Yu Yuehan preguntó: —¿No acabas de firmar el acuerdo matrimonial?
—Sí. —respondió Nian Xiaomu.
Yu Yuehan prosiguió: —Como nosotros registramos nuestro matrimonio, ¿no deberíamos honrar a mis ancestros?
Nian Xiaomu respondió: —Deberíamos —luego añadió—. Pero, no acabas de decir…
De golpe, una mano inmensa comenzó a frotar su cabeza cariñosamente, comentando con un tono dominante: —No hay peros. Como piensas que debemos hacerlo, entonces debemos ir al santuario ancestral ahora. La Abuela y todos los ancianos de la Familia Yu están esperando por nosotros allá. Todavía tenemos que asistir a la boda ceremonial china.
—…
Nian Xiaomu tuvo una cara inexpresiva todo el tiempo.
El segundo anterior, había tenido miedo de que Yu Yuehan quisiera romper con ella debido a la ira. Pero, durante el segundo siguiente, ella pareció haberse dado cuenta de que había caído en una trampa.