Nian Xiaomu recordó muy claramente que éste no era el caso.
—Estás mintiendo. Definitivamente escuché a tu asistente decirte que fue Tang Yuansi quien había ido a rescatar a Shangxin.
Mientras hablaba, la realidad la golpeó y sus ojos se ensancharon en shock.
Miró a Yu Yuehan con incredulidad.
¿Quería decirle que fingiera que ella no sabía nada y le ocultara la verdad a Shangxin?
—Yu Yuehan, no me digas que sientes algo por Shangxin... ¡Ay! —antes de que Nian Xiaomu pudiera terminar lo que quería decir, le dieron un fuerte golpe en la frente. Presionó su cabeza por el dolor y miró al hombre que acababa de golpearla.
—Guarda tus pensamientos sin sentido y sigue mis instrucciones.
—Soy una persona con principios sólidos. Si quieres que engañe a Shangxin, tendrás que darme una explicación razonable —insistió Nian Xiaomu.