Xie Jingjing estaba sumamente nerviosa.
Corrió hacia Yu Yuehan y le explicó con desesperación: —Amo Han, no lo hice a propósito. Cuando Nian Xiaomu se levantó de repente, la computadora portátil se cayó de la mesa en el mismo momento. ¡Por eso pensé que ella fue quien la había derribado!
Cuando Xie Jingjing vio que el rostro de Yu Yuehan todavía estaba terriblemente indiferente y que él no le respondía, ella se volteó frenéticamente hacia Wen Yadai.
—Gerente Wen, usted es la gerente del departamento de relaciones públicas. Usted sabe bien qué tipo de persona soy. He sido muy seria en lo que respecta a la colaboración con Sheng Da Technologías.
—... —los ojos de Wen Yadai parpadearon.
Ella pensaba que podría aprovechar éste incidente para evitar que Yu Yuehan paseara a Nian Xiaomu por la compañía. Luego del incidente, poco esperaba que se produjera éste percance al hacerle seguimiento a dicho evento.
A ella no le importaba Xie Jingjing.