Meribald era un brujo de alto rango de 367 años, aunque prefería que lo llamaran erudito. Con el poder de su magia, incluso a su edad, era bastante vigoroso y tenía una piel muy flexible, como si fuera un hombre joven. Solo su cabello canoso revelaba su edad, pero esto lucía más como un acento a su sabiduría y previsión.
Se había desempeñado como presidente del Gremio de Brujos en la Capital Imperial de Dambrath durante más de cien años, y había manejado innumerables eventos importantes. También había otorgado numerosas medallas a brujos talentosos, y juzgado a notorios brujos. A estas alturas, había comenzado a pensar que su corazón inmóvil e insensible ya no recibiría ningún golpe.
No había esperado lo aturdido que estaría hoy.