—¿Me estás buscando…?
En el momento en que la voz entró en sus oídos, se quedó inmóvil. Su piel se tensó, y su cabello se erizó.
«¿Por qué está detrás de mí?»
«¿Por qué está en mi habitación?»
«¿Qué pasó con el sello?»
«¿Qué pasa con los efectos de los elementos místicos?»
Su frente goteaba de sudor frío, y subconscientemente quería darse la vuelta para echar un vistazo.
Pero sus instintos le impidieron hacerlo.
Ese instinto se originó en las enseñanzas de las lecciones de Conocimiento General de los monstruos de la Ciudad de Plata y la extraña escena que había experimentado después de unirse a los equipos de patrullaje.
Cuando alguien habla detrás de ti, ¡no te des la vuelta con prisa!