Nian Xiaomu: —¡...!
Echándole un vistazo rápido de pies a cabeza, ella le preguntó: —¿Se encuentra mal?
—Sí—Yu Yuehan inclinó ligeramente la cabeza, ladeando su hermosa cara hacia ella. La calidez de su aliento empañó su rostro cuando ambas respiraciones comenzaron a mezclarse.
Parecía que iba a besarla al siguiente segundo.
Nian Xiaomu presionó sus manos contra el pecho de él con nerviosismo y le preguntó: —¿Dónde le duele? Déjeme revisarlo...
Antes de que ella pudiera culminar lo que quería decir, Yu Yuehan sonrió mientras hablaba con una voz sensual: —Mi corazón.
—...
—¿Qué? ¿No puedes revisar?
—...
¡Obviamente!
Ella no era más que una enfermera y sólo podía ayudarlo a curar heridas simples y superficiales.
Si quisiera que le revisaran el corazón, tendría que consultar con un especialista cardíaco... ¡Oh, espere un momento!
Cuando el pensamiento le llegó a Nian Xiaomu, ella levantó la vista de repente.