Un instante después de la disculpa de Lin Jiage, la Tía Sun abrió la puerta de la sala y regresó. Así que Lin Jiage se volvió hacia ella y le dijo: —Tía Sun, tendré que molestarte para limpiar el desastre aquí y preparar otro plato de melón.
Tía Sun: —Sí, Joven Maestro.
La Tía Sun siempre había sido una ama de casa eficiente, así que sólo le llevó unos momentos limpiar el desorden en el suelo.
Después de eso, de acuerdo con las instrucciones de Lin Jiage, se dirigió a la canasta de frutas para tomar un melón, sólo para ver que había sandías, manzanas y bananas en el interior. Por lo tanto, ella sólo pudo decir: —No hay más melón en la canasta de frutas. Si quieres comerlo, iré a comprar uno.…
Lin Jiage: —Yo no soy el que quiere comerlo.
La Tía Sun se sorprendió con esa declaración: —¿Ah?
El Abuelo Lin le aclaró la situación: —Mumu quiere comer melón. Tía Sun, baja y cómprale uno.