—Ja, ja, ja, ¿quieres saber? Deja que este superior piense en algo para que hagas y luego consideraré decírtelo —dijo Wei Chen alzando sus cejas.
—Pedazo de antigüedad, ¿quién tiene tu Mano de la Muerte? —rió Ye Xiu sombríamente.
—¡Mierda! —Wei Chen se dio cuenta que estuvo demasiado complacido consigo mismo y había olvidado algo tan importante.
—Tú ganas…—Claramente, Wei Chen valoraba su arma Plata. Sus años de trabajo arduo no podían fingirse.
—Date prisa y dime.
—Deberías saber que, en Glory, cuando ciertas condiciones se cumplen, algunos objetos pueden caer el 100% de las veces —dijo Wei Chen.
Como un experto experimentado, Ye Xiu entendió lo que Wei Chen quería decir.
—¿Estás diciendo que los libros de habilidad también pueden caer de manera similar?
—Sí, pero aun así no está garantizado. A lo mucho, puede aumentar la probabilidad de obtenerlos —contestó Wei Chen.