Pasaron 15 minutos para que Mei se calmara luego de liberar todo lo que tenía dentro de su corazón y ahora estaba hablando tranquilamente con las demás mujeres del grupo.
"Creo que nunca vas a conseguir una pareja si no aprendes a guardar silencio cuando es necesario" - dijo Kurama mientras observaba al destrozado psicológicamente Chojuro.
"Es por eso que encuentro a las mujeres problemáticas" - suspiró Shikamaru mientras negaba con la cabeza.
"¿Papi?" - preguntó Izumi - "¿Él terminará solo?"
"Ugh..." - Chojuro solo se quejó al sentir como las palabras de la pequeña parecían haberle causado daño masivo.
"No lo sé, mi pequeña... aunque es posible al menos que cambie esa mala actitud" - respondió Kurama mientras le daba una pequeña sonrisa a su hija.
"Por cierto... ¿cómo fue que terminaste siendo perseguido por la Mizukage?" - preguntó Choji con curiosidad.
"Es una historia un tanto graciosa" - respondió el pelirrojo mientras les contaba lo que había sucedido.
* * * [Flashback] * * *
"Supongo que este es un buen lugar para tomar un descanso..." - murmuró Kurama mientras entraba a un hostal de Kiri. Él había estado viajando por todos los rincones de las Naciones Elementales para poder adaptar su cuerpo a los poderes que tenía actualmente - "Solo espero que no suceda nada estúpido"
"¡¿Vas a venir con nosotros, o no?!" - gritó un hombre en medio de un grupo de lo que parecían ser pandilleros. Él estaba gritándole a una hermosa mujer de cabello castaño rojizo, y por lo que se veía, ella parecía estar ignorando olímpicamente al hombre - ". . ."
"Ok, teníamos pensado en darte la mejor noche de tu vida, pero ahora lo que haremos será darte tu última noche" - dijo el líder con frialdad solo para caer en un profundo silencio.
"¿Jefe?" - preguntó uno de sus hombres, solo para ver como la cabeza de su líder caía al suelo.
"¡Kyaaaaa!" - las meseras gritaron en terror al ver como el hombre había sido decapitado mientras la gente alrededor empezaba a retroceder a gran velocidad.
"¡Jefe!" - gritaron los hombres, solo para cambiar la mirada a la mujer que seguía sin prestarles atención - "¡Perra!"
"Les recomiendo que no hagan un movimiento" - dijo Kurama mientras caminaba en dirección al grupo - "Estoy cansado y no quiero trabajar todavía"
"¡¿Quién te crees que crees?!" - exclamó uno de los maleantes, solo para ser silenciado por un asustado compañero - "¡Silencio!¡¿A caso no sabes quien es él?!"
"Solo un niño bonito" - bufó el malhechor.
"¡Imbécil, él es el Jigoku no Kitsune(Zorro del Infierno)!" - exclamó su compañero con miedo - "¡Él es el responsable de la muerte de al menos 500.000 personas!"
"Corrección, 500.000 basuras humanas" - respondió el pelirrojo con frialdad. Él no había tocado a ningún inocente durante su viaje, el cual había empezado en el momento en que salió del estado de petrificación, todo porque según Fukasaku, su cuerpo se tenía que adaptar lentamente a los cambios y su estadía en Monte Myoboku sería inútil porque ese proceso era un pasivo, pero volviendo al tema, Kurama había estado recorriendo las Naciones Elementales y matando a un sin número de maleantes, violadores, asesinos, corruptos, entre otros.
Muchos lo llamaban un héroe, pero él se consideraba un asesino, uno que al menos tenía una línea de fondo, después de todo, matar era matar, sin importar como uno lo adorne.
"Me faltaban 3 para llegar a los 501.000... con ustedes superaré ese número" - sonrió el pelirrojo mientras los maleantes empezaban a arder.
Los presentes solo pudieron observar con terror como la pandilla se incineraba mientras pedían piedad, solo para ser respondidos con una mirada apática.
"En fin, me gustaría tener una habitación" - dijo Kurama mientras se ponía frente al mesón.
"O-Ok... h-habitación número 15, segundo piso..." - dijo el dueño - "S-Son 25.000 ryo..."
"Toma, guarda el cambio... considéralo mis disculpas por el inconveniente" - dijo el pelirrojo mientras se retiraba en silencio.
El dueño observó como se retiraba, solo para que luego de perder su silueta viera el dinero y sorprender de notar como sobre la mesa, ahora habían al menos 100.000 ryo - ". . ."
"Dueño..." - murmuró una chica.
"Traten con respeto a ese hombre..." - dijo el dueño con seriedad - "Si él necesita algo, dénselo, no importa lo que sea"
"¡H-Hai!" - dijo al chica mientras asentía con temor.
". . ." - la mujer de cabello castaño rojizo levantó el rostro y miró en dirección donde había desaparecido el pelirrojo, solo para volver a su bebida. Ella tenía muchas cosas penosas que olvidar y el alcohol se estaba empezando a hacer escaso - "¡Una más!"
"Creo que ya ha bebido demasiado" - dijo el barman.
"¡Yo diré cuando sea demasiado!" - exclamó la mujer mientras el barman solo se encogía de hombros - "Por cierto... no olviden mover ese cadáver... el pelirrojo no lo incineró como los demás"
* * *
Habían pasado 3 horas y Kurama por fin estaba descansando en una cama, pero su expresión cambió cuando notó como la puerta se abría, así que tomó un kunai. No era primera vez que un listo intentaba atacarlo en la noche, después de todo, con todo lo que había hecho en sus viajes, ya era parte del Libro Bingo.
"Veamos si al menos es mejor que el anterior..." - murmuró el pelirrojo mientras se acercaba a la puerta, solo para ver como esta se abría, mostrando la imagen de una hermosa mujer de cabello castaño rojizo completamente ebria - ". . ."
"Quién eres... *hic*" - dijo la mujer mientras miraba al pelirrojo - "Y qué haces en mi cuarto..."
"Este es Mi cuarto..." - dijo Kurama con el ceño fruncido al sentir que la mujer realmente estaba ebria y no lo estaba simulando - "Ahora le pido que se retire"
"Tú eres el que se irá... esta es mi habitación, niño bonito *hic*" - la mujer rápidamente se lanzó contra el pelirrojo con sus pasos descoordinados, solo para caer al suelo inconsciente luego de unos segundos - ". . ."
Kurama se le quedó mirando unos segundos mientras suspiraba con pesar - ". . ."
Puede que él no sea un santo, pero eso no significaba que dejaría a una mujer indefensa en ese estado para que cualquier idiota se aprovechara de ella - "Mierda... yo y mi sentido de la caballerosidad que estoy seguro que uno de estos días me vendrá a morder el culo..."
Kurama lentamente tomó a la mujer en brazos y la acostó en su cama para luego retirarse, solo para notar como ella lo tomó del brazo con todas sus fuerzas - "Esto será un dolor en el culo..."
"¡Hmm~!" - la expresión del pelirrojo cambió cuando escuchó el gemido de la mujer, pero las cosas empeoraron porque al moverse, su ropa empezó a abrirse lentamente, mostrando cada ve más piel.
"Reitero lo dicho, será un dolor en el culo en estos momentos..." - murmuró el pelirrojo mientras cerraba los ojos en silencio.
* * *
"Hmm..." - la mujer lentamente empezó a moverse en complacencia, pero su expresión cambió cuando sintió una presencia desconocida a su lado - "!"
"Veo que despertaste" - dijo Kurama mientras miraba a la mujer, quien estaba observándolo con frialdad - "No me des esa mirada, tú fuiste la que entraste ebria a mi habitación"
". . ." - Mei frunció el ceño cuando escuchó eso mientras miraba alrededor, solo para notar como esta habitación realmente no era la suya - "Eso no cambia nada, tú podrías haberme sacado de mi habitación y traerme a la tuya"
"Cierto, pero por si no te das cuenta, tú sigues completamente vestida, yo también, sin contar que tienes mi brazo atrapado..." - dijo Kurama mientras le daba una mirada neutral - "Por cierto, se dice gracias porque cualquier otra persona se habría aprovechado de tu situación... incluso te ofrecí mi cama"
". . ." - Mei se quedó en silencio mientras asentía a las palabras del pelirrojo. Lentamente cerro los ojos para sentir algún cambio en su anatomía o alguna muestra de un posible ataque del pelirrojo, pero mientras más buscaba, más era obvio que el pelirrojo no había hecho nada en su contra, así que no le quedó más remedio que disculparse - "Lo siento por actuar de esa manera"
"No te disculpes, solo quiero que me sueltes para poder comenzar con mi día" - respondió Kurama mientras apuntaba a su brazo, solo para ver como la mujer lo soltaba - "Ahora... puedes ir a tu habitación"
"¡Espera! Todavía no te agradezco por ayudarme" - dijo la mujer mientras miraba al pelirrojo.
"No necesito tu gratitud, tampoco te ayudé para que te sintieras en deuda conmigo, solo lo hice porque no tolero a los violadores o a aquellos que se aprovechan de la mala situación de una mujer" - respondió el pelirrojo - "Ahora si me disculpas, quiero dormir un poco... no pude descansar nada porque cierta persona no invitada se puso a gemir toda la noche... te recomiendo que consigas un hombre para liberar algo de estrés porque tus sueños húmedos parecieron ser hardcore"
"!" - Mei se sonrojó cuando escuchó las palabras del pelirrojo porque tenía que admitir que el sueño que había tenido era con un alto contenido erótico, aunque no podían culparla. Ella como líder de la resistencia, había estado en un estado de constante estrés y no tenía como liberarlo, y cuando por fin tuvo un momento de descanso, fue nominada como nueva Mizukage, pero las cosas no terminaron ahí porque luego de eso, ella fue invitada a una reunión de ex-alumnos de la Academia Shinobi, solo para ver que ella era la única que estaba sola y sin una familia. Era deprimente ver que ella era la única solterona en sus 35 así que ahogó todo su sufrimiento en alcohol.