El Señor del Corazón Vientoúnico miró el cadáver del Señor Dao vestido de negro, y luego dijo:
—Este Señor Dao era bastante extraordinario. Probablemente era el último Señor Dao aquí en el Reino Inmortal Sagrado. Ahora que está muerto podremos irnos. Es posible que su maestro, el Emperador Triseda, tenga algunos métodos que lo alertarán de la muerte de su discípulo y querrá venir para acá en cuanto se entere. Una vez que llegue, estaremos realmente condenados, así que hay que salir de aquí lo antes posible.
Ning y los demás asintieron.
El Sello Dao que el Palacio del Corazón le había dado a Vientoúnico no sería suficiente para matar a un Emperador Eterno, a lo sumo, solo lo amarraría por un rato. Incluso si al Señor del Palacio le sería bastante difícil matar a un Emperador Eterno.
—Guardaré el cadáver por ahora. Después de escapar del Reino Inmortal Sagrado, podemos atar sus tesoros de almacenamiento y dividiremos el botín —dijo Vientoúnico.