Mirando los créditos sobre la mesa, la tez de Wu Yi alternaba entre los colores verde y rojo. Su rostro estaba sombrío y sudaba sin parar.
—¿Cómo fue posible esto?
Más allá de creer o no que el salario que ofrecía era de 20,000 créditos, el simple hecho de poder invertir 20,000 créditos así como así, no era algo normal.
Wu Yi ya había conocido a muchos magnates ricos, y su ojo crítico nunca le había fallado. La ropa que Shi Feng estaba usando no llegaba a valer 300 créditos, entonces, ¿cómo ere posible que Shi Feng tuviera tanto dinero? Además, cuando sacó los créditos, lo hizo con mucha naturalidad. Casualmente lo tiró sobre la mesa. Esta serie de acciones no eran hábitos de una persona promedio, y no podrían ser falsas. Solo aquellos magnates que no prestan atención a los créditos harían eso de una manera tan relajada y cómoda.