Akil le dio una palmada al halcón en la cabeza.
—Vuela más alto.
Por alguna razón desconocida, en su corazón sintió que se aproximaba el peligro.
El halcón agitó sus alas para volar más alto. De repente, el sonido de los cascos debajo de ellos se hizo más rápido y se acercó a ellos.
¡No es bueno!
Las pupilas de Akil se encogieron de repente.
En sus ojos se reflejaba una figura negra que salía de la niebla oscura, saltando como el estallido de un rayo y se hacía cada vez más grande delante de sus ojos.
¡¡¡Roar!!! El grito atronador de la criatura sonaba como si viniera de un demonio de las profundidades del infierno.
Apareció la imagen de una cuchilla negra atravesando todo.
—¡No!
En el aire, tanto el humano como el halcón fueron cortados en dos, justo en el medio. Las entrañas y la sangre salpicaron como la lluvia.
¡Pac!