—No. —la respuesta de Yu Yuehan fue nítida y clara.
Su expresión era seria, y no parecía que estuviera ocultando nada o diciendo una mentira.
Sin embargo, Nian Xiaomu sencillamente no podía creerlo.
Ella se soltó de los brazos de Yu Yuehan, se montó sobre su regazo y le abrazó el cuello, rodeándolo con sus brazos. Levantando sus mejillas, ella le dijo: —Te daré una oportunidad más. Dime honestamente, ¿tuviste una ex novia o algún flechazo antes?
—...
Los ojos de Yu Yuehan se oscurecieron. No prestó atención a lo que Nian Xiaomu le había dicho, pero mantuvo la mirada fija en sus posiciones. La manzana de Adán en su garganta se movió, y él pensó: ¡Maldita sea!
Él no sabía que su autocontrol era tan débil.
Nian Xiaomu sólo se había sacudido y se había girado entre sus brazos por un corto tiempo, ¡pero todo lo que él quería hacer ahora era presionarla sobre el escritorio de su estudio y darle un poco de amor!