Backlund, Municipio Cherwood.
Cuando el brillo carmesí se desvaneció de sus ojos, Fors vio el escritorio familiar y el cuaderno abierto en el que solía anotar sus inspiraciones.
Para ella, esa experiencia ya no era nada nuevo, pero aún le provocaba cierta reverencia desde el fondo de su corazón.
¡Ese era un poder que no pertenecía a los humanos, algo de lo cual incluso los semidioses no eran capaces!