Shangxin miró el estudio fotográfico frente a ella. Más exactamente, era un estudio de fotografía de bodas. Inconscientemente, su ritmo cardíaco comenzó a acelerarse.
—¡Hermano Xiaosi!
—Entra. Mi asistente hizo una cita por adelantado. —Tang Yuansi se levantó de la silla de ruedas y tomó su mano, dando pasos rápidos hacia el estudio.
Darle una boda había sido un sueño que había tenido desde que era joven.
Pero dada su condición física actual, si se casaba con ella, no podría darle nada.
Quería ser egoísta por una vez. A pesar de no tener una boda, quería que ella llevara un vestido de novia para él por una vez...
Ese pensamiento había surgido cuando había sido hospitalizado, pero no había tenido el coraje de sacarlo a relucir.
No había sido hasta hoy, en la sala de rehabilitación, cuando vio a esos pacientes tratando de ponerse de nuevo de pie.
Su perseverancia le recordó que debía afrontar la vida con valentía.