El alto, ancho y antiguo pasillo era el mismo de siempre: tenía varios tapetes de oración y apareció un viejo y negro toro sonriendo al recién llegado Ji Ning.
—El pasillo principal —dijo Ning mirando a su alrededor.
—Felicidades —exclamó alegre el viejo toro—. Han pasado solo unos cuantos años y ya alcanzaste el nivel discípulo Zifu. Fue mucho más rápido de lo que pensaba.
Ning seguía preocupado por la llegada de los expertos de Montaña del Dragón Nevado así que respondió con indiferencia:
—Solo tuve suerte.
—El hecho de que hayas logrado pasar esas tres pruebas no fue por pura suerte. Lograste controlar el talismán y ahora eres capaz de ir a los lugares más importantes dentro de la Mansión Acuática. Con acceso a estos lugares, ahora tendrás el capital suficiente como para llegar a ser toda una eminencia. Siento que ya veo tu futuro: serás el siguiente supremo experto de la Gran Dinastía Xia.