Ji Ning y el Señor de la Secta Polvonueve desaparecieron de la cueva. Solo entonces el joven calvo vestido de negro sacudió lentamente la cabeza y dijo:
—Aunque Aguarroja y el Maestro tenían Daos muy similares y ambos se especializaron en artes del bastón, Aguarroja es demasiado cruel. No me gusta y además ni siquiera se ha convertido en Señor Dao del Cuarto Paso. Esperaré un poco más.
Los Tesoros Universales poseían una tremenda paciencia. Como eran eternos e inmortales podían y estaban dispuestos a esperar por mucho, mucho tiempo antes de aceptar un nuevo maestro. Preferirían quedarse solos antes que elegir a alguien que no fuera perfecto.
...
Whoosh. Ning y el Señor de la Secta Polvonueve sintieron que el mundo a su alrededor se volvía borroso. Momentos después, se encontraron dentro de una región oscura y vacía del espacio.
—Estamos afuera —dijo el Señor de la Secta.