—Joven Amo.
El asistente se adelantó y le hizo un amable recordatorio a Yu Yuehan cuando vio que él todavía estaba parado en el mismo sitio.
Yu Yuehan volvió a sus sentidos y retiró su mirada. A juzgar por la expresión en su rostro, parecía haber vuelto a un estado de ánimo tranquilo mientras llevaba a Xiao Liuliu en sus brazos y se dirigía a la oficina.
Al llegar a la entrada de la oficina del presidente vio a Wen Yadai esperándolo afuera.
Ella estaba ataviada con un traje ejecutivo negro de cuerpo entero. Wen Yadai se veía muy profesional, pero al mismo tiempo llevaba el aura encantadora de una mujer madura.
Un toque de dulzura penetró en su aire de profesionalismo al llevar su cabello atado con una cola de caballo, al igual que los mechones de su cabellera que cubrían sus orejas.
Mirarla resultaba reconfortante.
Cuando Wen Yadai vio a Yu Yuehan, inmediatamente ella le sonrió e incluso su mirada se colmó de admiración.