—Si es así, ¿por qué no entramos todos juntos? —dijo Bosain, mirando a sus dos compañeros.
—¡Claro que sí! —Jayden estaba decidido. Para él, esta vez, la exploración sólo se consideraba exitosa si encontraba la herencia de un Mago.
—¡No tengo objeciones! —Leylin se mostraba tranquilo por fuera, pero sentía justo lo contrario. Era consciente de quién era la persona que dejó esa herencia y de lo que estaba enterrado allí.
¡Un Mago de rango 4, una persona virtuosa de las leyendas, la herencia del gran Mago Serholm!, pensaba Leylin, su corazón ardía deseoso.
Los tres opinaban lo mismo y decidieron entrar en el pasaje de metal oxidado. El túnel era lo suficientemente ancho como para que 3 adultos caminen lado a lado. Al ser 3 jóvenes, lógicamente tenían más libertad para moverse.