Al escuchar a Ling Feilong intentar adularlo y su actitud respetuosa mientras lo hacía, Shi Feng no pudo evitar suspirar.
¡Se habían intercambiado los roles!
El destino realmente sabía cómo jugar con las personas.
A juzgar por el tono de Ling Feilong, Shi Feng pudo discernir que tenía la intención de beneficiarse de su éxito.
—Si deseas reclutarme, primero dime qué tipo de beneficios planeas ofrecer —preguntó con calma.